‘Bye bye Barcelona’: el documental contra el turismo masivo

¿Se ha convertido la ciudad en un parque temático para turistas? Un proyecto explora la difícil relación de los ciudadanos frente a la invasión de visitantes y la degradación de los barrios.

Getty

"Barcelona se ha convertido en un parque temático como Praga o Venecia, es un decorado para los turistas". "Los ciudadanos estamos hartos, quemados en nuestra propia ciudad". "La Rambla ahora es un sitio ridículo que da vergüenza ajena: bazares, gente vomitando en el suelo, despedidas de soltero…". "Ya no puedo ir a comprar a la Boquería, no puedes ir a la Rambla a conversar y pasar la mañana, son espacios perdidos de la ciudad". "¿Tengo que aguantar que la Barceloneta se haya convertido en Lloret de Mar?". Estas es solo una muestra de la decepción que algunos barceloneses críticos con el mo...

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"Barcelona se ha convertido en un parque temático como Praga o Venecia, es un decorado para los turistas". "Los ciudadanos estamos hartos, quemados en nuestra propia ciudad". "La Rambla ahora es un sitio ridículo que da vergüenza ajena: bazares, gente vomitando en el suelo, despedidas de soltero…". "Ya no puedo ir a comprar a la Boquería, no puedes ir a la Rambla a conversar y pasar la mañana, son espacios perdidos de la ciudad". "¿Tengo que aguantar que la Barceloneta se haya convertido en Lloret de Mar?". Estas es solo una muestra de la decepción que algunos barceloneses críticos con el modelo de turismo masivo de la ciudad expresan en el documental Bye Bye Barcelona. El proyecto, que lleva poco menos de un mes disponible íntegro en YouTube, está a punto de alcanzar los 30.000 visionados y ha despertado un intenso debate sobre la deriva turística de Barcelona en las redes sociales.

Durante aproximadamente una hora, profesores universitarios, escritores y personas vinculadas a asociaciones de vecinos de las zonas más turísticas de la ciudad analizan un modelo que solo en 2013, según datos de Turisme de Barcelona, alojó en sus hoteles a 7.571.766 turistas. Un millón más que todos los habitantes del área metropolitana juntos y unas cinco veces más que los ciudadanos que residen en Barcelona ciudad. La capital catalana es la décima con mayor flujo turístico del mundo, la tercera más fotografiada en Google (por detrás de Nueva York y Roma) y su turismo genera unos beneficios de entre 18 y 22 millones de euros al día. ¿Qué tiene este modelo pujante y salvavidas en tiempos de crisis que tanto incomoda a los barceloneses?

Turistas ataviadas con sombreros mexicanos, un clásico de los bazares de la Rambla.

Cortesía de Marc Javierre/ ‘Tourist Walk’

Estructurado en 7 capítulos (La Rambla, el auge del turismo, monocultivo económico, Ciutat Vella –Raval, Born y Barceloneta–, Sagrada Família, Park Güell y pisos turísticos), el documental describe el sentir de unos ciudadanos que ven perder su espacio físico 'en favor' del turismo masivo. "Es la ocupación del turista y la expulsión del local y los comercios tradicionales", lamenta en Bye Bye Barcelona Marc Javierre, fotógrafo autor del libro Tourist Walk, un proyecto de crowdfunding que plasma en imágenes la conversión de la Rambla de Barcelona "en un paseo exclusivo para turistas, colonizado por tiendas de souvenirs de baja calidad, heladerías, hamburgueserías, fast foods, apartamentos turisticos, hoteles y cafeterías franquicia". Javierre insiste en que el documental no está en contra del turismo sino de la forma en que se gestiona.

No es el único que lo piensa. José María Perceval (profesor de Periodismo de la Universitat Autònoma de Barcelona) habla de la "la muerte de la Rambla", Enric Vila (profesor de la Universitat Ramon Llull y autor de Breu història de la Rambla) reconoce que "mientras los turistas la ven con encanto, nosotros ya no nos sentimos reconocidos en ella" y Reme Gómez, de la asociación de vecinos del barri Gòtic, asegura que "los vecinos la hemos abandonado porque ya es hasta imposible caminar". Los datos los avalan, de cada 10 paseantes de la Rambla, 8 son turistas.

David Ramos (Getty Images)

Turistas visitando la Sagrada Família.

Getty

Las quejas se extienden a otros espacios como el Born ("cada vez hay más terrazas, más ruido, más invasión. Ya no es el visitante que viene a ver cómo se vive en Barcelona, ahora se trata de ir de tienda en tienda de souvenirs consumiendo sin parar), el plan de usos de Ciutat Vella que "dará más ventajas al lobby hotelero y permitirá de nuevo que se destruya la vida cotidiana", la 'privatización' del parc Güell frente al alud de visitantes o los problemas de movilidad que genera el flujo de turistas a la Sagrada Família. Turisme de Barcelona difiere con estas opiniones. Consultados por esta revista, aseguraron que sus estudios determinan que "cuando hemos preguntado a los residentes su opinión sobre el turismo, por encima del 95% dicen que esta actividad es 'más bien favorable para la ciudad'. ¿Y para los ciudadanos?

