París Fashion week, día 6: Stella McCartney, Ungaro y Valli

De la fiesta de pijamas en Stella McCartney al cóctel de día en Giambattista Valli.

Kate Winslet ha sido últimamente la portavoz más sinuosa de Stella McCartney; la diseñadora se empeña ahora en estucar las curvas femeninas y para su colección primavera/verano 2012 insiste en dar la vez con minivestidos lenceros -asimétricos o con blonda- mordisqueados por dibujos Paisley (en forma de ameba). El tono general de sus propuestas es confortable y relajado hasta rozar lo pijamesco chic, sin llegar a la ropa de cama. Porque aunque sus trajes de print vidriera ti...

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Kate Winslet ha sido últimamente la portavoz más sinuosa de Stella McCartney; la diseñadora se empeña ahora en estucar las curvas femeninas y para su colección primavera/verano 2012 insiste en dar la vez con minivestidos lenceros -asimétricos o con blonda- mordisqueados por dibujos Paisley (en forma de ameba). El tono general de sus propuestas es confortable y relajado hasta rozar lo pijamesco chic, sin llegar a la ropa de cama. Porque aunque sus trajes de print vidriera tienen pinta de batines divididos en dos piezas y sus sandalias de tiras nude se vuelvan chanclas de velcro (perfectas para sus conjuntos a modo de uniforme de básquet), no creo que tarden demasiado algunas de las modelos de su casting -Natalia Vodianova, Natasha Poly o Miranda Kerr- en enfundarse los mismos diseños con los que han desfilado. 

Uno de los diseños con print fotográfico tomado por los satélites de la NASA, de Emanuel Ungaro.

Imaxtree

Jeanne Labib-Lamour se estrena como capataz del equipo de diseño al frente de Emanuel Ungaro tras el silencioso despido de Giles Deacon. Tenemos que remontarnos a los tiempos de Esteban Cortazar para reencontramos con unos diseños tan vacacionales y cálidos a base de estampados -son fotografías tomadas por la NASA-  en colores acuarela y prisma -aguamarinas, cyan, cobalto, verdes azulados y rojos coralinos- sobre prendas desengomadas, veraniegas y libres de adornos o accesorios, pero sumamente sofisticadas.

Abrigo de manga francesa y brocados en tonos pastel, de Giambattista Valli.

Imaxtree

Ahora que ha entrado en la división de Alta Costura (acercando más que ningún otro el estilo de  Carlota de Mónaco al su abuela Grace Kelly), Giambattista Valli se reserva lo más discreto de sí mismo para su línea de ready to wear; básicamente: vestidos de cóctel. No prescinde ni de volantes, ni de brocados, ni por supuesto de plumas. Los gowns de noche están todos guardados bajo llave de Haute Couture -escasea el largo en su repertorio- y aunque este sería el terreno justo para darse un respiro, Valli revalida su escaño ultraconservador y no se permite ningún desliz playero. 

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