«Tu móvil sigue activo, llámame cuando quieras para vernos»: la emotiva esquela viral de la pareja de «Pilarita»

Una esquela publicada en ‘El País’ emociona a la red. Sus palabras recuerdan la importancia de los objetos de vinculación durante el duelo de un ser amado.

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«Hola, Pilarita. Hace un año la vida se nos acabó, más para ti que para mí, que continuó viendo pasar los días intentando comprender por qué te tocó a ti». En el primer aniversario de la muerte de María del Pilar García Torres, así empieza la esquela que se ha publicado hoy en la página número 26 de El País. Una declaración de amor y nostalgia en el duelo, repleta de simbolismos, que se ha extendido rápidamente en redes admirando la belleza de la palabras de su pareja. «No estás aq...

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«Hola, Pilarita. Hace un año la vida se nos acabó, más para ti que para mí, que continuó viendo pasar los días intentando comprender por qué te tocó a ti». En el primer aniversario de la muerte de María del Pilar García Torres, así empieza la esquela que se ha publicado hoy en la página número 26 de El País. Una declaración de amor y nostalgia en el duelo, repleta de simbolismos, que se ha extendido rápidamente en redes admirando la belleza de la palabras de su pareja. «No estás aquí, pero no te has ido, el pasado está presente en mí. Tu móvil sigue activo, llámame cuando quieras para vernos. Te mando muchos besos. José María»

Uno de los detalles que el autor aporta en el texto es que todavía mantiene «activo» el móvil de Pilarita». No es ninguna situación excepcional. Paula, la protagonista de Marta Orriols (Sabadell, 1975) en la novela Aprender a hablar con las plantas (Lumen, 2018), hace lo propio con el smartphone de su pareja recién fallecida. «Todavía cargo tu móvil y lo dejo al cien por cien de batería, y después espero que se agote toda, como si fueses de verdad y las cosas banales te mantuviesen con vida». En su debut como novelista, Orriols describe el duelo inmediato de una neonatóloga de 42 años que pierde a su pareja en un accidente de tráfico pocas horas después de que éste la dejase por otra. «Cuando se vive una pérdida, esta se cuela en todos los ámbitos de la vida», explicó Orriols a S Moda, que escribió el libro tras sufrir la de su pareja.

Para algunos, el duelo se pasa con ese móvil encendido y «activo». Otros, como Joan Didion se aferraron a unos zapatos para sobrevivir en estado alterado de la conciencia en el que nos movemos durante el trauma: “Me negaba a tirar sus zapatos porque estaba convencida de que, si los conservaba, John volvería a por ellos”, escribió en su analítico y personal tratado sobre el duelo tras la muerte repentina de su marido, John Gregory Dunne en El año del pensamiento mágico (reeditado por Random House con ilustraciones inéditas de Paula Bonet). También lo haría en Noches Azules, tras el fallecimiento de su hija Quintana Roo, cuando recordaría los «zapatos de satén claro y las suelas de color rojo intenso» de los Louboutin que llevaba su única hija el día de su boda.

Prendas, u objetos, que simbolizan la nostalgia tras la pérdida del ser querido. En psicología se los etiqueta como «objetos de vinculación» y son aquellos a los que se aferra el superviviente, invistiendo en ese objeto inanimado un simbolismo que establece un vínculo entre él y la persona fallecida. El superviviente los conserva y le permiten mantener con el fallecido una relación externa. Una estrategia para tratar de, como dice José María, «llenar» las ausencias» y acomodarse a un nuevo presente.

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