Parejas que llevan años sin sexo pero quieren tener hijos: existen y reciben este tipo de terapia
Bien sea por motivos más logísticos o más emocionales, hay quien prefiere evitar el sexo, hasta que es inevitable.
En todas las parejas hay conflictos. Algunos, no queda más remedio que enfrentarlos directamente y otros, por algún motivo, los vamos posponiendo. Hasta que llega un momento en el que explotan. Hay parejas en el que ese conflicto es el dinero, otras es la familia política y otras es el sexo. Porque sí, hay parejas que acaban evitando el sexo con tal de no abrir la caja de pandora, hasta que llega un momento en el que se hace inevitable: el de decidir si tienen o no hijos.
No son casos aislados. Los sexólogos comentan que es un perfil más o menos habitual: parejas que llevan años sin rel...
En todas las parejas hay conflictos. Algunos, no queda más remedio que enfrentarlos directamente y otros, por algún motivo, los vamos posponiendo. Hasta que llega un momento en el que explotan. Hay parejas en el que ese conflicto es el dinero, otras es la familia política y otras es el sexo. Porque sí, hay parejas que acaban evitando el sexo con tal de no abrir la caja de pandora, hasta que llega un momento en el que se hace inevitable: el de decidir si tienen o no hijos.
No son casos aislados. Los sexólogos comentan que es un perfil más o menos habitual: parejas que llevan años sin relaciones sexuales y que llegan a su consulta precisamente porque están buscando un embarazo, y se les acaba el tiempo. De hecho, ante un problema relacionado con la sexualidad, parece que gran parte de las parejas tardan bastante en consultar. “Cuando una pareja llega a consulta es bastante habitual que lleven arrastrando el problema al menos 6 meses, aunque lo más frecuente es que sean unos 2 años ¡incluso más! Muchas veces no sabían ni que existe la figura de la sexóloga y que es posible intervenir en este tipo de casos”, aporta la sexóloga Ana Lombardía.
Pero bueno, mejor tarde que nunca. No hay que olvidar que en países como en Japón la falta de vida sexual se ha convertido en un problema de Estado, debido a la baja natalidad. En un país en el que entre el 60% y 70% de las parejas de más de 40 años no mantiene relaciones sexuales, hay parejas que incluso prefieren recurrir a la reproducción in vitro que sentarse delante de un sexólogo a resolver sus problemas con la sexualidad.
Problemas que llevan a evitar el sexo
Los motivos para acudir a un sexólogo pueden ser muchos, pero si llegan a consulta con el objetivo de tener hijos, es probable que lo que haya que tratar sea algún tipo de disfunción sexual. Es decir, una dificultad para poder llevar a cabo un coito de manera satisfactoria. Algo que la pareja sea vea incapaz de resolver por sí sola.
Esto ocurre tanto en el caso de hombres, por ejemplo, por problemas de erección que impidan la penetración, como mujeres que sienten dolor o imposibilidad de ser penetradas vaginalmente. Es cierto que las relaciones sexuales pueden darse sin necesidad de penetración y que estas parejas pueden buscar otros recursos. Pero la cuestión cambia cuando lo que quieren es tener hijos.
“Tenemos constancia y experiencia clínica con algunas unas parejas afectadas de un vaginismo, es decir, una imposibilidad de realizar la penetración vaginal por contracción involuntaria de la musculatura genital, que acaban por abandonar el juego coital. Si finalmente deciden querer quedarse embarazados, buscan ayuda para resolver el vaginismo”, apunta el sexólogo Santiago Frago, basándose en su experiencia profesional.
Sin embargo, no todo es una cuestión, digamos, logística. A veces el sexo se ha dejado de lado no por imposibilidad de llevarlo a cabo, sino por falta de ganas o por falta de conexión con la pareja, por así decirlo. La sexóloga Ana Lombardía narra en este sentido algunos de los casos que ha abordado de parejas que habían dado carpetazo al sexo, hasta que decidieron ser padres.
“He trabajado con varias parejas en las que había un caso de infidelidad pasado que no estaba bien gestionado”, comenta. Era precisamente la infidelidad lo que acababa afectando a nivel emocional y, por ende, a nivel físico, “con problemas como falta de deseo”.
Otros casos no tienen que ver con la penetración en sí misma, sino con la necesidad de que se produzca un orgasmo. Es importante recordar que, si bien es necesario eyacular, que la mujer logre un orgasmo también ayuda a la hora de lograr un embarazo. De nuevo, puede que el orgasmo no siempre sea siempre necesario, pero acaba por ser una obsesión cuando el reloj biológico apremia. “Trate el caso de un paciente para el que tener que mantener relaciones sexuales en los días de ovulación y eyacular dentro de la vagina siempre era muy estresante para él. Además, ella ya había cumplido los 35 y el médico les apremiaba a que tuviesen hijos cuanto antes para evitar problemas de fertilidad”, narra Lombardía.
¿Qué es necesario trabajar primero?
El problema en el abordaje de estas parejas es que presentan un verdadero reto a los especialistas. Como explica Ana Lombardía, “una de las estrategias que aplicamos las sexólogas es prohibir las relaciones sexuales con penetración, para que puedan centrarse en disfrutar de la sexualidad de otra manera y así reforzar también el vínculo en la pareja. Esta pauta es incompatible con su deseo de formar una familia, así que tenemos que ponernos muy creativas para compatibilizar ambos objetivos”.
¿Cómo abordar entonces estos casos? “Con independencia de la problemática que les ha traído a la consulta, suele ser muy importante trabajar la focalización de la atención y el ser capaces de mantenerse en el presente”, insiste la sexóloga.
Es común que estas parejas lleguen porque la paternidad les apremia, y por tanto, con altos niveles de ansiedad, algo poco recomendado para el sexo. Además, no llegan porque fuera importante conectar y disfrutar, sino que los encuentros sexuales tienen un objetivo reproductivo, “y han olvidado que tengan un objetivo placentero en sí mismos” aporta la sexóloga.
Más allá de abordar la ansiedad o la dinámica sexual, es inevitable hacer la pregunta del millón: ¿si hemos pospuesto el sexo tanto tiempo no tendremos otros problemas de pareja? Como recuerda Santiago Frago, “para plantearse la llegada de hijos hay que tener una buena dinámica de pareja y un deseo compartido de ser padres”. En este sentido, “dependiendo de cada caso, suele ser necesario trabajar distintos aspectos de la relación antes de lanzarse a tener hijos: la confianza en la pareja, los celos, las inseguridades, las discusiones, la complicidad sexual o la comunicación en la cama son algunos de los temas más frecuentes”, apunta la experta.
No hay que olvidar que España, por el momento, no es Japón. Según un estudio de YouGov de 2020, un 76% de los hombres españoles declaraba que no podría ser feliz sin mantener relaciones sexuales, frente a un 67% de las mujeres españolas
Pese a todo ello, cada caso es un mundo. Hay parejas que funcionan bien sin cultivar su parte erótica. De esta forma llegan para cumplir con su objetivo, y se van sin plantearse que haya nada más que arreglar. “Si la relación sexual no funciona desde hace tiempo, pero pese a ello quieren tener hijos, suele ser recomendable que revisen ciertas cosas de la relación de pareja antes de lanzarse a tomar la decisión de ser padres. Aun así, muchos siguen adelante con la decisión de ser padres sin solucionar su vida sexual, pues consideran que no es tan relevante para ellos y priorizan la paternidad o el seguir juntos a toda costa”, concluye Lombardía.