¿Vestido?, ¿qué vestido? Las que más saben de moda confirman el traje blanco como el uniforme de las novias de 2020
Influencers y diseñadoras se han puesto de acuerdo para hacer del dos piezas de chaqueta y pantalón la opción perfecta para los enlaces en tiempos de pandemia.
2020 es, entre otras muchas cosas, el año de los proyectos aplazados. El de los viajes que no fueron, los propósitos que no se cumplieron y los planes vitales en pausa. Pero también es el año en el que hemos aprendido a adaptarnos a las circunstancias, a las limitaciones a todos los niveles y a unas nuevas reglas sociales que siguen pareciendo de ciencia ficción. Bodas incluidas. Si al principio de la pandemia la mayoría de las parejas se vieron obligadas a posponer o cancelar su enlace, a medida que los meses iban pasando han sido muchas las que han optado por mantener la fecha cambiando casi...
2020 es, entre otras muchas cosas, el año de los proyectos aplazados. El de los viajes que no fueron, los propósitos que no se cumplieron y los planes vitales en pausa. Pero también es el año en el que hemos aprendido a adaptarnos a las circunstancias, a las limitaciones a todos los niveles y a unas nuevas reglas sociales que siguen pareciendo de ciencia ficción. Bodas incluidas. Si al principio de la pandemia la mayoría de las parejas se vieron obligadas a posponer o cancelar su enlace, a medida que los meses iban pasando han sido muchas las que han optado por mantener la fecha cambiando casi todo lo demás: número de invitados, localización, fiesta e incluso vestido (según un estudio publicado por Bodas.net, el 41% de las parejas encuestadas a nivel mundial que se casaba entre septiembre de 2020 y enero de 2021 siguió adelante con sus planes). Esto se ha traducido en ceremonias mucho más íntimas y estilismos nupciales menos grandilocuentes, más modernos, fáciles y rápidos, favoreciendo la compra online de vestidos ya hechos y convirtiendo el traje en uniforme favorito de las novias más cool de 2020.
A las pruebas nos remitimos. Las últimas novias virales de Instagram han elegido chaqueta y pantalón para dar el ‘sí, quiero’. Es el caso de la influencer alemana Marie von Behrens, que revolucionó al más del millón de seguidores que acumula en su perfil al compartir imágenes de su enlace. La ausencia de velo, cola y cualquier señal vinculada al look de novia tradicional la convirtió en protagonista de las redes sociales y las revistas especializadas. El sencillo traje de chaqueta de la diseñadora polaca Magda Butrym acompañado por un abrigo a juego y joyas firmadas por la experta en acabar con el clasicismo de las perlas, Sophie Bille Brahe, fueron capaces de captar la esencia de lo que quieren muchas novias en nuestro tiempo: naturalidad e identificación con su estilo diario. Así lo confirma a S Moda la diseñadora Laura Jiménez, al frente de la firma Laura Viera, que además de creer en el traje nupcial desde hace tiempo, ella misma eligió un dos piezas de su colección el día de su boda. «La idea del vestido es muy romántica dentro del concepto general que tenemos sobre una boda. Es cierto que el traje rompe un poco con eso, pero al mismo tiempo aporta una sofisticación y personalidad que quizás es más difícil de lograr con un vestido al estar mucho más explotado. Además, te puedes sentir más tú misma con algo así, ya que hoy en día lo que más vestimos son pantalones».
La elección de estas dos novias expertas en moda queda refrendada por algunos ejemplos más. Hace escasos días, otra influencer, menos popular pero igualmente estilosa, Roberta Benteler, eligió un traje de Alexandre Vauthier que rompía con cualquier estereotipo asociado a las novias: llevó la chaqueta sin nada debajo como si de una alfombra roja se tratase, cambió el clásico pantalón con pinza por un modelo bombacho y se calzó unos Bottega Veneta que bien podrían reutilizarse para ir a la oficina. Al parecer, la pareja –se casó con el empresario neoyorquino John Glass– planea celebrar su unión por todo lo alto el próximo año en un evento en el que, probablemente, la novia lucirá un atuendo ‘más novia’. Lo cual confirma que el traje se ha convertido en comodín para muchas de las que han querido seguir adelante con la ceremonia este 2020 siendo también muy socorrido para aquellas que lucirán dos looks nupciales.
Aunque como han hecho estas novias es fácil encontrar un dos piezas blanco en cualquier firma alejada del circuito nupcial, aquellas especializadas en el sector también tienen opciones en sus colecciones. Además de Laura Viera, que ya trabaja en el diseño de un segundo traje que incluirá en su colección, Inés Martín Alcalde también cuenta con uno en su línea prêt-à-porter. «Es uno de nuestros best seller porque luego es muy fácil de reutilizar», contaba a S Moda. La gallega Nonne o Whitealice, de la diseñadora Alicia Rueda, también defienden esta opción. «Creo que el sector nupcial ya estaba cambiando antes de la pandemia, pero sin duda las bodas más pequeñas han favorecido el auge del traje porque es cómodo, elegante y una apuesta segura para ceremonias así. Aun así, creo que la tendencia seguirá después de la crisis sanitaria porque muchas que antes no se atrevían darán el paso al verlo como algo más normal», apunta Jiménez.
Tanto es así, que antes de que el formato de boda reducida se impusiera por obligación, algunos nombres célebres ya le habían dado su voto de confianza al traje. La referencia a Bianca Jagger el día de su boda con Mick Jagger en los 70 es ineludible, a pesar de que ella sustituyó el pantalón por una falda manteniendo la americana (también sin nada debajo, por cierto). Amal Clooney, Emily Ratatowski (que eligió un traje amarillo de Zara) o Miriam Giovanelli en nuestro país son algunos ejemplos más. Y luego están influencers como la estilista Alex Carl, siempre dispuestas a sorprender con sus declaraciones de moda, que lució chaqueta y pantalón en su preboda.
Como ocurre casi siempre, las pioneras contribuirán a que la tendencia se afiance entre las novias de a pie, sobre todo en estos tiempos. «Creo que, en general, las españolas siguen las tendencias, pero en las bodas cuesta un poco más porque aún se ven como algo muy clásico difícil de cambiar», cuenta Laura Viera. «Sin embargo, ayuda que alguien conocido lleve determinada prenda para que se asiente esa tendencia. Pasó con Laura Ponte que, a pesar del velo y los accesorios, eligió un vestido muy minimalista que supuso un antes y un después». Si cunde igual el ejemplo de 2020, no hay duda de que el traje será una opción más para las novias del futuro.