Cómo identificar la verdadera bolsa de Ikea: la ingeniosa respuesta al clon de los 2.000 euros
Hace unos días Balenciaga saltaba a los titulares tras presentar un bolso azul sospechosamente parecido a la característica bolsa de Ikea. La famosa Frakta puede comprarse en las tiendas del gigante de la decoración por 0,99 dólares (unos 90 céntimos de euro), mientras que la versión en piel de la firma capitaneada por Demna Gvasalia está a la venta por unos 2.000 euros (el precio depende del tamaño y versión).
Lejos de hacer oídos sordos a la polémica, Ikea se ha ...
Hace unos días Balenciaga saltaba a los titulares tras presentar un bolso azul sospechosamente parecido a la característica bolsa de Ikea. La famosa Frakta puede comprarse en las tiendas del gigante de la decoración por 0,99 dólares (unos 90 céntimos de euro), mientras que la versión en piel de la firma capitaneada por Demna Gvasalia está a la venta por unos 2.000 euros (el precio depende del tamaño y versión).
Lejos de hacer oídos sordos a la polémica, Ikea se ha marcado una respuesta épica. La agencia de publicidad sueca Acne ha creado una pequeña campaña en la que muestra los pasos para identificar una bolsa de Ikea verdadera y diferenciarla de las imitaciones. Horas después de que la creación de Balenciaga se hiciese viral, la agencia ya estaba fotografiando la verdadera bolsa de Ikea siguiendo la misma estética de las imágenes que había distribuído la casa de moda.
Junto a la imagen aparece una lista de cuatro pasos para diferenciar el original del clon ( y no tienen desperdicio): 1. SACÚDELA, si cruje es la verdadera 2. ES MULTIFUNCIÓN, se puede llevar el equiupo de hockey, ladrillos e incluso agua 3. TÍRALA AL BARRO , la verdadera Frakta se puede lavar con la manguera del jardín cuando esté sucia 4. PRECIO EN LA ETIQUETA, solo 0,99 dólares.
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Demna Gvasalia, fan de reinterpretar elementos de la cultura popular (ya protagonizó otra polémica por hacer su propia versión de la bolsa de la compra tailandesa) y cuestionar los límites entre el humor y el lujo, ha recibido un poco de su propia medicina: una respuesta tan irónica como los diseños que propone. Una acción publicitaria efectiva y bien orquestada que con una imagen y altas dosis de humor ha dejado claro que solo hay una bolsa de Ikea única, genuina (y barata).
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