"El 80% de los negocios de mi manzana se han convertido en tiendas de souvenirs donde venden sombreros mexicanos y camisetas del Barça. Se ha perdido el caliu (identidad, esencia) de vecindario. ¿Por qué tengo que renunciar a mi barrio porque ellos solo piensen en el turista?", lamenta Conchi Roque, una vecina de Sagrada Família. El templo de Gaudí es el monumento más visitado de España. El año pasado atrajo a 3,17 millones de visitantes (el precio mínimo de la entrada son 14,80 euros). Esos fueron lo que pagaron por acceder, los vecinos calculan que unos 6 millones no llegan a entrar y la ven por fuera. En total son unos nueve millones de visitantes anuales, lo que implica que entre 20.000 y 25.000 turistas transitan diariamente por un barrio que apenas roza los 20.000 habitantes.

Barcelona es la tercera ciudad del mundo más fotografiada en Google. Algunos no pueden esperar ni a bajarse del taxi.

Cortesía de Marc Javierre/ ‘Tourist Walk’

De este mismo barrio es vecino Eduardo Chibás, realizador audiovisual y artífice de este proyecto personal que es Bye Bye Barcelona. "Soy extranjero, pero llevo más de 10 años viviendo en Barcelona, que es mi casa. Comencé a reflexionar seriamente sobre el tema hace más o menos un año, cuando me topé con una manifestación de los vecinos de la Barceloneta contra la masificación del turismo. Entre muchas cosas se quejaban de la falta de espacio físico generado por este fenómeno. Y tienen razón. Durante gran parte del año, no se puede ni caminar por varias zonas de Barcelona, que ya de por sí es una ciudad bastante densa. Además, yo vivo en Sagrada Família. Todos los grupos de personas que vienen en autocar a visitar el templo pasan por frente de mi portal. Ir y volver del metro se convierte en un acto incómodo y desagradable, y eso carga mucho. Desde luego que o cambia mucho la situación, o no me quedará más que mudarme, pero esto no debería ser así. Por ahí comencé a reflexionar sobre si esta ciudad puede aguantar esto y decidí plasmar esas reflexiones en un documental". Chibás grabó la primera entrevista a principios de agosto y la última el 22 de diciembre. Después se encerró dos meses para montarlo, poner subtítulos y subirlo gratuitamente a YouTube.

Cuando se le pregunta por qué no hay voces institucionales en su proyecto, el realizador lo tiene claro. "Ni me lo planteé. Yo quería un documental basado en testimonios de vecinos, específicamente de los barrios más afectados. Puede parecer extraño, pero este no es un trabajo estrictamente periodístico. Sobre este tema se emitió hace unos meses un 30 minuts en TVC llamado Conviure amb el turisme (Convivir con el turismo) donde sí está esa visión. Ese trabajo es fantástico y tiene mucho rigor periodístico, pero muy diferente al mío porque parte de intenciones distintas, con otros recursos, y encima yo soy no soy periodista", apunta.

Matthias Oesterle / Demotix (Matthias Oesterle / Demotix / Co)

Protesta en el parc Güell el pasado mes de octubre contra la medida de cobrar entrada por acceder al recinto monumental del parque.

Cordon Press

¿Es Bye Bye Barcelona un documental en contra del turismo? No. Pese al revuelo que ha levantado, y las críticas de algunos espectadores por 'lapidar' una estrategia que reporta beneficios en crisis, en ningún momento el proyecto carga contra el turismo en sí, sino contra su gestión. "Yo creo que no todo vale para obtener dinero. Ni con crisis, ni sin crisis. Los beneficios del turismo bien podrían ser el doble, o el triple. Para mí, se está perdiendo la ciudad y sus espacios en favor de la construcción de una fachada para el rápido consumo", apunta su realizador.

Tal y como relata el codirector del máster de Periodismo de Viajes de la UAB, Santiago Tejedor, en el documental, apostar por el 'turismo de masas' puede volverse en contra de la propia ciudad. La ciudad, según defiende, es el cuarto destino que más defrauda al turista: "Tiene enclaves interesantes pero inseguros y los viajeros dejan patente una pérdida de calidad en lo que encuentran. Un viajero que busque lo diferente chocará con lo masivo. Hay que plantear el retorno que queremos en la ciudad".

Una de las vecinas afectadas del documental lamenta la deriva turística: "Todo esto lo pagaremos, el patrimonio si no va ligado a una vida de barrio crea una ciudad de cartón piedra y esa no es la ciudad en la que queremos vivir".

Marc Javierre Kohan

Despedidas de soltero en las Ramblas.

Cortesía de Marc Javierre/ ‘Tourist Walk’

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