¿Por qué visten de violeta Hillary y Michelle Obama tras la victoria de Trump?
Tanto el traje pantalón de la ex candidata demócrata en su discurso de derrota como el vestido de Narciso Rodriguez de la Primera Dama junto a Melania Trump transmiten un fuerte mensaje político.
Se ha especulado largo y tendido sobre los mensajes secretos que Melania Trump lanzó durante la campaña con sus elecciones estilísticas. ¿Estaba boicoteando al magnate vistiendo una camisa pussy bow (con connotaciones históricas feministas) en uno de los debates presidenciales? ¿Se vistió de blanco cuando fue a votar –...
Se ha especulado largo y tendido sobre los mensajes secretos que Melania Trump lanzó durante la campaña con sus elecciones estilísticas. ¿Estaba boicoteando al magnate vistiendo una camisa pussy bow (con connotaciones históricas feministas) en uno de los debates presidenciales? ¿Se vistió de blanco cuando fue a votar –y su marido, desconfiado, espió su voto– para reivindicar el uniforme de las sufragistas de principios de siglo? ¿Lo volvió a hacer vistiendo ese mono blanco de Ralph Lauren en la noche electoral (firma de cabecera de Hillary durante la campaña), respondiendo al hashtag #WearAllWhiteToVote que reclamaban las feministas estadounidenses? Intencional o no, o bien a Melania le encanta trolear a los analistas de moda, expectantes por descodificar cualquier mensaje político en la vestimenta, o bien está lanzando un grito silencioso contra las políticas de Trump (ella mismo emitió un comunicado que decía «las palabras de mi marido son inaceptables y ofensivas para mí», en referencia al famoso vídeo en el que el futuro presidente apostaba por agredir sexualmente a las mujeres diciendo aquello «de cuando eres famoso, ellas te dejan hacerles cualquier cosa: agarrarlas por el coño»).
Las que también han lanzado dos sonoros mensajes con su ropa tras la derrota de los demócratas en las urnas han sido la aspirante a presidenta, Hillary Clinton, y la Primera Dama, Michelle Obama. Hillary lució un traje negro y violeta de Ralph Lauren en su discurso de derrota y Michelle ha optado por un vestido bicolor (violeta y naranja) de Narciso Rodriguez para recibir a Melania Trump en la Casa Blanca. ¿Casualidad? Creemos que no y aquí van las razones.
El mensaje de Hillary, ¿conciliador o reivindicativo?
Por un lado están los que defienden la teoría de que Hillary vistió de morado (la corbata de Bill Clinton también era de ese color) porque el violeta es el color que nace de la unión de los colores rojo –color del partido republicano– y azul –color del partido demócrata–. Es decir, su traje llamaba a ese tono de calma que transimitió en su discurso (“Donald Trump es nuestro presidente y le debemos una mente abierta y la oportunidad de liderar»). También están los que opinan que el atuendo quería representar la estética de un funeral (en la liturgia cristiana, el violeta también es el color del luto durante la Cuaresma).
Por otro, la teoría de que Hillary quiso reivindicar a las feministas que la han apoyado durante toda la campaña. El violeta es el color internacional del movimiento por la igualdad de derechos. Está la leyenda urbana lo atribuye al color de las camisas que fabricaban las shirtwaists, las 123 trabajadoras que fallecieron calcinadas el 25 de marzo de 1911 en el incendio de la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York. Mujeres que cobraban una miseria en condiciones infrahumanas y cuyo trágico final sirvió para reafirmar la necesidad de que el 8 de marzo fuese el día de la mujer trabajadora. Lo que sí es cierto es que ese color ya lo adoptaron mucho antes las sufragistas estadounidenses como Susan B. Anthony, cuando las británicas importaron el púrpura al movimiento a EEUU –tenían el violeta, amarillo y dorado que simbolizaba la lealtad, la pureza y la esperanza–. En 1978, las 100.000 mujeres que marcharon en Washington a favor de la Enmienda por la Igualdad de derechos vistieron con ese color.
En EEUU, además, el color también se corresponde con el activismo de las lesbianas. La ensayista Betty Friedan lo acuñó cuando renegó de incluirlas en el movimiento feminista llamándolas la «amenaza violeta«. Las mujeres gays decidieron vestir de ese color en el II Congreso para unir a las mujeres en Nueva York en 1970 y revindicar su hueco en la igualdad de derechos. Siete años después, tal y como explica Gloria Steinem en el recién editado Mi vida en la carretera (Alpha Decay), se firmó la reconciliación con el movimiento cuando la propia Friedan pidió en el Congreso de Houston que se aprobase el controvertido artículo que «apoyaba el derecho a la igualdad para las lesbianas en el terreno laboral y en la custodia de menores». No extrañaría que Hillary también optase por vestir ese color para lanzarles un guiño, ya que en su propio discurso recalcó en el movimiento, cuando pidó a Trump que fuera un presidente inclusivo, porque en el sueño americano, dijo, caben todos: las mujeres, los inmigrantes, el colectivo LGTBI, quienes tienen minusvalías, todos. “El sueño americano es suficientemente grande para todos»
Michelle, también
No hubo posado en dobles parejas como sí hicieron los Bush con los Obama hace ocho años, pero sí ha trascendido la foto del encuentro entre Melania Trump y Michelle Obama en la Casa Blanca. El encuentro entre la mujer que plagió su discurso y la actual primera dama se ha inmortalizado con una foto oficial en el que Michelle viste un traje bicolor morado de Narciso Rodriguez. Michelle, experta en transmitir con su ropa (ella ha instaurado la diplomacia en el vestuario, escogiendo a diseñadores específicos de cada país que visita EEUU) eligió por un lado a un diseñador estadounidense con ascendencia cubana y, por otro, también tiró de morado tras la derrota. ¿Casualidad? Viendo su historial con la moda, apostamos todo al violeta a que no lo fue.