Por qué Meghan Markle ha escogido la revista ‘The Cut’ para contar su distanciamiento de la familia real

La duquesa de Sussex se aleja de las históricas cabeceras tradicionalmente escogidas por la familia real británica y protagoniza la portada de la publicación feminista estadounidense.

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Tras varios meses alejada de la escena pública, Meghan Markle ha protagonizado la portada del nuevo número de la revista The Cut y ha concedido una entrevista desde su casa de Montecito, en California, donde vive con su marido y sus dos hijos desde mediados de 2020. A lo largo del reportaje, la duquesa de Sussex habla de su nueva vida en la costa californiana alejada de la familia real británica, la posibilidad de volver a las redes sociales o sus nuevos proyectos, que incluyen su recién estrenado podcast Archetypes y su documental de Netflix, cuya fecha de estreno todavía está por determinar. Todo ello acompañado de una sesión de fotos en la que Markle posa con estilismos sobrios y sofisticados de firmas como Bottega Veneta, Chanel o Tory Burch.

El medio escogido por Markle para hablar de su nueva vida rompe con las tradicionales cabeceras escogidas por la familia real británica. Desde hace décadas, Vogue y Vanity Fair, ambas pertenecientes al grupo editorial Condé Nast, se han convertido en el gran escaparate de la casa real. Una tradición que se remonta a 1971, cuando la princesa Ana, la única hija de Isabel II, protagonizó la portada del número de septiembre de la edición británica de Vogue, convirtiéndose en una de las primeras royals en ocupar la cubierta de una revista de moda. En mayo y en noviembre de 1973, volvió a protagonizar la cabecera. 

Diana de Gales también posó para la publicación en repetidas ocasiones. La primera, en 1981, cuando acababa de contraer matrimonio con Carlos de Inglaterra. Lo hizo también para Vanity Fair, ocupando su portada por última vez, en vida, en julio de 1997, un mes antes de su trágico accidente. Por su parte, Kate Middleton se estrenó en la cubierta de Vogue en 2016. La revista celebró su centenario con un número especial en el que le dedicó diez páginas a la duquesa de Cambridge. Ese mismo año, la reina Isabel II ocupaba la portada de Vanity Fair, con un retrato captado en el castillo de Windsor, junto a cuatro de sus perros, con motivo del 90 aniversario de la monarca.

En 2019, Markle fue la editora invitada del número de septiembre de la edición británica de Vogue. Sin embargo, ella optó por no aparecer en su portada. En su lugar, todo el protagonismo de la primera página de la revista estuvo dirigido a 15 mujeres a las que Markle quiso rendir homenaje —incluida la joven activista contra el cambio climático Greta Thunberg o la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern— y que calificó como «la fuerza del cambio». 

La elección de la duquesa de Sussex de conceder una entrevista a The Cut se aleja por completo de la tradición de la casa real británica. Nacida en 2008 como un blog de estilo y moda en la revista New York Magazine fue relanzado en 2012 como cabecera por la periodista Stella Bugbee, ahora redactora jefa de Estilo del New York Times. Desde el comienzo la publicación apostó por un claro enfoque feminista, cuyo contenido rebasa los estereotipos que tradicionalmente se les han asignado a las revistas femeninas y aborda temas políticos y sociales con una visión crítica y analítica. Su intención queda de manifiesto en la forma en que tratan temas como el aborto o el racismo, y en su empeño por reivindicar el punto de vista femenino para comprender la actualidad, algo muy alejado de la tradicional línea editorial de las cabeceras de Condé nast, a menudo acusadas de ser elitistas y poco inclusivas.

Desde antes de que Meghan Markle entrara a formar parte de la familia real británica, la exactriz ha demostrado su interés en la lucha por la igualdad y por defender los derechos de las mujeres. «Estoy orgullosa de ser feminista. No es suficiente con hablar de ello. Hay que creer en la igualdad y trabajar por ella», reivindicó en un evento organizado por la ONU en 2015. Fue en 2020 cuando Markle y el príncipe Enrique de Inglaterra lanzaron la fundación Archewell, una organización con la que han mostrado su compromiso en participar en proyectos solidarios. Uno de sus últimos movimientos fue en 2021, cuando la pareja anunció su colaboración con la compañía Ethic, una firma comprometida con asuntos como la justicia racial, la igualdad de género o el cambio climático.

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