Vuelve el vaquero español
Tras años de parón y de desaparición de algunas de sus marcas insignia, el denim renace con el regreso de Lois y Liberto.
Es posible que en el fondo de los armarios de numerosas casas españolas aún se esconda algún par de pantalones vaqueros de firma nacional. La década de los 90, momento de esplendor del denim español, tampoco queda tan lejos y habrá quien de vez en cuando se tope con aquellos pantalones de antaño (o los de sus padres o hermanos) y se transporte mentalmente a épocas sino más felices, al menos sí más jóvenes. Lois, Cimarron, Liberto o Bonaventure fueron algunos de los nombres que la chavalería española lució en la parte trasera de sus jeans durante años, aunque poco a poco ...
Es posible que en el fondo de los armarios de numerosas casas españolas aún se esconda algún par de pantalones vaqueros de firma nacional. La década de los 90, momento de esplendor del denim español, tampoco queda tan lejos y habrá quien de vez en cuando se tope con aquellos pantalones de antaño (o los de sus padres o hermanos) y se transporte mentalmente a épocas sino más felices, al menos sí más jóvenes. Lois, Cimarron, Liberto o Bonaventure fueron algunos de los nombres que la chavalería española lució en la parte trasera de sus jeans durante años, aunque poco a poco fueron desapareciendo del mercado.
Sin embargo, cuando ya casi nadie se acordaba de ellas más que para rememorar las pintas exhibidas en el pasado o al encontrarse algún ejemplar de sus antiguas colecciones en las estanterías de tiendas de ropa de segunda mano, dos de las firmas más emblemáticas vuelven a intentar recuperar el mercado que en algún momento coparon. Una de ellas es Lois, cuya licencia de explotación de ropa exterior está ahora en manos de la empresa toledana Six Valves. La primera colección bajo la nueva dirección –después del cierre de Sáez Merino en octubre de 2008– fue la de otoño/invierno 2009 y actualmente están esforzándose por potenciar la presencia de su firma en las redes sociales y volver a posicionarse en los primeros puestos del sector.
Interior de la fábrica de Lois en Valencia, año 1997.
Mónica Torres/ Cortesía de EL PAIS
Su vuelta parece haber tenido buenos resultados, según declara Vicente Sáez Merino, hijo y sobrino de los fundadores de la marca: “Sí, son positivos y más teniendo en cuenta la debilidad del consumo. En España y Europa, pese a la crisis, parece que hay síntomas de recuperación”. La internacionalización parece un punto importante en los objetivos de la firma que afirma estar creciendo con fuerza en Sudamérica y tener a Asia como nuevo reto inmediato. “Ya se acabaron los tiempos en los que los jeans eran para jóvenes y rebeldes. Ahora vendemos en el mercado global y para público global”.
Cortesía de Lois.
Los bolsillos triangulares en la parte delantera: un modelo mítico que marcó la década de los 90.
Cortesía de Lois
Otra de las grandes firmas nacionales que vuelve a intentarl es Buenos Liberto, cuya licencia es actualmente propiedad de la empresa Ultra Cinco, asentada en Barcelona. La marca es de origen francés y se empezó a comercializar en España a mediados de los años ochenta hasta el cierre de su almacén de Gerona en el año 2006. Según Laurent Layani, responsable de la empresa, las razones por las que han regresado es que han "visto que ha pasado la crisis, el mercado ha limpiado la oferta que tenía y nos parecía un buen momento para retomar la firma. Pensamos que tiene muchos antiguos clientes que se han quedado con un buen recuerdo y que no encontraban la marca, pero la buscaban”. La nueva colección de Liberto tras su vuelta se dirigirá al público masculino y saldrá a la venta en la próxima temporada de primavera/verano 2014 a través de su tienda online y diversos portales de venta de moda por Internet.
Pese a ser dos de las grandes marcas que revolucionaron el mercado español en su momento, ahora ninguna elabora sus prendas al 100 % dentro del país. Tanto Buenos Liberto como Lois fabrican en Portugal y en Marruecos y solo la segunda declara que confecciona “una parte todavía en España”. Layani explica que han intentado producir en España pero no han encontrado aún los proveedores adecuados. "Supongo que algunos productos los podremos realizar en Barcelona, pero el tejano en sí preferimos hacerlo en fábricas que conocemos y que sabemos que funcionan bien”.
Publicidad de Liberto, año 2001.
Cortesía de Liberto
Desde ambas marcas se muestran optimistas con respecto al futuro a corto y medio plazo, con la historia de cada firma como principal atractivo para su público potencial. “Hemos recuperado los valores de la marca, que en su día fueron ofrecer una muy buena calidad a un precio accesible. Es cierto que hay que tener en cuenta a la competencia de las firmas de gran distribución, pero pensamos que tenemos algo más a favor que son los buenos recuerdos, la nostalgia de la época cuando se vendió Liberto”, explica Layani. Para Lois: “Después de más de 50 años de historia, la marca ha adquirido gran solidez en el mercado”, señalando como su punto fuerte el patronaje y su resistencia.
Está claro que las circunstancias a las que se enfrentan son bastante diferentes a las que se encontraron los fundadores o introductores de las firmas en el país. Sin embargo, quizás la clave esté en, como explica Layani, en “hacer buenos tejanos y venderlos”. Será el tiempo y, sobre todo, los consumidores, los que decidan si aquellas marcas que reinaron hace veinte años volverán a hacerlo ahora.
Cortesía de Lois.