Así es el ‘Good Bro’, la última fantasía femenina
¿Están cayendo los, y sobre todo las, guionistas en el reflejo de la ‘Manic Pixie Dream Girl’? El nuevo estereotipo es hipermasculino, alérgico a la ironía y propenso a arreglarle la vida a su pareja.
Quién le ha visto y quién le ve. En la tercera temporada de Girls, Adam Sackler llama a su novia, Hannah, su "mejor amiga", le regala un collar hecho con su diente de leche (tan Adam, ese gesto), hace observaciones juiciosas sobre la naturaleza de las adicciones y ejerce de gurú sentimental. A Marnie, devastada y obsesionada por su ruptura con su ex novio Charlie, le explica, entre bocado y bocado de burrito, cómo va esto del Amor Auténtico: "conocer de verdad a alguien es otra cosa, una cosa completamente distinta. Cuando te pase, lo sabrás. Te darás cuenta y no te dolerá ...
Quién le ha visto y quién le ve. En la tercera temporada de Girls, Adam Sackler llama a su novia, Hannah, su "mejor amiga", le regala un collar hecho con su diente de leche (tan Adam, ese gesto), hace observaciones juiciosas sobre la naturaleza de las adicciones y ejerce de gurú sentimental. A Marnie, devastada y obsesionada por su ruptura con su ex novio Charlie, le explica, entre bocado y bocado de burrito, cómo va esto del Amor Auténtico: "conocer de verdad a alguien es otra cosa, una cosa completamente distinta. Cuando te pase, lo sabrás. Te darás cuenta y no te dolerá ni tendrás miedo".
Cierto, poco después pide no tener que volver a ver a las amigas de su novia en tres meses, pero la transformación está ahí. Adam, un personaje complejo al que el actor que lo interpreta, Adam Driver, definió como "cruce de poeta, rinoceronte y Neandertal", se ha convertido en un Good Bro. Un Buen Tïo, según la definición que ha acuñado el periodista Phil Maciack. Éste considera que el nuevo estereotipo es una evolución del Niño-Hombre, aquel que tan bien conocemos del universo Judd Apatow y de la saga Resacón: "mientras que el Niño-Hombre está inseguro de su masculinidad, el Buen Tío es seguro, donde el Niño-Hombre se atasca, el Buen Tío se desarrolla, si el Niño-Hombre es inmaduro hasta la discapacidad, el Buen Tïo es funcional, incluso exitoso. Y donde el Niño-Hombre vacila, el Buen Tío opera en un estricto código ético. Lo que los dos comparten es la sinceridad (…). El Buen Tío, al contrario que el Pendón [otro estereotipo], no esconde nada. Masculino, amistoso, sensible a las mujeres, misógino sólo en la retórica, obsesionado con el deseo homo pero desde una óptica heterosexual y, sobre todo, entregado a una especie de promesa por decir siempre las verdades sin filtros".
«Pon un Adam en tu vida», o cómo el novio de Hannah Horvath pasó de neandertal sociópata a novio ideal.
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Maciack ha identificado este estereotipo en dos comedias que, como Girls, están escritas por mujeres: The Mindy Project, creada por su protagonista, Mindy Kaling, y The New Girl, de Elizabeth Meriweather (aunque encarnada espirituralmente en Zooey Deschanel). Estas autoras, a las que se reconoce, con razón, el mérito de haber renovado los códigos de la comedia comercial, podrían estar cayendo en un pecado análogo al de los guionistas (hombres) que inventaron a la Manic Pixie Dream Girl, la chica alocada y etérea que baila bajo la lluvia y trastoca la vida del héroe y que sólo existe en la imaginación de un hombre.
El Buen Tío, al fin y al cabo, ejerce de sólida roca emocional para la protagonista y tiene una acusada tendencia a arreglarle la vida. Ya vimos como Adam y Hannah protagonizaban una versión disfuncional de Oficial y Caballero en el criticado final de la segunda temporada de Girls, en la que él corre por la calle descamisado para salvar a la chica de su propio caos mental, iPhone en mano. La escena, al igual que la (ya caducada) reconciliación entre Marnie y Charlie, fue criticada y leída por algunos como una traición a la causa feminista por parte de Lena Dunham, que la justificó así en una reciente entrevista en The Guardian: "Si miras más allá, es bastante perverso. A Hannah la rescata de su psicosis un posible agresor sexual reincidente en sus adicciones. Y Marnie decide que su carrera debe estar definida por una unión de por vida con alguien a quien antes odiaba. Todo el romance está bastante equivocado, aunque sea momentáneamente satisfactorio".
El doctor Danny Castellano (Chris Messina), de The Mindy Project. ¿Están las guionistas proyectando sus fantasías en sus personajes masculinos?
Fox
El personaje de Nick Miller (Jake Johnson) también ha sufrido una evolución. Si en las anteriores tamporadas, cuando aún no había consumado su relación platónica con su compañera de piso, se mostraba emocionalmente inasequible, de una manera estereotípicamente masculina, ahora es un maduro apologeta del amor que puede justificar todas sus decisiones vitales. En un capítulo reciente [ALERTA: spoiler de baja intensidad] incluso descubrimos que no es que trabaje en un bar porque fracasara en sus estudios. Pasó su examen y podría ejercer de abogado si quisiese, pero es más feliz sirviendo copas. Porque el Good Bro no está constreñido por las antiguas ambiciones del Macho Alfa y, ante todo, se siente cómodo con su propia excentricidad.
En realidad, el Nuevo Buen Tïo no aparece sólo en la ficción escrita por mujeres. Maciack lo identifica también en el personaje de Andy Samberg en la premiada Brooklyn Nine Nine. Samberg, por cierto, interpretó también a un proto-Good Bro en la comedia Celeste and Jesse Forever, un tipo que aparentemente tiene la vida sin resolver pero acaba "dando una lección" (de madurez) a su ex novia, que a priori parecía mucho más centrada.
Nick Miller (Jake Johnson) ha pasado de Niño Hombre a hacer de maduro apologeta del amor en ‘New Girl’.
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También se podría decir que el personaje de Joaquin Phoenix en Her cumple con muchos de los requisitos del Good Bro. Aunque hay un momento en el que duda a la hora de comprometerse con el objeto de sus afectos, después de acostarse (virtualmente) con ella –"no estoy preparado para una relación seria", le dice, en un momento de curiosa ironía dentro del romance entre un hombre y una especie de robot–, pronto se ratifica como un hombre herido que va con el corazón en la mano y a quien no le da miedo hablar de sus sentimientos. De hecho, apenas hace otra cosa que hablar de sus sentimientos durante todo el metraje de la película (a ratos, a ritmo de ukelele).
No es casual el perfil de actores que están interpretando a estos iconos de nueva masculinidad. Phoenix y Driver comparten ese aire de no habitar enteramente en el mundo de los cuerdos y el resto, Samberg, Jackson y Messina, responden a un modelo de neogalán indie y moldeable. Matthew McConaughey, por poner un caso, podrá adelgazar todos los kilos que quiera, interpretar a un stripper o a un enfermo de Sida, pero nunca podrá ser un creíble Good Bro, igual que Megan Fox lo tendría difícil para encarnar a una Manic Pixie Dream Girl.
A los hombres del futuro no les cuesta hablar de sus sentimientos, a juzgar de ‘Her’.
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