Las ocho torturas a mujeres más polémicas vistas en ‘Juego de tronos’
Llega la última temporada y todo parece indicar que el trono de hierro lo acabará ocupando una mujer… pero no lo hará sin antes haber sido vejada.
Era una cosa de no creer. Cristina Cifuentes y Pablo Iglesias con la misma camiseta, esa que reza: “No soy una princesa. Soy una khaleesi”. Probablemente, su afición a Juego de tronos sea lo único que ambos políticos han tenido y tendrán en común (además de su larga caballera, claro). Una unanimidad que, sin embargo, no comparten otros colegas extranjeros como, por ejemplo, la senadora Claire McCaskill. En 2015, tras el episodio en el que Sansa es violada por Ramsay Bolton escribió en Twitter: “Se acabó. No sigo con Juego de tronos […] Es una escena de violación gratuita...
Era una cosa de no creer. Cristina Cifuentes y Pablo Iglesias con la misma camiseta, esa que reza: “No soy una princesa. Soy una khaleesi”. Probablemente, su afición a Juego de tronos sea lo único que ambos políticos han tenido y tendrán en común (además de su larga caballera, claro). Una unanimidad que, sin embargo, no comparten otros colegas extranjeros como, por ejemplo, la senadora Claire McCaskill. En 2015, tras el episodio en el que Sansa es violada por Ramsay Bolton escribió en Twitter: “Se acabó. No sigo con Juego de tronos […] Es una escena de violación gratuita, desagradable e inaceptable”.
Y es que no hay que ser muy avispado para comprender que algo pasa entre los guionistas de Juego de tronos y las mujeres que, como mínimo, es discutible. Cierto es que uno de los grandes atributos de la serie es que jamás se ha mostrado en una pantalla de televisión tal cantidad de violencia y sexo, pero no lo es menos que ambas cualidades se han ejercido con mayor intensidad, y en ocasiones bordeando el sadismo, con los personajes femeninos. Mientras que los momentos en los que los personajes masculinos complotan “sobre fondo de desnudos femeninos”, por así decir, en burdeles y lupanares son abundantes, hasta la quinta temporada no se vieron unos genitales masculinos. No lo decimos nosotras, lo dicen los números: según el recuento realizado por la periodista Sara David, en la primera temporada hubo un total de 30 desnudos, de los cuales el 88% pertenecían a mujeres; en la segunda bajaron a 16, pero hicieron un pleno del 100%; en la cuarta, 23 y un 90%. Era tan escandaloso que, en la séptima, se redujo el número de desnudos a seis, y se repartió mitad y mitad. En esta penúltima temporada también desaparecieron las vejaciones a las protagonistas. Pero a falta de la temporada final, Juego de tronos ya ha batido todos los récords de violaciones en pantalla. Tan es así que, si la cosa acaba con Sansa, Cersei o Daenerys en el Trono de Hierro, lo hará con una mujer que ha sufrido una violación. He aquí los momentos más humillantes y violentos que han tenido que sufrir los personajes femeninos de la serie.
La(s) violación(es) de Khal Drogo a Daenerys (T01E01)
Después de una boda de conveniencia en la que es vendida por su propio hermano, llega la hora de consumar. La mole de Khal Drogo –por lo menos, es de los pocos protagonistas masculinos que enseña carne–, desnuda a su mujer con la misma delicadeza con la que se quitaría un padrastro e introduce su pene en una llorosa Daenerys. Como fondo, eso sí, una bonita puesta de sol. Las defensoras de la serie (y de los pectorales de Drogo), afirman que, episodios después, ella toma el mando cambiando sus bárbaras costumbres de hacerle el amor por la espalda y poniéndose encima de su marido. Que le quiten lo llorado.
La violación de Cersei por Jaime (T04E03)
Aquí a la violencia sobre la mujer se le añade la necrofilia, pues Jaime viola a Cersei ante la tumba de su hijo fallecido, en un empotramiento que no te lo firma ni un satanista. Tan macabra escena estaba en las novelas, pero en las páginas se producía con el consentimiento de Cersei, ausente en la serie. Es un momento importante porque va a repetir un patrón comunicacional en las escenas conflictivas: los implicados (en este caso el “violador” Nikolaj Coster-Waldau y el director Alex Graves) dan explicaciones a los medios. Y el autor de la novela, George R. R. Martin, declara que manzanas traigo y que eso son cosas de la tele.
La violación de las esposas de Craster (T04E04)
Craster es un ser repulsivo, así que cuando se amotina la Guardia de la Noche, por supuesto, lo primero que piensan para fastidiarle es en violar a las mujeres que tiene a su alrededor, por… bueno, por eso de que no había que perder las costumbres de la serie.
La muerte de Shae (T04E10)
Lo bien que nos cae Tyrion Lannister, ¿verdad? Así, tan pequeño y tan resalao… Hasta que descubre que su padre se acuesta con su amante Shae y la ahorca con sus propias manos en un “la maté porque era mía” de manual misógino.
La violación de Sansa (T05E06)
La escena que encontró intolerable la senadora McCaskill tenía enjundia. De nuevo en una noche de bodas, Ramsay Bolton viola a su mujer, Sansa. Pero el muchacho quiere que quede constancia de ello, y por eso pide a Theon Grejoy que se quede a mirar. El trauma se desplaza así no a la mujer violada, sino al espectador de la violación. Por supuesto, la agencia de prensa en pleno de la serie salió en defensa de la necesidad de la escena, incluida Sophie Turner, la actriz sometida a la violencia.
La muerte de la princesa Shireen (T05E09)
A la pobre y cándida Shireen la sentencia a muerte su propio padre, Stannis Baratheon. Visto lo visto, no parece gran cosa comparada con el resto de escenas, pero es que la decisión de quemarla viva en una hoguera se lleva a cabo por decisión de otra mujer, la bruja Melisandre. En Juego de tronos, sororidades las justas.
El camino de la penitencia de Cersei (T05E10)
La traca final de una temporada que parecía diseñada por el más misógino de los guionistas solo podía acabar con una nueva vejación femenina. La purificación de Cersei solo puede pasar por su humillación. Los habitantes de Desembarco del Rey acribillan a salivazos, tomatazos e insultos a una desnuda Cersei. El cuerpo era de una doble llamada Rebecca Van Cleave, elegida entre 1.000 candidatas que, encima, afirmó a la revista EW estar encantada de la vida con la escena. Ojo a las declaraciones: “Fue una de las más terroríficas, maravillosa y gratificantes experiencias que hubiera podido soñar”.
La muerte de Lady Walda (T06E02)
El sadismo habitual de Ramsay, en su variante de psicópata gordofóbico, le lleva a lanzar a sus perros a devorar a su hermana y a su hermanastro recién nacido. Y es que si la serie tiene serios problemas con las mujeres, también los tiene con los bebés presentes o futuros, como ya se comprobó con el asesinato de la embarazada Talisa Maegyr en La boda roja.