Hermès inaugura tienda en Barcelona, su cuarta dirección en España
La firma francesa acaba de abrir en Passeig de Gràcia un espacio que fusiona la herencia de la compañía con la emblemática arquitectura modernista catalana.
Cuando el saber hacer de la maison Hermès se fusiona con el espíritu de la arquitectura modernista, el resultado es un espacio único que traslada a un universo paralelo cruzando simplemente la puerta de entrada. Puede verse en el nuevo local de la enseña en Barcelona, en Passeig de Gràcia 77, a pocos pasos de la ubicación anterior.
La nueva tienda, que abarca 370 metros cuadrados repartidos en dos plan...
Cuando el saber hacer de la maison Hermès se fusiona con el espíritu de la arquitectura modernista, el resultado es un espacio único que traslada a un universo paralelo cruzando simplemente la puerta de entrada. Puede verse en el nuevo local de la enseña en Barcelona, en Passeig de Gràcia 77, a pocos pasos de la ubicación anterior.
La nueva tienda, que abarca 370 metros cuadrados repartidos en dos plantas y un coqueto jardín, fusiona los códigos de la firma con emblemas locales como las formas orgánicas (en paredes con líneas curvas y ondulantes), los mosaicos o los tonos arena. El espacio es obra del estudio parisino de arquitectura Rdai, mientras que el patio trasero ha sido proyectado por la empresa catalana de paisajismo Local4.
Ubicada en una casa señorial de finales del siglo XIX y recibiendo con una fachada restaurada de estuco de cal y arena, se trata de la cuarta tienda en España (junto a las dos de Madrid y la de Marbella). Es una potente apuesta por el país, en un año en el que el lujo se ha mantenido estable según la consultora especializada Bain & Co., con un crecimiento global del 26% con respecto a los datos de antes de la pandemia, de 2019.
La apertura busca convertirse en destino de peregrinación, decorada con obras de arte contemporáneo de artistas como la fotógrafa canadiense Amy Friend, obras geométricas del irlandés Richard Gorman o de la francesa Nathalie Junod Ponsard. Allí ya pueden encontrarse todas las colecciones de la casa, en las que la enseña presume de saber hacer artesano: la seda, la marroquinería, la joyería, así como las colecciones de moda masculina y femenina. También piezas de decoración, sus aplaudidas colecciones de fragancias o la más reciente línea de maquillaje.
La artesanía es sin duda el músculo más ágil de Hermès, una de las pocas casas de lujo que aún presume de ser una empresa familiar independiente. A día de hoy la marca mantiene la mayor parte de su producción en Francia, donde da trabajo a más de 11.500 personas (de las cuales cerca de 6.000 son artesanos).