¿Por qué las modelos de Zara están tan cansadas?
Se sientan en el suelo, se apoyan contra la pared o buscan cualquier excusa para tumbarse. Las top del catálogo de la firma gallega no pueden con su vida esta primavera.
Las modelos de Zara están cansadas. Se van sentando por las esquinas, aprovechan cualquier oportunidad para tomar aliento apoyándose en el decorado del set y tienen que estirar entre foto y foto para recuperar energía. Puede que sea culpa de la astenia primavera...
Las modelos de Zara están cansadas. Se van sentando por las esquinas, aprovechan cualquier oportunidad para tomar aliento apoyándose en el decorado del set y tienen que estirar entre foto y foto para recuperar energía. Puede que sea culpa de la astenia primaveral, que nos tiene a todos somnolientos y sin fuerzas. O del clima político, que provoca desaliento. O quizá simplemente sea debido a lo agotador que puede resultar posar hasta en 100 imágenes con la misma prenda.
Sea cual sea la razón, las instantáneas de la nueva colección de Zara están protagonizadas por chicas abatidas y fatigadas. Ni estrenar las tendencias de la temporada les da ánimos para marcarse un posado con alegría. Mientras el año pasado por estas fechas aparecían entusiasmadas en la tienda online de la hermana mayor de Inditex, esta primavera parecen cansadas de fingir carcajadas, dar saltos en al aire y llevarse, unas a otras, a caballito. Si a Victoria Beckham la moda le robó la sonrisa, a las modelos de Zara también. Y de pasó las dejo como recién llegadas del Burning Man.
La artista y activista Yolanda Domínguez va más allá y en un artículo titulado ¿Qué valores representa la mujer de Zara? se cuestiona hasta qué punto la actitud de estas modelos tiene sentido en plena revolución feminista. «Las poses son una parte esencial del mensaje: mujeres tiradas por las esquinas, colgadas de un gancho o agazapadas a lo Gollum sobre las piedras de una playa. ¿Es esa la mujer que representa la marca Zara?», se pregunta Domínguez. «Movimientos como el 8M dejan claro que sus imágenes no nos representan. No somos víctimas ni débiles. Somos fuertes, luchadoras y valientes», añade.
Dicen que la alegría va por barrios, pero en la moda va por temporadas. Cuando parecía que la industria quería alejarse de su faceta más seria y elitista para enseñar dientes, no solo vuelve a las andadas sino que se recrea en el abatimiento. El rictus altivo de las modelos solía servir para que las prendas pareciesen inalcanzables y transmitieran sobriedad al tiempo que se limitaba la atención del cliente a la ropa, sin distracciones. También representaba valores como que “el producto es serio y de calidad”, según sostenía a S Moda Esther García Capdevila, directora de casting de la semana de la moda de Madrid y de la pasarela 080 de Barcelona. El cansancio manifiesto, sin embargo, no logra pasar desapercibido. Tampoco la tristeza extrema, que convirtió en viral el post ¿Qué les pasa a las modelos de Zara? allá por 2014. Aquella vez el gigante de Inditex pidió a sus modelos que posaran tristes, cabizbajas y lánguidas y Alicia Santiago, la autora del blog Cuida tu imagen, analizó la supuesta depresión que sufrían aquellas chicas. «No puedo ni deciros si me ha gustado o no lo último de Zara, porque toda mi atención ha sido para las modelos», escribía entonces.
La gallega no es la única firma que apuesta por sentar a sus modelos en sillas, tumbarlas sobre cualquier superficie o utilizarlas como muro de carga para evitar derrumbamientos. Isabel Marant, Nº21 o Celine también han pedido a las suyas que se lo tomen con calma. Incluso es fácil encontrar ejemplos de maniquíes que no pueden con la vida en otras cadenas como Mango. La enseña de Inditex se lleva, sin embargo, la palma con el mayor y más variado casting de chicas agotadas. Eso sí, el hastío lo reservan a su línea de mujer, mientras que en la colección TRF –división destinada a un público más joven– prefieren la actitud relajada, los posados cómplices de dos en dos y alguna que otra sonrisa. Será porque todos los estudios de marketing apuntan a que los millennials demandan algo más que prendas atractivas y quieren identificarse con la firma en la que están comprando. Y si no es fácil reconocerse en el decaimiento extremo a los 50, mucho menos lo será a cuando se tienen 16.
Analizamos a continuación las fatigosas posturas más recurrentes:
Cuerpo a tierra
A falta de una superficie más cómoda, las modelos no dudan en tirarse al suelo para pasar el trago. Tiempo que están sentadas, tiempo que tienen para descansar. Vayan en vaqueros o lleven vestido de fiesta.
Encorvadas
Sujetarse los riñones o inclinarse hacia delante son otras de las poses más populares esta primavera-verano. Ni en la sección premamá las posturas reflejan tal agotamiento.
Contra el arbusto
Las top models de Zara saben cómo burlar el cansancio en cualquier situación. Cuando las fotos en exteriores complican la jugada, ellas se apoyan contra la vegetación. Eso sí que es aprovechar la localización.
Estirando
Sus posturas no tienen nada que envidiarle al final de una clase de body combat: ahora estiramos brazos, ahora piernas.
Cabezadita exprés
Las situaciones desesperadas necesitan medidas desesperadas. Y cuando el cansancio hace mella y no se puede con el alma, lo mejor es tumbarse sobre cualquier superficie disponible. «[Son mujeres] que no pueden levantarse ni defenderse. Cuerpos desfallecidos que a duras penas sostienen los vestidos», critica Domínguez.
Bendita silla
A veces los astros se alinean y no hace falta complicarse la existencia para reposar un rato. Cuando se trata de sentarse, a las modelos no les importa repetir foto tras foto. Posado «me duele la cabeza» y «dejo el brazo muerto» incluidos.
Descansando con disimulo
La cosa vuelve a ponerse fea cuando toca levantarse y lucir el look en todo su esplendor. Pero siempre quedará apoyarse en la pared o sentarse en el respaldo de la silla.
Aymeline Valade, la reina del hastío
Eso sí, ninguna está tan agotada como la top francesa Aymeline Valade. Desfilar para las mejores firmas y posar en las campañas de las grandes enseñas del lujo pasa factura. Y ella aprovecha cualquier oportunidad para buscar un punto de apoyo.
Hasta en su cuenta de Instagram pueden encontrarse pruebas de su cansancio perpetuo más allá del horario laboral. ¿Quién dijo que ser modelo fuera fácil?