Tiendas por todo el país y máxima atención a los detalles: la fórmula con la que Simorra se ha fortalecido durante la pandemia
La marca ha vuelto a presentar su nueva colección con un desfile físico en la 080 Barcelona Fashion. Unas propuestas que inmediatamente salieron a la venta desde su página web.
Esta semana Barcelona celebraba la vuelta a la presencialidad con una nueva edición de su pasarela, 080 Barcelona Fashion, la primera física tras cuatro convocatorias digitales. Una cita en la que se ha recuperado el contacto y que ha servido para analizar cómo queda reconfigurado el panorama de la moda catalana tras los años de pandemia. Una posición que es más fuerte en el caso de ...
Esta semana Barcelona celebraba la vuelta a la presencialidad con una nueva edición de su pasarela, 080 Barcelona Fashion, la primera física tras cuatro convocatorias digitales. Una cita en la que se ha recuperado el contacto y que ha servido para analizar cómo queda reconfigurado el panorama de la moda catalana tras los años de pandemia. Una posición que es más fuerte en el caso de Simorra: la marca que ha sabido capear el temporal con un instinto envidiable y cerraba 2021 facturando 17 millones de euros (cifra mayor a las alcanzadas antes de la llegada de la covid) y prevé superar los 20 millones este año.
Había por ello mucho que celebrar durante el desfile, que además suponía el regreso de la firma a la pasarela tras una década ausente (Simorra sí estuvo presente en la edición digital del pasado mes de abril): “Nos apetecía volver después de mucho tiempo”, cuenta Eva Dimas, Brand manager de Simorra y miembro de la familia propietaria de la compañía. “Volver a sentir la emoción, porque un desfile es la culminación del trabajo de todo un año. Detrás está el trabajazo de todos los departamentos, desde branding a diseño”. El esbozo de cada colección comienza con un análisis de las tendencias sociológicas del momento, explica Dimas, “con ello desarrollamos el concepto. El desfile es el punto final, un momento de brillar que hace que todo el mundo lo pueda ver. Ya sea en persona, los que hemos tenido esa suerte, o en digital, porque ha quedado un vídeo precioso”.
Ves algo y lo quieres, si tienes que esperar seis meses, se te olvida.
Tanto el vídeo como las imágenes del desfile se convierten en nuevos contenidos con los que alimentar su página web y sus redes sociales, que no se nutren solo de novedades. En digital la compañía apuesta precisamente por el contenido afín para crear marca: desde charlas con Nina Masó a una cuidada selección de productos de otros sectores (de libros de Taschen a pianos de Steinway). “A raíz de la pandemia aumentaron mucho las ventas a través del canal online y las clientas ya se han acostumbrado y se han quedado”, revela Dimas. El digital ya supone el 20% del total de las ventas de Simorra. “Este cambio nos ayuda a llegar al nuevo público, sobre todo a nuevos mercados aunque ahora, por el momento, estamos principalmente centrados en España (y con el ojo en Europa)”.
Nómadas modernas
Una modelo encarnando a la Estrella Polar abría el desfile de Simorra, vistiendo un traje sastre decorado con estrellas y portando luces en las manos. Un primer pase al que seguían las exploradoras, mujeres resguardadas en abrigos envolventes y prendas de punto. “Este año partimos de la idea de las nómadas. Empezamos con Polaris y toda la tribu nómada que lleva consigo las prendas que más valora, que le protegen y le acompañan a cualquier parte. Está relacionado con el momento que vivimos y queríamos que representara a todas las mujeres, así que nos aseguramos de que aparecieran todas las edades, todas las tallas o todos los estilos”, dice la responsable de comunicación y marketing.
La colección que desfilaba el miércoles ya está en su mayoría disponible para la compra en la web y en las tiendas de la marca: “Estamos con el modelo see now, buy now, para que todas las clientas puedan ver el desfile, ir a las tiendas y encontrar casi toda la colección. Funciona muy bien porque ves algo y lo quieres, si tienes que esperar seis meses, se te olvida”. Pueden permitirse este sistema porque no dependen mucho del multimarca que suele exigir otros plazos. Otra de sus apuestas en los complicados años de pandemia, y al contrario que muchos de sus competidores, fue precisamente apostar por las tiendas propias en grandes y pequeñas ciudades, en las que pueden controlar hasta el último detalle y asegurar que la experiencia sea redonda: “El multimarca, que ya estaba tocado, ha salido muy mal de la pandemia. Nosotros, en este último año, hemos abierto tiendas en 10 ciudades en las que no estábamos y realmente están yendo todas muy bien. Hay muy buena acogida porque ofrecemos un servicio muy bueno. La gente se tiene que llevar una prenda, pero también la ilusión y la experiencia de un buen momento de compra”. Es la filosofía de la casa y, al menos aquí, funciona.