SANIDAD

Legionarios y 'Legionellas'

Pobres en formas, pero ricos en potencial biológico, directa o indirectamente estos microorganismos están implicados en neumonías humanas que pueden tener un desenlace fatal si la patología no es diagnosticada a tiempo y si los que sufren la infección no son tratados con los antibióticos adecuados.

El estudio moderno de las Legionellas empezó en 1976, a raíz de un brote epidémico que se produjo en el hotel Bellevue Stratford, de Filadelfia (EE UU), en el que se celebraba una convención de legionarios. De ahí el nombre genérico de estos microorganismos: Legionellas.

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Pobres en formas, pero ricos en potencial biológico, directa o indirectamente estos microorganismos están implicados en neumonías humanas que pueden tener un desenlace fatal si la patología no es diagnosticada a tiempo y si los que sufren la infección no son tratados con los antibióticos adecuados.

El estudio moderno de las Legionellas empezó en 1976, a raíz de un brote epidémico que se produjo en el hotel Bellevue Stratford, de Filadelfia (EE UU), en el que se celebraba una convención de legionarios. De ahí el nombre genérico de estos microorganismos: Legionellas.

En un principio se creyó que eran rikettsias (microorganismos más pequeños que las bacterias); después se fueron conociendo sus características bioquímicas y reconociendo grupos serológicos; se caracterizaron las alteraciones clínicas que provocan (fiebre aguda, vómitos, diarrea, disfunciones hepáticas y renales, confusión mental), que curiosamente inciden más en el hombre que en la mujer; se señalaron sus hábitats, fuentes de dispersión y contaminación, antibióticos a los cuales acusan sensibilidad (eritromicina, cloramfenicol y algunos más recientes), amén de otras peculiaridades.

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En la infancia

A pesar de haber sido detectados en distintos países del mundo, entre ellos España, en los cuales se llevan a cabo complejas investigaciones sobre diversos aspectos taxonómicos y epidemiológicos relacionados con estos microorganismos, se considera que el conocimiento de las Legionellas se encuentra todavía en su infancia.

Se da por sentado que viven en el agua, y de ahí que su presencia sea especialmente fastidiosa en hospitales y comunidades de vecinos que cuentan con extensos sistemas de cañerías, calefacción, humidificación y nebulización, filtros, aerosoles, duchas y otros elementos que trabajan con agua caliente, etcétera.

Pero en la literatura científica aparecen referencias a descubrimientos tales como el de que algunas cepas de Legionella pneumophila (la más común de las especies de este género) se multiplican en el interior de una ameba que también vive en las cañerías de los sistemas de refrigeración.

Maria Muntañola es profesora en la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona. Este artículo fue publicado en EL PAIS el 15 de noviembre de 2000.