¿Por qué se llevan las camisetas con lemas feministas de los 70?

¿Tiene sentido exhibir las proclamas de la segunda ola 40 años después? ¿Han perdido su significado? La moda recupera y explota la estética de las coetáneas de Gloria Steinem en pleno revival de los 70.

¿Puede un lema del feminismo radical de los 70 convertirse en el último capricho de la moda? Sí, con algo tan simple como consultar tu feed de Instagram, se puede. Así fue el germen de la camiseta feminista de la que todo el mundo habla, porque no ha habido blog de tendencias (I-D, Bustle, ...

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¿Puede un lema del feminismo radical de los 70 convertirse en el último capricho de la moda? Sí, con algo tan simple como consultar tu feed de Instagram, se puede. Así fue el germen de la camiseta feminista de la que todo el mundo habla, porque no ha habido blog de tendencias (I-D, Bustle, Refinery 29) o sección de estilo de diarios de prestigio (New York Times) que no haya reseñado el furor que está viviendo la prenda con el lema The Future is female. Un objeto fetiche que, por lo visto, ya pasean artistas como Annie Clark (Saint Vincent) o la ubicua Cara Delevingne. Todo comenzó cuando una foto de una activista gay de 1975 con una camiseta con el lema The Future is female fue rescatada en una cuenta de Instagram de herstory lésbico. Con la instantánea se topa Rachel Berks, una diseñadora gráfica, propietaria de Otherwild, una tienda-estudio de objetos de diseño en Los Ángeles. Decide imitarla, comercializarla a 30 y 50 dólares (versión sudadera) y destinar parte de las donaciones a Planned Parenthood, la red de planificación familiar estadounidense que tantos recortes y ataques terroristas está sufriendo por defender los derechos reproductivos femeninos. Las remesas se agotan a las horas y el furor por el lema llega hasta las celebrities.

«Es increíble ver cómo la gente ha abrazado un lema que proviende del movimiento radical separatista de los 70», ha explicado al NYT la propietaria de Otherwild, que asegura que la camiseta que se concibió como una reacción al sistema patriarcal ahora se ha transformado su mensaje. «La gente lo está recontextualizando», cuenta y asegura que ahora la lucen todo tipo de clientes «mujeres trans, hombres, madres con hijos, etc».

El lema de la camiseta de una activista lesbiana de 1975 que ha comercializado una tienda estadounidense se ha convertido en fetiche entre celebrities. Cada remesa se agota al instante. Foto: Liza Cowan/ @otherwild

El fenómeno de Future is female no es aislado. Si bien muchos compradores de la camiseta de la discordia desconocen completamente de dónde sale o por qué se cocinó ese lema, su rápida absorción en la generación Tumblr es completamente lógica. Ahora que el movimiento feminista ha invadido la esfera cultural y hasta Chanel pasea a modelos con pancartas reclamando la igualdad (no sin polémica de por medio), el eslogan es perfecto para seducir a los recién llegados que, probablemente, ignoren quién son Germaine Greer o Elinor Burknett (a las que, por cierto, se las ha acusado de ser transfóbicas a propósito de Caytlin Jenner).

Lo de recuperar las proclamas que gritaban las ideólogas de los 70 en camisetas con aspecto gastado se paga a precio de oro en la red y  revistas prestigiosas como Porter dedican editoriales emulando a Gloria Steinem, icono de la época que, casualmente, también tendrá su biopic en la pantalla próximamente, encarnada en Marisa Tomei. «Una mujer sin un hombre es como un pez sin una bicicleta», decía en los 70 la fundadora de Ms. Magazine… y ahora se comercializa en Etsy. El Nunca subestimes el poder de una mujer, lema de una revista femenina de los 40 en EEUU y que popularizaron las feministas de la segunda ola, se vende por unos 100 euros en la exquisita Stoned Immaculate Vintage. ¿Por qué las revistas de tendencias hablan más de estos lemas en camisetas que los de las Riot Grrrls de los 90, que también se comercializan y tienen su público? Porque la década de la segunda ola es la que domina las pasarelas y las tendencias de la temporada. Su furor responde, en parte, a una sincronización perfecta con el revival setentero de la moda.

La estética de la activista Gloria Steinem está de moda. Celebrada en editoriales y en las pasarelas, los lemas que ella entonaba en su época también se pueden adquirir online. Foto: Etsy/ Corbis (Life Magazine)

Para entender todo este resurgir feminista de antaño en los armarios de los más jóvenes sólo hay que comprobar cómo marcas noveles como Me and you se han hecho de oro vendiendo braguitas rosas de abuela con un simple Feminist estampado en el trasero. Con un aspecto muy vintage, ese que encaja perfectamente con esta fórmula setentera, y con la inestimable promoción de estrellas de la red como Petra Collins, Tavi Gevinson o Amandla Stenberg, la firma de un par de amigas adolescentes ha conseguido ser reseñada en toda publicación del planeta y cuelga el sold out a las pocas de horas de anunciar una nueva hornada de braguitas por la igualdad.

Pero, ojo, no por ponerte una camiseta con lemas de Gloria Steinem serás mejor feminista. La activista Caroline Criado-Perez defendía recientemente en The Guardian a propósito de todo este merchandising que muchos compradores deberían preguntarse cómo se ha hecho, dónde y en qué condiciones. Que se lo digan si no a todos los políticos, actores y estrellas de la cultura que promocionaron a finales del año pasado la camiseta This is what a feminist look like (este es el aspecto de un feminista) y que debieron maldecir el día que se la pusieron cuando se destapó en las condiciones de esclavitud en las que se fabricaba la prenda: feminismo a 62 peniques la hora en una fábrica de Bangladesh.

A la izquierda, braguita de Me and you. A la derecha, Benedict Cumberbatch con la polémica camiseta ‘This is what a feminist look like’.Instagram: @its_meandyou/ @ElleUk

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