Un médico exiliado denuncia a China por comerciar con órganos de prisioneros ejecutados
Un médico chino que logró huir a EE UU asegura que él mismo se encargaba de la extracción
El doctor Wang Guoqi, que llegó a EE UU hace un año, ha leído ante el subcomité de derechos humanos de la Cámara de Representantes un informe en el que alerta sobre esta práctica y ha revelado que él mismo era uno de los facultativos encargados de extraer órganos a los cadáveres.
Wang añade que su trabajo formaba parte de un plan del gobierno consistente en extraer los órganos inmediatamente después de las ejecuciones para aprovecharlos en trasplantes.
En algunos casos, los médicos sacaban los órganos en el mismo lugar de la ejecución y cuando los convictos todavía no eran declar...
El doctor Wang Guoqi, que llegó a EE UU hace un año, ha leído ante el subcomité de derechos humanos de la Cámara de Representantes un informe en el que alerta sobre esta práctica y ha revelado que él mismo era uno de los facultativos encargados de extraer órganos a los cadáveres.
Wang añade que su trabajo formaba parte de un plan del gobierno consistente en extraer los órganos inmediatamente después de las ejecuciones para aprovecharlos en trasplantes.
En algunos casos, los médicos sacaban los órganos en el mismo lugar de la ejecución y cuando los convictos todavía no eran declarados clínicamente muertos, asegura el médico.
Wang añade que tomó la decisión de alertar a la comunidad internacional sobre esas prácticas después de que en 1995 recibiera la orden de sacar la piel de un recluso que aún estaba vivo.
Según el informe, a los convictos se les hacía un análisis de sangre para establecer su compatibilidad con los potenciales receptores de sus órganos. Así, estos eran los primeros en morir.
Michael Parmly, subsecretario auxiliar de Estado, ha dicho que el gobierno de EE UU expresó ayer a las autoridades chinas su preocupación por estas prácticas.