Otra colección de Isabel Marant que llegará a Zara antes que a sus tiendas
Sus vestidos, sus camisetas, sus pantalones: la colección Primavera/Verano 2013 presentada ayer por Isabel Marant estará en las cadenas lowcost antes de que se acabe el invierno.
Que la modelo Ameyline Valade, actual imagen de Zara para sus catálogos online, abriera y cerrara ayer por la tarde el desfile de Isabel Marant, es una de esas extrañas bromas que suele gastarse la industria de la moda a sí misma, y en este caso, a la diseñadora más versionada del panorama internacional, la sonrisa no se le borra del rostro ni aunque sepa que antes de salir a saludar sus propuesta...
Que la modelo Ameyline Valade, actual imagen de Zara para sus catálogos online, abriera y cerrara ayer por la tarde el desfile de Isabel Marant, es una de esas extrañas bromas que suele gastarse la industria de la moda a sí misma, y en este caso, a la diseñadora más versionada del panorama internacional, la sonrisa no se le borra del rostro ni aunque sepa que antes de salir a saludar sus propuestas ya estarán siendo fusiladas por la mayoría de cadenas de moda pronta. Las mismas que esta temporada han saturado la oferta invernal de deportivas con tanta copia de sus famosísimas Willow de bota y cuña, a las que la diseñadora les ha cambiado ahora el nombre por Bekett, y que se siguen agotando nada más salir a la venta a pesar de costar 450 euros. Ya le pasó el año anterior con sus botas de flecos. O dos inviernos atrás con aquellos zapatos de tacón un poco más alto que el kitten y que causaron furor incluso entre las que no se habían bajado nunca antes de los 10 centímetros. Por eso a Marant no hay quien la irrite. Porque aunque por menos 50 euros se puedan encontrar aspiracionales variaciones de sus productos, se sigue llevando de calle a una cuota de mercado dispuesta a pagar seiscientos euros por sus camisas o trescientos por sus tejanos.
De cara a la Primavera/Verano 2013, Isabel sigue apostando por sus hits de siempre -pantalones tobilleros, blusas tipo caftán, minivestidos de volantes y shorts a tutiplén- aunque del Lejano Oeste se traslada a un Hawái de lo más afrancesado.