‘Slutever’: por fin un programa para mujeres que disfrutan del sexo sin tapujos
La cronista sexual Karley Sciortino es la voz de la liberación sexual femenina de esta generación. Tras su columna y su libro, llega a España el programa de televisión donde se adentra en los aspectos más controvertidos de nuestra era.
No sé si alguna vez Karley Sciortino soñó con emular a Carrie Bradshaw, la protagonista de Sexo en Nueva York, pero desde luego lo ha conseguido. Como la rubia catódica, Sciortino escribe una columna semanal sobre sexo (en Vogue.com, titulada Breathless), vive en el neoyorquino West Village; cuenta con un blog, Slutever, ha escrito un libro titulado ...
No sé si alguna vez Karley Sciortino soñó con emular a Carrie Bradshaw, la protagonista de Sexo en Nueva York, pero desde luego lo ha conseguido. Como la rubia catódica, Sciortino escribe una columna semanal sobre sexo (en Vogue.com, titulada Breathless), vive en el neoyorquino West Village; cuenta con un blog, Slutever, ha escrito un libro titulado Slutever. Dispatches from a sexually autonomous woman in a post-shame word (2018) y es una cara imprescindible en cualquier evento que se precie en el downtown de Manhattan.
A sus 32 años, esta escritora ha creado un imperio entorno a la palabra slut, de la que se deriva el nombre de su web y el de este programa de Viceland, que se emitirá los martes a las 23:30 en Odisea y que se podrá ver también en las plataformas de vídeo bajo demanda. Según el Collins English Dictionary, el término slut designa a “una mujer muy inmoral en su comportamiento sexual”, “una perra”, “una mujer promiscua, sucia y despreciable”. Para Karley, sin embargo, el vocablo slut se refiere a “cualquiera que no tiene ningún obstáculo moral entre si misma y su deseo de disfrutar del sexo”, como apunta en su libro.
La serie, que empieza el próximo martes 5 de junio y que cuenta con Adri Murguia como co-creador y director, consta de diez capítulos en los que Sciortino nos adentrará en mundos sexuales poco frecuentados para la mayoría, al margen del universo vainilla. Dominatrices, masajes con final feliz para mujeres (en un momento de este episodio, Karley apunta: “en nombre de la igualdad de género creo que las mujeres deberíamos estar dispuestas a aceptar orgasmos de extraños”); sexo y lujo, de la mano de Dita Von Teese, cannasexuales (personas que echan mano del cannabis para explorar su sexualidad), ecosexuales (mujeres que se excitan con la naturaleza o los árboles) o personas que tienen fantasías eróticas con monstruos, son algunos de los temas de los diferentes capítulos.
“Slutever es una celebración del sexo, por eso hemos buscado temas divertidos, placenteros, ligeros”, cuenta Sciortino a S Moda, “en cada episodio exploro una subcultura sexual y trato de tener una nueva experiencia. En ese momento, yo estoy haciendo de sustituta de la audiencia. Se trata de desestigmatizar la sexualidad moderna pero de una manera que sea divertida y no demasiado seria. Yo veo el show como una combinación de periodismo y activismo escondido bajo una gran capa de humor. Nunca he sido muy buena en eso del ‘periodismo objetivo’, así que sí, tenemos una intención, conseguir que determinados comportamientos sexuales considerados raros e incluso repugnantes, se empiecen a ver de otra manera. Queremos humanizar a los que hasta ahora estaban al margen. Queremos contar historias de mujeres, verdaderas sluts, que están rediseñando la sexualidad femenina. En ese sentido, la serie es muy pro slut, pro trabajadoras sexuales y pro desviación”.
Sciortino creció en una familia católica y conservadora pero a los 21 años se fue a Londres. “Empecé mi blog en 2007”, cuenta. “Al principio se trataba más bien de contar mis experiencias con la gente con la que me acostaba, al mismo tiempo que el día a día de alguien que vive en una comunidad okupa en Londres (sí, ¡dios sabe que sobreviví a ello!). Años más tarde fui a vivir a Nueva York y prestaba asistencia a una dominatrix. Fue entonces cuando empecé a interesarme en la psicología que rodeaba a otros tipos de sexualidades. Comencé a entrevistar a fetichistas y a escribir sobre ellos. Básicamente, me interesaba en otras sexualidades y deseos que no eran los míos, y desde entonces no he parado de escribir sobre sexualidad femenina porque es una materia interesante e infinita. Vivimos un momento en el que podemos hablar de sexo más que nunca, en el que el doble estándar empieza a desmoronarse; pero, al mismo tiempo, somos todavía muy moralistas en muchos aspectos y la filosofía slut aún provoca mucha vergüenza. Creo que vivimos un periodo de transición en cuanto a sexualidad femenina, con sus avances y retrocesos. Para mi es un momento extremadamente interesante para escribir sobre sexo”.
Como cuenta un artículo de The Guardian sobre esta bloguera, el mayor miedo de su madre es que su hija se arrepintiera en un futuro de haber divulgado y escrito sobre sus orgías de juventud, pero Sciortino rechaza la idea de que la promiscuidad sea, por fuerza, algo que pasa con la edad o algo de lo que haya que arrepentirse.
Cuando se le pregunta qué ha descubierto en su total inmersión en el océano del sexo, la escritora contesta “que hay mucho en el menú y que por mucho que te creas que eres raro, siempre hay alguien más raro que tú, lo que puede resultar muy reconfortante”.
La forma en que los medios de comunicación tratan el sexo es otro de los asuntos sobre los que Sciortino ha escrito en más de una ocasión. “La manera en que se retrata la sexualidad es a menudo sensacionalista y con la intención de estigmatizarla”, afirma. “Se nos suele advertir de los peligros del sexo, y esto es especialmente verdad en EEUU. Estamos constantemente prevenidos sobre los hombres depredadores, las enfermedades de transmisión sexual, la cultura de la violación y todas las formas en las que las nuevas tecnologías están matando el romanticismo y las relaciones humanas. ¿Por qué nadie habla de las muchas maneras en las que el sexo puede ser divertido, revelador o placentero? Esto es algo en lo que yo y Adri Murguia coincidimos y queremos resaltar en la serie. Pretendemos ser un soplo de aire fresco en el actual clima de neurosis sexual. Queremos recordar a la gente que el sexo es algo divertido”.
La sexualidad femenina y su gran emancipación en las últimas décadas es, muy probablemente, el motor de cambio del sexo. Sin embargo, la historia nos enseña que la igualdad de género parece, a menudo, un fin inalcanzable. “Yo creo que la promiscuidad femenina todavía tiene un camino que recorrer. Mucha gente (y no solo los hombres) se sienten amenazados por la figura de una mujer con apetito sexual y con varios partenaires; pero, al mismo tiempo, es el mejor momento para ser una slut. El positivismo slut esta creciendo y hemos empezado a comprender que hay una manera responsable y sana de ser una slut”, añade Karley.
¿Cómo se siente al leer sobrelos comentarios de algunos lectores alejados de una visión progresit e igualitaria del sexo? “Todavía estamos tratando con siglos de vergüenza sexual acumulada y eso no es un trabajo fácil. En mi caso, nadie me enseño nunca a hablar de sexo. La única educación sexual que recibí de mis padres o en el colegio fue: el sexo es peligroso, no lo hagas. ¿Cómo alguien puede esperar que uno crezca en este ambiente y que luego sea una persona sexual y emocionalmente madura? Por eso creo que todas las honestas conversaciones que la gente está teniendo sobre sexo online son importantes. Me gusta pensar que Slutever es la educación sexual que la gente no ha tenido en la escuela”.