Que tu armario no le ponga fin a las vacaciones

Aunque ya estés de vuelta a la oficina, no des al traste con el buen sabor de boca que te han dejado las vacaciones: deja que las prendas que has llevado a la playa vayan contigo a trabajar.

Si eres de las que ya ha vuelto al trabajo pero te cuesta disociar agosto de vacaciones: no te dejes hundir por la depresión postvacacional.

Tener la sensación de que sigues en modo descanso es tan fácil como no ponerte, todavía, el traje de faena, e ir tirando de hits veraniegos, esas prendas que te han acompañado en tus momentos de ocio y relax, hasta que llegue septiembre o bajen considerablemente las temperaturas.

La ola de calor, desde luego, no ayuda nada a ponerse en situación...

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Si eres de las que ya ha vuelto al trabajo pero te cuesta disociar agosto de vacaciones: no te dejes hundir por la depresión postvacacional.

Tener la sensación de que sigues en modo descanso es tan fácil como no ponerte, todavía, el traje de faena, e ir tirando de hits veraniegos, esas prendas que te han acompañado en tus momentos de ocio y relax, hasta que llegue septiembre o bajen considerablemente las temperaturas.

La ola de calor, desde luego, no ayuda nada a ponerse en situación, así que mientras te empapas de tendencias otoño-invierno 2012/13, créate tu propio espejismo veraniego prorrogando tu estilo vacacional. ¿Cómo? Adaptándolo a los estándares del despacho.

1- Shorts y bermudas pero sobre todo pantalones anchos. No te los has quitado en todo el verano. Los has llevado a la playa pero son una de las tendencias del otoño. Basta que empieces reciclando aquellos de lino, seda y algodón y los vistas cambiando el top básico de tirantes y las chanclas, por una camisa blanca y unas coquetas plataformas.

2- Los Sun Dresses son para el verano. Así llaman los anglosajones a los vestidos de silueta relajada, normalmente en colores vivos, estampados y sin mangas. Dado que la canícula no da tregua no tienes motivo ninguno para empezar a apostar por prendas demasiado ajustadas o volúmenes demasiado arquitectónicos. Aparca, de momento, aquellas filigranas que se llevarán el próximo invierno (entre ellas el peplum, los volantes o el exceso de ornamentos) pero deshazte de su tono informal acompañándolos de accesorios subidos de tono como, por ejemplo, una bisutería vistosa.

3- Plana hasta que no se demuestre lo contrario. Si eres de las que asocia tacones con trabajo porque es la única ocasión para la que te los pones, no sufras y alarga el uso de las sandalias planas. Bastará con que aparques hasta próximo aviso tus flip flops.

4- Los bañadores también van a la oficina. Puede parecer un despropósito pero queda demostrado que la mayoría de trajes de baño puede servir perfectamente como body. Con un cárdigan o un blazer encima nadie notará que eso que se te pega al cuerpo no es ninguna camiseta.

5- Blanco ibicenco. No importa si te has puesto morena aprovechando el sol que te entra por el balcón o echando horas en el terrado. Ni siquiera si te has ido hasta Barbados por culpa de Rihanna. Es hora de lucir las horas de sol acumuladas con prendas blancas: otra de las tendencias troncales del otoño.

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