Las ideas no tienen precio

Cuatro interioristas aceptaron el reto de crear un exclusivo rincón festivo fácil de imitar. Pero con un inconveniente, ajustarse a un presupuesto inferior a 50 euros.

LORENZO CASTILLO
Gotas perennes

Precio: 35 euros.
Material: ramas secas, cuentas de cristal de lámparas de araña rotas, pizarra y óleos.
Tiempo: una hora y media.

Ya sean de la calle, de almonedas o del desván, el interiorista Lorenzo Castillo propone recuperar del olvido elementos brillantes y combinarlos en clave de lujo «con un mínimo coste». Las lágrimas de cristal de murano moradas las encontró en el Mercado de las Pulgas de París. «No lo dudé y las compré, eran baratísimas, 2...

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LORENZO CASTILLO
Gotas perennes

Precio: 35 euros.
Material: ramas secas, cuentas de cristal de lámparas de araña rotas, pizarra y óleos.
Tiempo: una hora y media.

Ya sean de la calle, de almonedas o del desván, el interiorista Lorenzo Castillo propone recuperar del olvido elementos brillantes y combinarlos en clave de lujo «con un mínimo coste». Las lágrimas de cristal de murano moradas las encontró en el Mercado de las Pulgas de París. «No lo dudé y las compré, eran baratísimas, 20 euros». En el rastro de Madrid «también se pueden adquirir, sobre todo ahora que no se llevan las lámparas de araña». Las ramas secas son de la floristería El invernadero, «pero se pueden coger del campo», y el cuadro es una obra de su hermano Santiago. «Es una sencilla estrella, un poco op art, que contrasta con el color del cristal».

«Un espejo de madera, flores o una butaca de piel son el mejor contrapunto a la composición».

Mirta Rojo

ERICO NAVAZO
Con el espíritu del vinilo

Precio: 4,60 euros.
Material: dos cintas adhesivas de electricista y un rotulador blanco.
Tiempo: dos horas.

«Es hora de abrir los cajones donde se guardan las herramientas y atreverse a utilizarlas en estas fechas, de manera que ellas sean las auténticas protagonistas de la decoración», asegura Erico Navazo. En su vivienda de Madrid y sobre un panel de madera que esconde su dormitorio, el decorador dio rienda suelta a su creatividad. «Con un boceto previo pensé qué quería realizar. Tomé dos rollos de cinta adhesiva de electricista, que recuerda al vinilo, y compuse un mural con ciertas referencias al grafismo cincuentero». Más tarde, con un rotulador blanco subrayó palabras y estrellas. Solamente recomienda tener precaución para que la cinta no tenga mucho adhesivo y no dañe la madera o las paredes porosas.

«Para obtener el efecto global, el musgo de invernadero se convierte en un llamativo mantel».

Mirta Rojo

PEPE LEAL
Regresa la construcción

Precio: 48,54 euros. 
Material: tubería de latón, codos y tés de latón, roscas y tapón de cobre, velas, tubo corrugado rojo, estropajo de fibra verde y cable eléctrico rojo.
Tiempo: una hora.

Cuando no se construye es cuando más excedente de material de obra se dispone. «Pensé en los fontaneros y electricistas que no tienen trabajo y cómo podrían reciclar los elementos que acumulan». Ese fue el punto de partida de la mesa que ha preparado Pepe Leal. «Una tubería de cobre para hacer un candelabro, en contraste con el verde de los estropajos, para los abetos de los servilleteros y el rojo del cable con los que los até». Los salvamanteles son de tubo corrugado de electricista. «Me recuerdan a las ruedas de churros, me encantan las porras, esa fue la inspiración». Para acompañar, Leal propone un menú en tonos rojos: bloody mary, consomé de remolacha y carne al vino.

«El bodegón varía según se comen los dulces, así el juego se prolonga».

Mirta Rojo

GUILLE GARCÍA-HOZ
La revolución de los juguetes

Precio: 21,40 euros. 
Material: platos de recuerdos de viajes y vajillas sueltas. Loro, gato de la suerte y juguetes de plástico de bazares chinos.
Tiempo: 40 minutos.

«No hay dinero, de acuerdo, pero todos queremos disfrutar del color y de rincones optimistas». Este es el origen de la composición que ha realizado Guille García-Hoz. «Nada más fácil que irte a los chinos y comprar muchísimos juguetes. Cuando los colocas sobre las bandejas de los dulces de estas fechas generas un entorno en el que pasan muchas cosas: coches haciendo carreras, soldados peleando o Godzilla comiéndose un coche». También aconseja recuperar los recuerdos de viajes que nos han regalado. «De manera que, cuando nos visiten, vean que los usamos. Esta es la clave del humor kitsch». 

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