Todos los caminos llevan a Pasadena

La ciudad californiana de Pasadena es el nuevo lugar de peregrinación de hipsters y fashionistas. Su repentina popularidad se podría contextualizar en el marco de la explosión que vive actualmente Los Ángeles, ya que casi todo lo que cuenta en el cine, la música, la moda y la cultura pop se abrigan al calor de la costa californiana y otras ramificaciones adyacentes. Los tristes sucesos de septiembre de 2001 confirmaron un cambio de época, y con ellos el nacimiento de otro hub de tendencias donde confluye lo que respiramos. Tras el París del barón Haussmann, el Lond...

La ciudad californiana de Pasadena es el nuevo lugar de peregrinación de hipsters y fashionistas. Su repentina popularidad se podría contextualizar en el marco de la explosión que vive actualmente Los Ángeles, ya que casi todo lo que cuenta en el cine, la música, la moda y la cultura pop se abrigan al calor de la costa californiana y otras ramificaciones adyacentes. Los tristes sucesos de septiembre de 2001 confirmaron un cambio de época, y con ellos el nacimiento de otro hub de tendencias donde confluye lo que respiramos. Tras el París del barón Haussmann, el Londres de la Revolución Industrial o el Nueva York del siglo XX, Los Ángeles y lugares como Pasadena representan en estos momentos la capitalidad de la cultura más audaz.

Esta excolonia española habitada originariamente por los indios Hahamog'na se ha convertido en la nueva obsesión de ese oráculo de la modernidad llamado Monocle y otras publicaciones que exhortan a la vanguardia compulsiva. Hermanada con la localidad catalana de Cambrils y con menos habitantes que San Sebastián, ha conseguido centrar la atención de emprendedores y amantes de la diferencia. ¿El motivo? Nada de ruinas o monumentos, sino mucha vida. Una vida que ha transmutado en patrimonio tangible: comercios, cafeterías, restaurantes… y la sensación de que se trata de un territorio sin expugnar, virgen de especulación y sobreexplotación, lo que inevitablemente se traduce en un crecimiento ordenado y precios asequibles. De momento, claro.

Así es como encajan apuestas como la de Mohawk General Store (Smith Alley, 24), una pequeña tienda que reúne a firmas como Acne, Isabel Marant, A Détacher o Engineered Garments. Ofrecen también las joyas cosméticas de Baxter of California, los jabones de Cousou de Fil Blanc o las fragancias de Mad et Len. Como no podía ser de otra forma, Mohawk General Store cuenta con otros dos locales en Silver Lake, el barrio más cool de L.A. según Forbes. En otro nivel, el segundo domingo de cada mes abre sus puertas el Rose Bowl Flea Market (Rose Bowl, 1001). 45 años de historia y más de 2.500 puestos de venta hacen de él uno de los mercadillos más populares de la costa oeste de Estados Unidos. Los hoteles de la zona organizan lanzaderas al lugar, e incluso existe un acceso VIP por el que acceden las celebrities −Jessica Alba es una de sus fans más fieles−.

Una pareja de habitantes de Pasadena, felices y, por supuesto, hipsters.

Pasadena es sobre todo un buen lugar para comer y beber. La pizzería The Luggage Room (Raymon Avenue, 260) cuenta con una carta de lo más selecta, con productos de la tierra y la creatividad del chef Christopher Pionke. Por otro lado, The Market on Holly (Holly Street, 57) poco tiene que ver con un mercado al uso. Este gastrobar está especializado en panadería, pescados, charcutería y vinos, un tótum revolútum de delicatessen. Pero no todo consiste en menear el bigote, pues Pasadena es también un foco de iniciativas culturales y musicales.

Cada año se celebra el festival Make Music, que alberga el talento de artistas indies locales y extranjeros. ¿Quieren la razón definitiva para nombrar a la ciudad capital indie? En Make Music no hay ni recinto ni abono, ya que se trata de un festival gratuito que se financia con patrocinadores y donaciones. Los habitantes se vuelcan en su organización y los escenarios se reparten por las calles del Downtown. Pasadena es la Marfa californiana, donde las vernissages sirven para que la CBS presente su programación y la serie Mad Men inaugure temporada; es también el lugar en el que se desarrolla la trama de la serie The Big Bang Theory.

Sin embargo, no se trata de ningún oasis que nace de ninguna parte. Su reciente popularidad se debe al momento de eclosión que vive Los Ángeles, a veinte minutos en coche (el tráfico es endiablado, así que nunca se sabe). Es allí donde las firmas Guess, American Apparel, Juicy Couture y Forever 21 tienen su cuartel general, y donde Hedi Slimane trasladó el estudio de diseño de Saint Laurent (los talleres siguen en París). Es también la ciudad en la que vive el dúo Daft Punk, el territorio donde reinan las hermanas Mulleavy al frente de Rodarte, y el epicentro desde donde Band of Outsiders se dirige al mundo. Mario Testino y Steven Meisel cuentan con una residencia en L.A., y se rumorea que John Galliano planea mudarse a vivir allí. Y todo porque ya se han dado cuenta de que en las calles de su extenso mapa urbano nace, crece y se expande la cooltura del mañana.

‘Skaters’ californianos ruedan por una calle.

Cordon Press