Manolo Blahnik: «Unos buenos stilettos pueden ser más cómodos que una plataforma horrenda»
Lleva 45 años calzando a las mujeres con diseños preciosistas. Invitado de honor de 080 Barcelona Fashion, Manolo Blahnik habla de sus obsesiones
Blahnik se pasea por el Salón Dorado de la Lonja de Mar, en la Ciudad Condal, sede de la última edición de la pasarela 080 Barcelona Fashion. Un palacio neoclásico en el que antiguamente se celebraba un baile de máscaras que reunía a la burguesía catalana. En esta ocasión, las miradas se dirigen al suelo, donde desfilan los manolos de sus mejores clientas. «Los stilettos llevan todavía el estigma de los 50, cuando eran muy estrechos», lamenta el zapatero. «Pero en realidad pueden ser más cómodos que una plataforma horrenda».
¿Cómo es la española cuando pisa?...
Blahnik se pasea por el Salón Dorado de la Lonja de Mar, en la Ciudad Condal, sede de la última edición de la pasarela 080 Barcelona Fashion. Un palacio neoclásico en el que antiguamente se celebraba un baile de máscaras que reunía a la burguesía catalana. En esta ocasión, las miradas se dirigen al suelo, donde desfilan los manolos de sus mejores clientas. «Los stilettos llevan todavía el estigma de los 50, cuando eran muy estrechos», lamenta el zapatero. «Pero en realidad pueden ser más cómodos que una plataforma horrenda».
¿Cómo es la española cuando pisa?
La española cuando pisa, es que pisa de verdad… ¡Es muy Paquita Rico! Es broma. Sabe caminar bien.
¿Cree que el éxito actual de las zapatillas deportivas es la mayor traición al stiletto?
¡Desde luego! Y, además, deforman el pie. Pero hoy todo el mundo se apunta a la tendencia. Y los italianos están haciendo zapatillas con joyas. ¡Es horrible!
¿Qué le parece que la próxima reina de Inglaterra lleve zapatos high street?
Si le gusta… ¿Por qué no?
¿Hay algo más bonito que un pie desnudo?
Hay pies y pies… y debo decir que los mediterráneos son muy elegantes. Pero también hay un pie eslavo que es fantástico y tiene una forma casi helenística.
¿Algún material que nunca se ha atrevido a usar?
Me aburre el plástico. Estoy experimentando para crear una mezcla nueva…
¿Recuerda el calzado que llevaban las mujeres en Canarias cuando usted era niño?
Vivíamos en una finca de plátanos. Mi madre era mi único referente. Pero la gente vestía muy bien. Era otro tiempo. Aquella elegancia ha desaparecido. Hoy existe una versión híbrida, más global. Y «global», «celebrity» y «estilo» son palabras que odio.
Prefiere el esparto de la alpargata…
¡Cómo me encanta! Mis primeros zapatos fueron las pantuflas catalanas de esparto con cintas negras.
¿Para entender la sensualidad de una sandalia es imprescindible ser del sur?
El sur lo acentúa más. La gente que vive en la playa, y los pescadores, tienen los pies perfectos. No necesitan pedicura. El agua del mar y la arena lo hacen todo.
¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?
Soy un loco del siglo XVIII. Todo estaba bien hecho. ¡Tan perfectamente acabado! Cada costura es una obra de arte. Es la única concesión que hago a la nostalgia.
Siempre nos quedará El Prado…
¡Y Goya! Él fue el gran pintor de zapatos. Tiene cada obra que te vuelves loco. En una de sus pinturas, la marquesa de Santa Cruz lleva unos chapines divinos.
Hoy tenemos el street style…
Ha estropeado la estética. Me quedo con el trabajo de Munkácsi, que hacía fotos preciosas en movimiento