El funeral más bonito del mundo
Raf Simons dice adiós a Jil Sander entre aplausos y lágrimas vertidos a partes iguales sobre la colección perfecta.
Todos esperábamos expectantes el último desfile de Raf Simons en Jil Sander tras anunciarse el jueves pasado su adiós de la firma, lo que nadie imaginaba era que este belga tan aséptico iba a montar el velatorio más bello del mundo a modo de despedida. En este oficio, las difuntas vagan entre arreglos florales que parecen metidos en nichos enfundadas en mortajas -guardapolv...
Todos esperábamos expectantes el último desfile de Raf Simons en Jil Sander tras anunciarse el jueves pasado su adiós de la firma, lo que nadie imaginaba era que este belga tan aséptico iba a montar el velatorio más bello del mundo a modo de despedida. En este oficio, las difuntas vagan entre arreglos florales que parecen metidos en nichos enfundadas en mortajas -guardapolvos tipo capas y quimono- de telas tan aterciopeladas y cortes tan precisos, que si no fuera porque los cierran sobre su pecho con las manos, los perderían por el camino.
Un millón de responsos se merecen unos diseños, principalmente segunda piel, que se abrazan al cuerpo silueteando velados corsés, vestidos y faldas de pliegues origami y efecto plastificado o perfectas piezas de sastrería, que han hecho ponerse en pie a una conmocionada audiencia haciendo así llorar a Raf Simons.
Lo que no sabemos todavía es si su lamento es, además de agradecimiento, alegría por fichar para Dior o embarcarse por sí solo en la aventura de empezar una firma femenina.