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15 terrazas para estrenar el buen tiempo como se merece

En las alturas o frente al mar, para brindar con un cóctel, compartir una buena comida o disfrutar de música en las mejores terrazas. Todo, al aire libre.

Un cóctel (con vistas a la Gran Vía) es lo principal. En La Terraza de The Principal, que permite vigilar desde las alturas el cruce donde esta arteria se ensancha hacia Cibeles. El bartender Manel Vehí ha creado para este espacio cócteles como Manuya, Sinaloa o Naomi. Pero hay opciones para todos los gustos: también preparan clásicos como el Mojito o el Bloody Mary.
Plan cultureta. ¿Por qué no ir al museo y después comer o beber algo sin tener que moverse de allí? Es el combo que se puede realizar en el Restaurante Arzábal del Reina Sofía de Madrid. Volver a casa, la exposición del estadounidense H. C. Westermann, finaliza el 6 de mayo, así que se puede aprovechar para visitarla y disfrutar luego de unos platos clásicos de taberna: croquetas, sartén de huevo con trufa o anchoas del Cantábrico.
Pura exclusividad. Es la base de Skybar, del Grand Hotel Central de Barcelona. La entrada cuesta 16 € (con una copa incluida, a partir de las 20 h, y es gratuita para los clientes alojados, que durante el día pueden disfrutar de la piscina), pero las vistas sobre Vía Laietana y con las torres de la catedral de fondo aseguran una puesta de sol perfecta. Además, se pueden degustar menús (35 €) y una nueva carta de temporada con especialidades como Gazpacho de melocotón con bogavante, Burrata con hortalizas o Steak tartar.
Paella en el chiringuito. A pie de playa en Talamanca (Ibiza), Chambao, en Nobu Hotel, propone probar tapas ligeras, pescados frescos y marisco, picoteo a base de sushi y zumos recién hechos en su Juicy Bar. Además, los domingos la paella es el plato protagonista (siempre para compartir, con un mínimo de dos personas).
Un beach club con altura. Como cada mayo, reabre la emblemática piscina del Hotel Emperador (de 10 a 21 h, desde 50 €), donde Mario Vaquerizo y Alaska celebraron su segunda boda para su reality en MTV. En su Sky Bar se pueden probar algunas de las nuevas combinaciones del barman Luca Anastasio.
En el jardín de palacio. Para viajar a otra época se puede ir a tomar algo o a comer a la terraza de Raimunda, en el madrileño Palacio de Linares (en la plaza de Cibeles). El chef Sergio Fernández se encarga de la carta, que al encontrarse el restaurante en la sede de la Casa de América está repleta de guiños a la gastronomía latina: Tequeños venezolanos con mousse de aguacate y granada, Tacos de pez mantequilla pibil, Pulpo al a brasa con mojo rojo nikkei... Y, para acompañar, cócteles como Mojito criollo, Caipirosca de rosas o su Classic Pisco Sour.
De autor. Picalagartos llegó el año pasado a la novena planta del hotel NH Collection Gran Vía y ya se ha convertido en una azotea de referencia, con el picoteo creado por el chef Javier Muñoz-Calero (con platos como Porra de Antequera con teja de hogaza o Calamar a la brasa con limón) y los cócteles de Joel Jamal (que trabaja con Muñoz-Calero en NuBel y el año pasado ganó el Concurso Regional de Coctelería para Jefes de Bar y Jóvenes Barman 2018 de la Comunidad de Madrid). Además, los domingos hay brunch en su zona acristalada (25 € por persona).
Escondido en el Gótico. Entre las callejuelas aledañas a la catedral de este barrio barcelonés pasa casi desapercibida la entrada de The Wittmore. En Patio, su terraza interior, se puede tomar algo o cenar a la sombra del jardín vertical más alto de la ciudad, de 32 metros de altura. Si se incluye alojamiento hotel, además se podrá disfrutar de la piscina y las tumbonas a rayas blancas y amarillas de su azotea, inspiradas en los clubes privados del Portofino de los años veinte.Marc Escudé
Un jardín en plena ciudad. También en Barcelona, pero cambiando de barrio, en la misma manzana que la emblemática Pedrera de Gaudí, el Hotel H10 Casa Mimosa cuenta con una terraza que también tiene zona de piscina y hamacas en su Jardí El Tiller, de aire modernista. Las especialidades de su cocina son Canelón de pato con bechamel de foie y Tataki de atún con teriyaki y mango.
Aires festivos. El Hotel Vincci la Rábida de Sevilla se vuelca con la Feria de Abril, que acaba de comenzar: la terraza de su patio interior se transforma en una caseta para degustar pescaíto frito y serranitos acompañados de rebujito y manzanilla, todo con música en directo. Y en El Mirador de Sevilla (el restaurante de su azotea, que ofrece una panorámica de la ciudad con la catedral al fondo) se puede comer o a cenar degustando una carta en la que destacan los productos locales.
Entre el cielo y el cemento de Madrid. La terraza de la azotea del Generator se camufla entre edificios junto a la plaza de Santo Domingo, y se nutre de la vibrante atmósfera de la zona. De aire desenfadado y retro, es el lugar perfecto para tomar algo antes de ir al cine o a alguno de los espectáculos que pueden verse en la Gran Vía.
Con música en directo. También en Madrid, en plena plaza de España, Ginkgo combina gastronomía mediterránea y japonesa en la planta 12 del Hotel VP Plaza España Design: Gyozas de pollo con salsa de chile dulce, Huevos camperos rotos con atún rojo, arroz y mahonesa de wasabi, Tataki de solomillo de vaca con sésam... Además, de martes a domingo la música es protagonista, con conciertos de jazz o pop y sesiones de funky y dj (a partir de las 22 h).
Arquitectura abierta a la inmensidad. En Santander se puede apostar por una comida con el mar Cantábrico de fondo en El Muelle del Centro Botín, el restaurante de Jesús Sánchez (dos estrellas Michelin en Villaverde de Pontones) en el edificio diseñado por Renzo Piano.
Con un cóctel de Diego Cabrera frente al mar. Desde la terraza de Belvue (Marbella) se ven el mar y la montaña. El mixólogo Diego Cabrera (Salmón Gurú en Madrid) ha creado una serie de cócteles especiales para su carta: desde el café cóctel Expresso Martini a mocktails (sin alcohol) como Frankiss o Pícara Mix.
Entre los árboles. Un paseo por el madrileño parque del Retiro se puede completar con una parada en la terraza de Florida Retiro. El estudio de arquitectura Sierra y De La Higuera ha redecorado el espacio para la nueva temporada. Y en la carta destaca la oferta en crudo: Saam de mejillones en salsa especiada, Barra de shushi, Ceviche de corvina, Ostras aliñadas...

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