El último capricho de la moda (y de Beyoncé) es la nieta de Bob Marley
Hija de Lauryn Hill, Selah Marley despega en el gremio desfilando para Chanel o protagonizado la última campaña de Ivy Park.
Cuando Calvin Klein tuvo que definir a Selah Marley en su campaña de otoño no dudó en etiquetarla como «realeza de la música». No es para menos, esta menuda joven de 18 años –apenas llega a los 160 cm– es nieta de Bob Marley e hija de Lauryn Hill, fruto de su relación con Rohan Marley. Selah anda en boca de todos desde hace pocos meses, cuando desfiló para Kanye West con las botas que «parecían condones gigantes»...
Cuando Calvin Klein tuvo que definir a Selah Marley en su campaña de otoño no dudó en etiquetarla como «realeza de la música». No es para menos, esta menuda joven de 18 años –apenas llega a los 160 cm– es nieta de Bob Marley e hija de Lauryn Hill, fruto de su relación con Rohan Marley. Selah anda en boca de todos desde hace pocos meses, cuando desfiló para Kanye West con las botas que «parecían condones gigantes» en el polémico desfile de Yeezy en la semana de la moda de Nueva York. El New York Times sumó entonces su nombre al de otros cachorros de famosos que se habían dejado ver en la pasarela (Sofia Richie –hija de Lionel Richie– o Presley Gerber –hijo de Cindy Crawford) en este serial inacabable de ‘It Kids‘ poblados por Hadids, Kardashians y demás apellidos instagrameables.
Aunque debutó con 12 años para la revista Teen Vogue, el fichaje del rapero y nuevo mejor amigo de Trump hizo efecto en el despegue de su carrera. Su consolidación, no obstante, ha llegado cuando dos de los nombres que más peso tienen en la cultura pop han decidido reclutarla. Karl Lagerfeld, encaprichado desde hace años con asociarse con las ‘hijas de’, la incluyó en su desfile Metiérs d’Art en el Ritz de París en diciembre. Y Beyoncé ha sido la última madrina que le faltaba. La modelo acompaña a la cantante junto a Sophie Koella y la actriz Yara Shahidi (Black-ish) en la última campaña de Ivy Park, la línea deportiva de Queen Bey para Topshop, que se hizo pública pocas horas antes de que la artista desvelase que espera gemelos.
Esta tercera generación de los Marley, experta en acrobacia y jugadora de baloncesto, estudia en la Universidad de Nueva York y pisa fuerte en el gremio. Ha protagonizado portadas para Wonderland o Jalouse, participado en un vídeo de Proenza Schouler, Petra Collins la fotografió como una de las «jóvenes más inspiradoras del momento», ha aparecido en un editorial de Vogue sobre cómo vestir de Gucci o formado parte del lookbook de la colección otoño-invierno de Miu Miu. En sus entrevistas evita hablar sobre sus lazos familiares –a Teen Vogue sí que contó que sentía «mucha presión» por seguir los pasos de su madre y de su abuelo y que tenía miedo de «manchar su nombre»–, pero sí se retrata como una millenial multitarea de manual: lo mismo estudia astronomía que religión, escribe un diario público y afirma que quiere ser fotógrafa o hacer de DJ (con su propio canal de Soundcloud).
En consonancia con esa nueva generación de artistas activistas –Amandla Stenberg o Rowan Blanchard, entre otras–, también apuesta por defender sus ideales públicamente. Y si hay que mentar a la revolución Americana, se hace; como ha defendido en esta entrevista a i-D. «El reciente clima político solo es una prueba de que tenemos que hablar por nosotros mismos y mover ficha porque la gente que supuestamente lo debe hacer no lo está haciendo. Es un caso clásico de «no hay tributación sin representación» y creo que es importante que luchemos en contra, enseñándoles que ellos nos necesitan más de lo que nosotros los necesitamos a ellos».