Sandra Ortega, la heredera de Inditex a la que no le interesa la moda
La hija de Amancio Ortega ocupa el segundo puesto en la lista Forbes y su única fotografía vuelve a recorrer los medios. La mejor prueba de que su perfil discreto se aleja de lujos y tendencias.
Otra vez más la misma imagen de Sandra Ortega vuelve a tomar los medios. La hija mayor de Amancio Ortega ocupa el segundo puesto en la lista de las 100 grandes fortunas nacionales realizada por la revista Forbes y la única imagen que se tiene de ella, disparada en el entierro de su madre, Rosalía Mera, reaparece para ilustrar la noticia. Sandra mantiene un perfil bajo y discreto tan alejado de la prensa como su herencia le permite. Otras, en su...
Otra vez más la misma imagen de Sandra Ortega vuelve a tomar los medios. La hija mayor de Amancio Ortega ocupa el segundo puesto en la lista de las 100 grandes fortunas nacionales realizada por la revista Forbes y la única imagen que se tiene de ella, disparada en el entierro de su madre, Rosalía Mera, reaparece para ilustrar la noticia. Sandra mantiene un perfil bajo y discreto tan alejado de la prensa como su herencia le permite. Otras, en su lugar, ya habrían distribuido a los medios un retrato de estudio, cuidado y elegante, para sustituir de una vez por todas su imagen robada en 2013. Pero ella prefiere reforzar su aversión a las apariciones mediáticas pasando de posados y demostrando que su imagen pública, prácticamente nula, la trae sin cuidado. «A su madre sí le interesaba la moda pero a ella no», cuenta a S Moda el periodista Xavier R. Blanco, autor de la biografía Rosalía Mera. El hilo suelto (La Esfera de los Libros). «Su estilo es desenfadado, entre hippy y bohemio, como apareció en la famosa imagen del sepelio», explica.
Mientras que su hermanastra, Marta Ortega, combina las últimas tendencias Made in Zara con piezas de grandes diseñadores, la mujer más rica de España luce un look mucho más desaliñado en la única foto a la que tenemos acceso los medios. Sandalias tipo chancla (el modelo Gizeh de la marca Birkenstock), vestido vaquero un poco arrugado, fular de flores y escasos complementos (unos pendientes con forma de pluma, gafas de sol tipo aviador y bolsa de rayas) fueron las prendas que eligió en aquella ocasión. Sorprende especialmente que la principal heredera de la compañía de moda más importante del mundo no muestre mucho interés en las tendencias. Visitar la peluquería Cavélicco en A Coruña para mantener su corte y color, la misma a la que acudía su madre, parece ser una de sus pocas costumbres relacionadas con la imagen. Una decisión, tan respetable como la de su hermana Marta, pero que no deja de resultar llamativa.
«Sandra se parece mucho a su padre y es igual de celosa de su intimidad. A Amancio no le quedó más remedio que abandonar el anonimato tras la salida a bolsa de Inditex, pero ella nunca ha tenido esa necesidad», detalla Blanco. Tanto es así que desde que ejerce como Presidenta de la Fundación Paideia, ésta ha reducido su presencia mediática. «Su madre, Rosalía, convocaba ruedas de prensa para obtener subvenciones. Decía que no le gustaba dejarse ver en los medios pero lo cierto es que había relación y un cierto juego. Desde que está Sandra, sin embargo, los comunicados los hace el Vicepresidente, Guillermo Vergara Muñoz», cuenta el periodista y escritor. Resulta llamativo que, aún sabiendo que va todos los días a trabajar a Paideia, los paparazis no se agolpen en la puerta intentando inmortalizarla. Todo apunta a un pacto tácito entre la prensa y ella: no se esconde pero tampoco quiere salir. «Es muy amiga de Luz Casal y suele ir a la rueda de prensa que convoca la cantante de cara al Festival de la Luz. Pero se sienta en última fila y pasa totalmente desapercibida», afirma Blanco.
Aquellos que conocen a Sandra mantienen una impoluta discreción en lo relativo a su vida privada. Sí ha trascendido que «sabe mandar bien» y que en la Fundación mantiene un carácter afable, en el que dispone sin levantar la voz. Además está muy involucrada en el colegio público de sus hijos, donde es miembro del APA y ha luchado por causas como conseguir un comedor. Ella misma, que estudió Psicología, abandonó el colegio de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús para matricularse en el instituto público A Sardiñeira, centro donde conoció a su marido. Muchos destacan de la pareja sus intereses sociales y comprometidos.
A pesar de poseer la segunda fortuna más abultada de nuestro país y una de las más voluminosas de Europa, Sandra Ortega sigue manteniendo una vida austera alejada de los lujos. Continúa viviendo en su finca situada en la costa de Oleiros, frente a A Coruña, en un chalet costero alejado de las excentricidades propias de los nuevos ricos. Una filosofía de vida que defiende que el verdadero lujo no tiene nada que ver con la ostentación ni la opulencia. Allí, además de su marido Pablo Gómez y sus tres hijos, también habita bajo su tutela su hermano menor Marcos, afectado de una grave parálisis cerebral. «A Rosalía lo del yate le parecía una auténtica horterada y a Sandra tampoco la veo de paseo en el barco», comenta el biógrafo. Un dato que la sitúa aún más a las antípodas de su hermanastra Marta, que se ha dejado ver en alta mar con amigos en varias ocasiones a bordo del yate de su padre, valorado en más de 30 millones. Las dos hermanas son muy distintas y apenas mantienen relación. «No consta que ninguna haya asistido a la boda de la otra y, desde luego, Marta no fue al entierro de Rosalía. La relación entre ellas es casi inexistente pero la de Sandra con Amancio se ha ido estrechando desde la muerte de su madre», apunta el periodista.
Probablemente jamás veamos a Sandra Ortega sentada en primera fila de un desfile, ni haciendo una fiesta por todo lo alto para celebrar su cumpleaños. «Los gustos se van refinando. Rosalía veraneaba en Benidorm y luego pasó a Menorca. Pero Sandra ya es una mujer de casi 50 años que seguirá manteniendo un perfil austero». ¿Una última prueba? Su coche es un Renault y el de su madre, un Polo blanco descapotable, sigue en funcionamiento. Ni rastro de cochazos ni de bolsos de lujo en la vida de la mujer más rica de España.