Tírate el café por encima de esta camisa blanca y no se ensuciará
La firma Elizabeth & Clarke recauda más de 200.000 euros en su campaña de Kickstarter para producir blusas y camisas a prueba de vino y de todo tipo de líquidos. Ahora sí que el frotar se va a acabar.
“No temerás vestir de blanco nunca más. Ni el café ni el vino, ni tan siquiera el sudor son rivales para The Unstainable White Shirt”. Esta sencilla frase resume la propuesta de la firma de camisas Elizabeth & Clarke, que buscó en el mecenazgo digital la financiación para producir una camisa capaz de repeler toda clase de líquidos y evitar manchas. Hace unas semanas colgaron la campaña en Kickstarter. Siete días despué...
“No temerás vestir de blanco nunca más. Ni el café ni el vino, ni tan siquiera el sudor son rivales para The Unstainable White Shirt”. Esta sencilla frase resume la propuesta de la firma de camisas Elizabeth & Clarke, que buscó en el mecenazgo digital la financiación para producir una camisa capaz de repeler toda clase de líquidos y evitar manchas. Hace unas semanas colgaron la campaña en Kickstarter. Siete días después ya habían superado con creces su meta inicial de 30.000 dólares (26.600 euros) y se habían marcado una nueva de 250.000 para producir la camisa en más tallas y colores. El éxito ha sido apabullante. Gracias a los 221.159 dólares donados por la comunidad digital, las camisas repele-manchas ya son una realidad. No tenemos que preocuparnos más de que ese amigo torpe nos tire la copa encima o de que una mancha de café nos arruine el lunes.
Los nuevos diseños antimanchas ya pueden encargarse en la web de la firma y empezarán a entregarse a partir de septiembre. Por el momento, el invento está disponible en tres diseños tipo camisa-blusa por un precio de 50 dólares cada una (algo menos de 45 euros) y una cuarta versión en camiseta que cuesta 25. Lejos de un diseño original (todos los modelos son de corte sencillo y solo están disponibles en blanco, negro y rosa pálido), no hay duda de la verdadera baza de su éxito reside en su sorprendente capacidad para no inmutarse le caiga lo que le caiga encima.
El secreto radica en el tejido. Las camisetas están elaboradas con un crepé de chine recubierto con diminutas fibras hidrofóbicas (cada una 100.000 veces más pequeña que un grano de arena) que se encargan de cualquier líquido de base acuosa se evapore incluso antes de tocar la tela. Aunque no es la primera vez que se aplica la nanotecnología para confeccionar prendas de este tipo, Melanie Moore y Juan Buritica, los dos jóvenes responsables de la firma, se marcan un tanto evitando los problemas de transpiración y el calor exagerado que producen algunas de sus competidoras. La firma ha conseguido evitar estos problemas colocando algodón y seda convencional debajo del material repelente. Su aspecto y tacto es el de una blusa cualquiera y no tiene ese acado plasticoso tan poco apetecible que se gastan otras prendas enemigas de las manchas.
La vida de estas blusas oscila entre los dos y los 10 años dependiendo de la intensidad del uso, explican desde la marca. Mantenerlas no requiere ningún cuidado distinto al de cualquier otra prenda. Se pueden lavar (incluso a máquina) y plancharlas, lejos de dañar el tejido, mejora sus propiedades. Solo les falta autolimpiarse por pirólisis y enemistarse también con las arrugas. A partir de ahora, tirarse la taza de café por encima ya no arruinará tu día.