La magia de Elizabeth Gilbert contra el bloqueo creativo
El podcast de la autora, ‘Magic Lessons’, es una suerte de consultorio sentimental de casos de retos creativos donde puede suceder la magia. O al menos el desbloqueo.
¿Podrías engancharte a un podcast en el que las palabras inspiracional, creativo y magia son la tónica y no sentir rechazo?
A ver, ¿quién no tiene entre su lista de buenos propósitos un punto consagrado a desarrollar (por fin) esa idea de proyecto creativo? El año nuevo nos trae días crujientes por estrenar donde todo parece posible, se respira mejor y en los que nos sentimos dispuestos a hacer espacio y energía para llevar a cabo esas empresas que se nos resisten. Pero, ¿cómo se lleva la creatividad con la incertidumbre de estos tiempos? ¿Es posible crear bajo toda cir...
¿Podrías engancharte a un podcast en el que las palabras inspiracional, creativo y magia son la tónica y no sentir rechazo?
A ver, ¿quién no tiene entre su lista de buenos propósitos un punto consagrado a desarrollar (por fin) esa idea de proyecto creativo? El año nuevo nos trae días crujientes por estrenar donde todo parece posible, se respira mejor y en los que nos sentimos dispuestos a hacer espacio y energía para llevar a cabo esas empresas que se nos resisten. Pero, ¿cómo se lleva la creatividad con la incertidumbre de estos tiempos? ¿Es posible crear bajo toda circunstancia personal y/o colectiva? ¿Es viable escribir, por ejemplo, durante un duelo? Elizabeth Gilbert, la autora de best sellers mundiales como Come, reza, ama está especializada en acompañar a personas en pleno bloqueo creativo. Sin ponerse paternalista ni abusar de términos grimosos (claro, el inglés es una ventaja, no nos chirría escuchar constantes anglicismos), deshace nudos en diferentes casos donde las dificultades se imponen al reto de la creatividad. ¿Y qué mejor modo de hacerlo que a través de un podcast? ¿Por qué no llamarlo Lecciones Mágicas? Magic Lessons suena tan bien…
Después de publicar Big Magic, en castellano Libera tu magia (¿veis como no es lo mismo?), libro en el que defiende que todas las personas somos creativas, que todas podemos enfrentarnos y superar el miedo y la inseguridad que provoca ponerse manos a la obra, independientemente de cuál sea tu disciplina u objetivo, Gilbert sintió que el libro estaba concluido pero su tarea de consejera y divulgadora (va, digámoslo, de coach creativa), no había terminado. Es entonces cuando decide sentarse “a la mesa de los mayores” (en ese momento en EE.UU. se estaba viviendo la explosión de contenidos de podcast que estamos viviendo hoy en nuestro país) y montar su propio podcast. Este pronto se convertiría en un fenómeno, como todo lo que toca Gilbert, quien ha aparecido más de una vez en la totémica lista de las cien personas más influyentes de la revista Time. La fórmula del podcast es sencilla, como en el episodio del caso de Melissa, una letrista en pleno bloqueo creativo debido a la reciente muerte de su querida hermana pequeña. Desde su muerte es incapaz de escribir una sola letra. Las dudas acerca de si es ético o no escribir sobre su hermana o explotar su propio dolor la tienen paralizada. Es entonces cuando Elizabeth Gilbert tira de agenda y llama a alguien relevante y adecuado para el caso. En su caso, la nómina de ayudantes es la de reputados creadores que aceptan aconsejar a personas como Melissa, embarradas en la cuneta del difícil camino del trabajo creativo.
La novelista Anne Patchett es la encargada de acudir esta vez al rescate. Ella misma vivió una situación parecida en un momento de su carrera. Su mejor amiga, la también escritora Lucy Grealy, autora de la lúcida memoir Autobiografía de una cara, murió también a una edad temprana. En su libro, clásico ya del género testimonial norteamericano, Lucy cuenta en primera persona cómo es vivir en una sociedad obsesionada con la imagen teniendo una cara marcada por las constantes operaciones contra un cáncer agresivo. Una cara monstruosa: una cara como la suya. Después de años de amistad estrechísima, en la que Anne se acaba convirtiendo en la cuidadora de una Lucy de salud cada vez más quebradiza. Cuando esta decide tomar el camino de la adicción para sobrellevar su inestabilidad, Anne decide apartarse, así no podrá acompañarla. Al poco, Lucy aparece muerta, sola, aparentemente de una sobredosis. Envuelta en rumores y versiones, la muerte de Lucy golpeó como un mazazo a Patchett. La culpa y la pérdida lo ocupaban todo. Sin embargo, lejos de que su herida lograra dejarla sin palabras, Anne se volcó en la escritura para atravesar el duelo por su amiga. A los pocos días de morir escribió un emocionante perfil en New York Magazine titulado La cara del dolor. En los meses siguientes, Anne peleó a brazo partido con su desgarro a través de la escritura de un manuscrito que culminaría en otra preciosa memoir, un canto a la amistad profunda y compleja entre mujeres titulado Belleza y verdad y que, en palabras de Joyce Carol Oates es “un documento poéticamente desgarrador escrito en completa libertad”.
Melissa, la letrista, recibe la enseñanza de Patchett a través de este pildorazo de sinceridad, de experiencia y de lucidez que representa este episodio. Elizabeth Gilbert, a modo de chamana contemporánea oficia de médium entre ambas creadoras. Con su risa grave y su espontaneidad consigue que algo tan delicado como el duelo en circunstancias traumáticas, así como otras muchas cuestiones difíciles de manejar que se tratan a lo largo de las dos temporadas del podcast, y sus profundos efectos en la creatividad, puedan ser despachados sin morbo, sin sentimentalismos, sin victimización y huyendo de producir lástima. El mensaje de Anne a Melissa es claro: “Sumérgete de cabeza en la escritura sobre tu hermana. Tienes que hacerlo, como artista y como hermana. Y punto. Lo que hagas con ello ya se verá después, eso ahora no tiene nada que ver con el proceso creativo”.
En sus dos temporadas, el podcast está lleno de historias como estas: inspiradoras sin el chirriante tono de lo inspiracional. Aparca tus prejuicios acerca de la autoayuda: lo que consigue movilizar Elizabeth es bastante genuino y se merece una atenta escucha (o varias, ya verás que merece la pena volver sobre algunos de sus episodios). La magia de Gilbert funciona.