Estos son los zapatos más cómodos para seis ‘influencers’ españolas

La que esté libre de pecado, que tire la primera piedra: cuántas veces, con la vista y la ilusión puestas en una ocasión especial, nos hemos hecho el estilismo un lío porque habiendo decidido el vestido, el bolso, las joyas y hasta el peinado, no hemos sido capaces de dar con los zapatos perfectos. No te preocupes, nos ha pasado a todas. Y como el oficio nos obliga, si no a encontrar soluciones, por lo menos a buscarlas, hemos recurrido al savoir-faire de varias influencers de moda para que nos guíen en tan intrincado camino. Sus afinidades electivas también pueden ser las tu...

La que esté libre de pecado, que tire la primera piedra: cuántas veces, con la vista y la ilusión puestas en una ocasión especial, nos hemos hecho el estilismo un lío porque habiendo decidido el vestido, el bolso, las joyas y hasta el peinado, no hemos sido capaces de dar con los zapatos perfectos. No te preocupes, nos ha pasado a todas. Y como el oficio nos obliga, si no a encontrar soluciones, por lo menos a buscarlas, hemos recurrido al savoir-faire de varias influencers de moda para que nos guíen en tan intrincado camino. Sus afinidades electivas también pueden ser las tuyas.

María Bernad, que con sus estilismos y su tienda Les Fleurs se ha convertido en una de las embajadoras más elegantes del vintage patrio, lo tiene claro: “Soy muy exquisita para los zapatos, porque cada vez que compro o que invierto en calzado tiene que tener las características perfectas o bien tener algo especial. En los zapatos de lujo, para mí la horma de Gucci es de las mejores. Son cómodos, bonitos y especiales a la vez, y siempre intento que sea esa combinación de elementos la que me guíe. Mis últimos ‘zapatos perfectos’ han sido los nuevos mocasines Horsebit con plataforma y tacón de la marca italiana. Ya tenía sus mocasines negros clásicos, pero estos son la opción perfecta porque te dan un poco de altura sin dejar de ser cómodos”.

Como arquitecta que es, la barcelonesa Anna Ponsa no podía obviar la importancia de un accesorio que, más que complemento como tal, supone el pilar sobre el que asentamos todo el cuerpo (y las más avispadas, en ocasiones, también todo el look): “Los accesorios son la clave de un buen estilismo y los zapatos, en mi caso, determinan mi estilo. Como amante suya que soy, tengo algunas debilidades. Me encantan los de Paloma Barceló por sus diseños, su comodidad y su calidad. Desde mi pasión por la arquitectura descubrí hace muchos años los de United Nude y destacaría que, aunque a simple vista no parezcan los más cómodos por sus estructuras aparentemente imposibles, tienen una horma estupenda y los puedes llevar todo el día. Solo diré que tengo más de quince pares de esta marca. También me encantan los zapatos de About Arianne, una marca afincada en Barcelona que he seguido desde su nacimiento y que ahora son objeto de culto para los seguidores de tendencias. Espero impaciente para ver los nuevos modelos de cada temporada. Otras dos grandes marcas que me encantan para ocasiones especiales son Roger Vivier y Jimmy Choo”.

Pero no solo del lujo vive la fashionista, y cuando de zapatos hablamos, los vínculos suelen ser mucho más apasionados, personalistas y longevos que con la ropa. En el caso de Brianda Fitz James-Stewart, su fidelidad (o parte de ella) está jurada a Magro Cardona: “Es el calzado de más lujo que tengo”. Esta marca made in Spain con producción artesanal y local (dos valores muy apreciados por Brianda, como demuestra su prolongada colaboración con la firma La Casita de Wendy) es pródiga en zapatos Oxford y richelieus, dos de los diseños favoritos de la ilustradora, que suele apostar por este calzado típicamente masculino para rematar uno de sus estilismos fetiche: el vaquero de tiro medio con jersey de cuello alto, apto tanto para ejercer de dj en una fiesta como para firmar ejemplares en el Día del Libro (no se pierdan Mi universo re-creativo (Lunwerg), el último y personalísimo libro escrito e ilustrado por Brianda).

Sea por sus connotaciones fetichistas, sea porque en las alturas se vive mejor, los tacones de vértigo, engorrosos como son, son un filón para cualquier amante de la moda que se precie. Tal es el caso de Mayte de la Iglesia, experta en el tema y artífice del blog M.I.T ME, una auténtica devota del stiletto: “Tengo varios zapatos de fiesta que para ser de taconazo son tremendamente cómodos. Unos son unos Max&Co en satén azul intenso, estilo salón clásico y con tacón de diez centímetros. Son los típicos para aguantar toda la noche con ellos. Entre mis preferidos están también unos manolos de otros diez centímetros, con la típica combinación de puntera en tejido estampado y pulsera talonera atada al tobillo. Súper cómodos por la horma. También me encantan las bailarinas de Dior por ser ultracombinables, además de elegantes al ser en blanco y negro y con ese lacito tan cuqui en el lateral. Y de Chanel me chiflan los clásicos bicolores en nude y negro con tacón de cinco centímetros. Y son muy cómodos, aunque me los pongo más bien poco porque encuentro que me dan un look demasiado señora”.

Blanca Miró, diseñadora en la dinámica La Veste y cofundadora de Vasquiat (club privado de venta cuya selecta clientela tiene acceso a descuentos exclusivos en las firmas preferidas por las insiders), también tiene claras sus preferencias, que en su caso van por otro lado: “Nunca he sido muy fan del tacón alto. Lo encuentro demasiado femenino, así que siempre opto por tacón bajito, que da mucho juego por su versatilidad: puedes usarlo en el día a día con unos jeans y camiseta básica o por la noche con un vestido. Esta temporada he caído enamorada de las nuevas sandalias de tacón comedido de la marca turca Manu Atelier. Es su primera colección de zapatos y me es difícil escoger un favorito, pero el modelo Naomi Sandal en color limoncello es increíble. Es cómodo, elegante, cool, sofisticado, ponible y estiliza el pie”. 

Incondicional del calzado plano es también Saray Luis Martín, autora de los blogs Dans Vogue y del libro Método Armario Cápsula (Montena), una mujer práctica a la par que elegante que afirma que siempre, siempre, va de plano: “Me fascinan los mule dway de Dior, una maravilla bordada. Son preciosos, muy cómodos para el verano y podemos elegir entre una gran variedad de colores, según nuestro tono de piel y gusto. También me encantan las sandalias Oran de Hermès, un clásico muy atemporal, aunque ahora hay versiones más atrevidas con estampados, colores o tachuelas. Y por supuesto unas bailarinas de Chanel, si pueden ser bicolor, mejor: el clásico de los clásicos en el zapatero. Si no hay más remedio que llevar tacón, me decanto mucho por Miu Miu. Son zapatos joya y el tacón cuadrado hace que sean cómodos y perfectos para gran variedad de ocasiones”. Parece que hay vida más allá de los tacones, pero no nos preocupa lo más mínimo: para eso ya tenemos a Helmut Newton.