Belstaff vuelve a los 70
La firma británica presenta una colección urbana marcada por el cuero y el estilo retro.
Cuenta la leyenda que Steve McQueen canceló una cita con su chica, Ali McGraw, porque tenia que encerar su chaqueta Belstaff. Seguro que si el encuentro se hubiese programado justo después del desfile de ayer, el plantón lo hubiese dado ella. A nadie le extrañaría, viendo las chaquetas, abrigos y faldas de piel que la firma desplegó por la pasarela de la New York Fashion Week.
Tras la adquisición de la histórica marca de lujo británica por parte del magnate de las fragancias Harry Slatkin (amiguísimo de Tommy Hilfiger, que se dejó ver ayer en la front row del desfil...
Cuenta la leyenda que Steve McQueen canceló una cita con su chica, Ali McGraw, porque tenia que encerar su chaqueta Belstaff. Seguro que si el encuentro se hubiese programado justo después del desfile de ayer, el plantón lo hubiese dado ella. A nadie le extrañaría, viendo las chaquetas, abrigos y faldas de piel que la firma desplegó por la pasarela de la New York Fashion Week.
Tras la adquisición de la histórica marca de lujo británica por parte del magnate de las fragancias Harry Slatkin (amiguísimo de Tommy Hilfiger, que se dejó ver ayer en la front row del desfile), y el fichaje de Martin Cooper (ex colaborador de Christopher Bailey en Burberry y especialista en el diseño de outerwear) como director creativo; la firma ha salido del olvido haciéndose un hueco más que notable durante el último año.
Para el próximo invierno propone una vuelta al pasado, recuperando el mejor diseño de los 70 en chaquetas de piel, abrigos con solapas de pelo o minifaldas hiperfemeninas. Una propuesta urbana que no olvida al lujo.
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