Verónica Fisas, la mujer que empezó preparando bolsas de promoción con cremas y ahora preside una compañía millonaria

La directora general de Natura Bissé dirige una firma presente en 35 países y que ha conquistado a nombres como Julia Roberts y Beyoncé.

Verónica Fisas en las nuevas oficinas de Natura Bissé.jaime boira

En su tiempo libre cuando solo era una adolescente iba a ferias de belleza y ejercía de azafata en eventos del sector, preparaba bolsas de promoción con cremas y apoyaba en los montajes de stands. Verónica Fisas Vergés (Barcelona, 56 años) hacía cuanto estaba en su mano para ayudar a sus padres, Ricardo y Gloria, a sacar adelante la firma cosmética que fundaron con la indemnización que su progenitor recibió cuando cerró la empresa de piensos que dirigía. Corría 1979 y con 800.000 pesetas Ricardo Fisas montó en Barcelona la marca Natura Bissé. ...

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En su tiempo libre cuando solo era una adolescente iba a ferias de belleza y ejercía de azafata en eventos del sector, preparaba bolsas de promoción con cremas y apoyaba en los montajes de stands. Verónica Fisas Vergés (Barcelona, 56 años) hacía cuanto estaba en su mano para ayudar a sus padres, Ricardo y Gloria, a sacar adelante la firma cosmética que fundaron con la indemnización que su progenitor recibió cuando cerró la empresa de piensos que dirigía. Corría 1979 y con 800.000 pesetas Ricardo Fisas montó en Barcelona la marca Natura Bissé. «Viendo lo sorprendentemente suaves que estaban las manos de un operario de su antigua compañía, mi padre pensó que los aminoácidos del colágeno con los que trabajaban se podían usar en belleza.

Fue un momento muy interesante que se vivió en casa con mucha ilusión. Él tenía 50 años y la decisión implicaba jugársela del todo con cuatro hijos, pero se involucraron en este proyecto con mucha energía positiva y nos hicieron partícipes de sus valores de responsabilidad y ética del trabajo», recuerda Verónica, hoy al frente de la empresa familiar que en 2019 facturó 87 millones de euros.

Más de cuatro décadas después, la firma cuyo nombre alude a la actriz Jacqueline Bisset, símbolo del glamour y la seducción en aquellos años, suma casi 400 empleados, tiene cinco filiales y está presente en 35 países. «Nos queda todo el resto del mundo por delante», adelanta la directora general, quien, a principios de los años noventa, capitaneó la expansión de la firma en Estados Unidos. Su primera intentona fracasó. «Nos la pegamos porque repetimos el modelo que había funcionado en España. No acertamos con el canal de distribución. En 1995 volvimos a intentarlo y entrar en los prestigiosos almacenes Neiman Marcus supuso dar un salto enorme».

Detalle de la nueva sede de la empresa en Barcelona.aleix bagué

Durante su aventura norteamericana, la buena fama que adquirió la marca impulsó proyectos como ofrecer tratamientos con su línea con diamantes, Diamond, a las estrellas los días previos a los Oscar. Con Hollywood su popularidad se disparó y Gwyneth Paltrow, Madonna, Julia Roberts y Sharon Stone engrosan la interminable lista de admiradoras famosas devotas de la firma. Beyoncé ha asegurado que se pone Diamond Extreme «cada mañana y cada noche» y pregonó su amor por esta crema al cantar en el tema Upgrade U que podía mejorar el look de su pareja con blazers de seda, alfileres de corbata de Cartier y faciales con cremas de diamantes. «Es espectacularmente generosa. Ella y todo su equipo han estado comiendo en casa y son fantásticos. Como también ha demostrado su generosidad Maribel Verdú apoyando durante la pandemia la campaña por la estética profesional para defender y poner en valor esta profesión», nos cuenta la desde 2019 primera mujer que preside la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa).

La firma arrancó con cinco cremas y hoy sigue fiel a su idea de dedicarse solo al cuidado de la piel. «No hacemos ni maquillaje, ni productos para el cabello. Somos expertos en cuidado de la piel, donde tenemos la ambición de ser referentes”, sentencia. Licenciada en Derecho y con un máster en Administración de Empresas, su habilidad en la gestión la llevó a ser nombrada consejera de CaixaBank en 2016.

Referente en el mundo de la cosmética, no se reconoce muy presumida. «Me gusta cuidarme, pero sigo pocos patrones. Uso la línea Diamond de base y a partir de ahí voy experimentando». Sobre por qué acude la gente a la industria, no duda: «Dejar que nos mimen y mimar». Su firma ahonda en la cultura sensorial, y por eso apunta con rotundidad: «Lo que peor que he llevado de la pandemia ha sido el teletrabajo. Necesito tocar».

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