Amaia Salamanca: «Me encantaría dirigir, soy de esas actrices que se queda mirando en los rodajes cómo trabaja el equipo»

Embajadora de Sunglass Hut, la intérprete mira al futuro y habla sobre los rigores de ser actriz en tiempos de Instagram.

"Nunca he usado las gafas de sol para esconderme de la prensa o de los fans, pero sí son un accesorio que me encanta", dice la actriz Amaia Salamanca, fotografiada en Madrid.antártica

...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Poco antes de cumplir los 35 años, el teléfono de Amaia Salamanca dejó de sonar. La intérprete a la que aún muchos recuerdan hoy por su icónico papel en Sin tetas no hay paraíso temía que el parón tuviera que ver con su edad. «Las actrices nos comemos bastante la cabeza con este tema y me dio por pensar: ‘Igual ya estoy algo mayor, tengo tres hijos y no me quieren». El aluvión de proyectos que llegó después de un año de quietud –tiene pendiente de estreno las series Todos mienten y Bienvenidos a Edén y la película Por los pelos– tiró por tierra sus sospechas, aunque reconoce que ha cambiado la edad de los personajes a los que da vida. «Estoy haciendo de madres de 40 años con hijos de 15. Es un poco turbio el mensaje. ¿Quiere decir que una mujer en su cuarentena debería verse como yo? Al final yo soy una actriz y me cuido porque me dedico a esto. Estamos creando un monstruo».

Lejos de sentir presión por el paso del tiempo, sí admite cierta incertidumbre por el futuro de su carrera a medio y largo plazo. Y no descarta ponerse detrás de la cámara. «Me lo he planteado un montón de veces, pero luego nunca lo hago. Me encantaría dirigir, soy de esas actrices que me quedo mirando en los rodajes cómo trabaja el equipo en lugar de irme a descansar». Mientras quizá llega la oportunidad de presentar su primer corto –»de momento una película me resulta demasiado»–, la madrileña no impone límites de ningún tipo a los personajes que están por venir. «Si un papel me llama de verdad no tendría ningún problema en raparme el pelo o en afearme, aunque no me gustaría pensar que solo eres buena actriz si engordas o te rapas», afirma.

Embajadora y modelo de firmas como Sunglass Hut, compañía de gafas de sol para la que ejerce como imagen en su 50º aniversario, Salamanca también acapara los titulares de las revistas de moda por sus cambios de aspecto y sus apariciones en las alfombras rojas. Una atención que la intérprete de Fuga de cerebros asume con naturalidad como parte de lo que significa ser actriz. «No me molesta que se hable de lo que me pongo o de mi último corte de pelo porque, además, suele ir asociado a algún personaje, pero sería muy falso decir que no miro lo que se dice de mí. Es inevitable meterse en internet, sobre todo, para leer las críticas tras un estreno».

Es el mismo motivo, aceptar las particularidades de su profesión, por el que está a punto de alcanzar el millón de seguidores en Instagram a pesar de haber manifestado su recelo por las redes sociales en el pasado. «Te das cuenta de que las necesitas. No solo porque son útiles para promocionar tu trabajo, sino porque a veces que cuenten contigo en un proyecto también depende del número de seguidores», confiesa asegurando que «prefiere rodar 14 horas seguidas que pasarse un rato preparando un post». Sí se mantiene firme, sin embargo, en salvaguardar su intimidad: «Jamás colgaría fotos de mis hijos. No sé ni cómo les explicaré todo esto de las redes cuando llegue el momento».

Sobre la firma

Archivado En