España será en 2050 el país más envejecido del mundo
Un estudio de las Cajas de Ahorro destaca la modesta aportación del Estado a gasto social, y el papel cada vez mayor de los inmigrantes en la economía española
España puede convertirse para 2050 en el país más viejo del mundo, con una edad media de 55 años, y sin embargo hoy por hoy es uno de los países de la Unión Europea que menos presupuesto destina a gasto social (un 2,1% del producto interior bruto, frente al 15,5% de Luxemburgo o el 13% de Irlanda). Así se deduce de un informe hecho público hoy por la Fundación Cajas de Ahorros e incluido en el primer número de la revista Panorama Social.
El estudio se centra en el papel de los inmigrantes en la economía española, "una mano de obra más joven [que la española], que se concentra en ...
España puede convertirse para 2050 en el país más viejo del mundo, con una edad media de 55 años, y sin embargo hoy por hoy es uno de los países de la Unión Europea que menos presupuesto destina a gasto social (un 2,1% del producto interior bruto, frente al 15,5% de Luxemburgo o el 13% de Irlanda). Así se deduce de un informe hecho público hoy por la Fundación Cajas de Ahorros e incluido en el primer número de la revista Panorama Social.
El estudio se centra en el papel de los inmigrantes en la economía española, "una mano de obra más joven [que la española], que se concentra en la franja de edad comprendida entre los 20 y los 40 años". Mientras que en 1999 sólo el 42% de los residentes extranjeros estaba dado de alta en la Seguridad Social, cinco años después el porcentaje había ascendido hasta el 57%.
El informe destaca además que el dinero que estos inmigrantes envían a sus países de origen ha aumentado un 560% entre 1997 y 2004. Este "espectacular crecimiento" ha permitido pasar de los 253 millones de 1993 a los 520 de 1997, y a los 3.436 del año pasado. Sin embargo, la "casi olvidada" inmigración española en el extranjero envió 4.171 millones de euros a este país en 2003 (frente a los 2.895 de los inmigrantes extranjeros en España).
De los 3,7 millones de extranjeros que viven en España, un 20% procede de la Unión Europea, un 2% de otras naciones industrializadas (Japón y Estados Unidos, entre otros), y el otro 78% "al mundo menos desarrollado". Estas cifras muestran un vuelco total en la composición de la población extranjera respecto a la década pasada, cuando casi la mitad era originaria de la Unión Europea", afirman los autores del estudio, Miguel Angel de Prada, Carlos Pereda y Walter Actis. Para ellos resulta evidente que "buena parte de estos nuevos vecinos han llegado para quedarse, incluso aquellos que vienen con un proyecto de corto plazo van encontrando alicientes para permanecer y/o dificultades para regresar".