Agatha Ruiz de la Prada hace un revival de los 80

Menos flores y más leggings combinados estampados para la diseñadora.

Con Pedro Jota sumándose al front row en el último momento, a dos metros de una Carmen Lomana completamente uniformada, ha arrancado el desfile ochentero de Ágatha Ruiz de la Prada. Qué mejor excusa para abusar de los colores flúor en looks practicamente monocromáticos con leggings con cremallera, mallas de ochos, vestidos de algodón tipo chándal o medias bicolores.

No hay flores, no, sino enormes cuadros de vichy y estampados psicodélicos. Los corazones son esta vez manguitos de fieltro. Entre tanto sport intuimo...

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Con Pedro Jota sumándose al front row en el último momento, a dos metros de una Carmen Lomana completamente uniformada, ha arrancado el desfile ochentero de Ágatha Ruiz de la Prada. Qué mejor excusa para abusar de los colores flúor en looks practicamente monocromáticos con leggings con cremallera, mallas de ochos, vestidos de algodón tipo chándal o medias bicolores.

No hay flores, no, sino enormes cuadros de vichy y estampados psicodélicos. Los corazones son esta vez manguitos de fieltro. Entre tanto sport intuimos siluetas que le hacen guiños al mismísimo Balenciaga. La estrella del desfile, sin duda, los 'pelochos' rosas y vestidos envoltorio con los que les han hecho los ojos chiribitas a sus fervientes admiradoras. Los bolsos tipo Kelly de plástico estratégicamente transparente que balancean las risueñas modelos son el mejor bodegón publicitario de la diseñadora: en ellos van a modo de kit perfumes, bálsamos labiales y billeteros con el logo de la  firma.

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