En otoño, te vestirás de bailarina
La pasarela lo tiene claro, y Zara también: con faldas de tul y bailarinas de satén, el vestuario de las bailarinas promete irrumpir con fuerza en tu armario esta temporada.
Se han cargado la serie ‘Flesh and Bone’, pero siempre nos quedará ‘El cisne negro’. No lo decimos solo por su atmósfera de locura, sino también porque su vestuario es la inspiración clave. Aunque este otoño no te lo vayas a pasar de puntillas, tus referentes para la próxima temporada sí que lo hacen con bailarinas. De Anna Pavlova a Martha Graham, la pasarela se ha visto envuelta en una ola de continuas referencias al ballet.
Ojo,...
Se han cargado la serie ‘Flesh and Bone’, pero siempre nos quedará ‘El cisne negro’. No lo decimos solo por su atmósfera de locura, sino también porque su vestuario es la inspiración clave. Aunque este otoño no te lo vayas a pasar de puntillas, tus referentes para la próxima temporada sí que lo hacen con bailarinas. De Anna Pavlova a Martha Graham, la pasarela se ha visto envuelta en una ola de continuas referencias al ballet.
Ojo, no hablamos únicamente de la falda que popularizó Carrie Bradshaw y que por obra y gracia pobló toda la esfera bloguera. Lo de las bailarinas es una invasión de pies a cabeza. Una de las primeras en avanzadilla fue Miuccia Prada y su colección de primavera de Miu Miu. Entre sus propuestas, unas bailarinas en tonos nude, rojos y plateados con correas de piel y lazos que buscaban romper la delicadeza con un toque de punk.
Pero ha sido en las colecciones de otoño cuando la tendencia ha entrado por la puerta grande. Como si de un cuadro de Degas se tratase, John Galliano o Mary Katrantzou han subido a escena vestidos cargados de tul, al igual que hizo Miu Miu la temporada anterior. Hermès o Stella McCartney se decantan por menos transparencias y más combinación de tejidos y Proenza Schouler abraza el cuerpo femenino con creaciones en punto entalladas de escote amplio y mangas alargadas.
Valentino es el que está en el principal punto de mira. Su colección, que nos recuerda a las bailarinas que presentó Chloé en 2011, es una de las apuestas más fuertes. El nude y el negro campan a sus anchas en vestidos sinuosos con forma de tutú. Superposiciones de mallots y jerséis con vestidos mantienen omnipresente una clase de ballet, al igual que las zapatillas, plagadas de discretas tachuelas. Incluso los recogidos de Guido Palau y el maquillaje suave e iridiscente de Pat MacGrath parecen transmitir esa “libertad de movimiento” que impera en la pasarela.
Estas propuestas no han pasado desapercibidas para Zara. Adelantándose a otras firmas low-cost, ha sacado una ‘Ballet collection’ con piezas de su última colección que revocan irremediablemente a esta disciplina. Con la atención puesta en el rincón ordenado de la tienda, hemos podido ver cómo ya tienen varias versiones de bailarinas de satén (clon de las de Miu Miu incluidas), y todo un repertorio que va de monos a tops, pasando por chaquetas cruzadas y faldas y vestidos de tul, con calzas combinadas en su lookbook. Propuestas similares en este material podemos encontrar en Asos con firmas como Needle and Thread, pero ya sabemos que si a Inditex le ha dado tan fuerte por el ballet, no es ni mucho menos fruto de la casualidad que en unos pocos meses (sino lo hacemos ya) acabaremos moviéndonos al son de este mismo compás.
A la izquierda, ‘La clase de danza’, de Edgar Degas. A la derecha, Leslie Caron en la película ‘Daddy Long Legs’ (1955).