Pablo Erroz: «No me molesta que Inditex se fije en mis diseños. Significa que lo estoy haciendo bien»
El diseñador mallorquín, que ha logrado hacerse un hueco en la industria apostando por prendas unisex, cómodas y sostenibles, vuelve a la semana de la moda de Madrid tras ocho años. Charlamos con él sobre su paso por el gigante gallego, el sentido del desfile presencial o por qué la buena energía es fundamental para sobrevivir en el sector.
Hay una palabra que Pablo Erroz, diseñador que el próximo ocho de abril vuelve a la semana de la moda de Madrid después de ocho años (“además desfilamos a las ocho de la tarde, se cierra el círculo”, dice), repite con insistencia. “Somos muy afortunados por poder hacer un desfile presencial ahora mismo, así que merece la pena ir a por todas con buena energía”, apunta. El concepto regresa en varias respuestas más: “Creo que debemos conservar solo la ropa que nos dé buena energía”, “estamos vivos, así que vamos adelante gen...
Hay una palabra que Pablo Erroz, diseñador que el próximo ocho de abril vuelve a la semana de la moda de Madrid después de ocho años (“además desfilamos a las ocho de la tarde, se cierra el círculo”, dice), repite con insistencia. “Somos muy afortunados por poder hacer un desfile presencial ahora mismo, así que merece la pena ir a por todas con buena energía”, apunta. El concepto regresa en varias respuestas más: “Creo que debemos conservar solo la ropa que nos dé buena energía”, “estamos vivos, así que vamos adelante generando positividad y energía”, “es momento de mover las energías”… Preguntado al respecto de esta fijación casi mística, argumenta: “No es que crea en la energía, pero creo que en las cosas que uno hace”.
También cree, lo ha demostrado desde que fundara su marca homónima en 2012, en una moda con valores. Conceptos tan omnipresentes ahora en el debate de la industria como son sostenibilidad, ropa unisex o colaboraciones fueron la base sobre la que este mallorquín curtido en Inditex decidió asentar su marca. Y los sigue manteniendo traducidos en prendas fáciles, actuales y muy cómodas. “Hemos eliminado las temporadas, no hay invierno ni verano; no hay fecha de caducidad. Lo mismo ocurre con el género: no decidimos nosotros si una prenda es para chico o chica, es el propio individuo quien elige lo que le gusta y lo hace suyo. La moda es política y debe hablar de libertades y dar herramientas para expresarse y vivir mejor”, sentencia.
La moda es política, pero, ¿cuenta con el suficiente apoyo político?
Creo que poco a poco los políticos se están concienciando y también nuestro trabajo es hacerles conscientes del valor añadido que tiene la moda, que al final es industria. El error está en pensar que la moda es solamente ropa. Habrá algunos que sean capaces de verlo y otros que no. Siempre hará falta más apoyo, pero confío en que lo haya. Quizá podamos tener una opinión más fundamentada sobre esto después del desfile el próximo jueves. Y hasta aquí puedo leer.
¿Crees que es cierto eso tan repetido de que es más fácil abrirse camino fuera que aquí?
Hay que ser justos: a los jóvenes diseñadores en España se nos trata muy bien. Tenemos pasarelas que apoyan mucho a los nuevos talentos, algo que no siempre ocurre internacionalmente. Recibimos ayudas para hacer nuestros desfiles sin tener que pagar el 100% y eso hay que valorarlo. Las cosas son difíciles, pero con trabajo todo sale.
Es complicado vivir de la moda.
Si, claro que es difícil, pero hoy en día, ¿qué no es difícil? Hasta montar un bar, que es algo que antes podía hacer todo el mundo, es complicado ahora. Todo lo bueno cuesta. Es un modelo de negocio en constante evolución, pero tienes que tener claro qué aportas tú: cuál es tu discurso y tu universo de marca. Nosotros nos los curramos días tras día y nos cuestionamos constantemente. Lo importante es que estamos vivos, así que vamos adelante generando positividad y energía.
Comenzaste trabajando en Inditex, ¿qué aprendiste del gigante?
Cuando empecé en Inditex allá por 2013 mucha gente no lo entendía, incluso me criticaron, pero para mí fue una experiencia chulísima. Trabajé en marcas muy distintas, Bershka y Massimo Dutti, así que salí con un bagaje muy fuerte, conocimiento, contactos y grandes amigos. Crecí mucho y después pude aplicar todo eso tanto a mi marca como a Caramelo, firma de la que fui director creativo. Quizá es un trabajo para probar un tiempo y después pasar a otra cosa, pero lo importante es tener inquietudes. Sé curioso, es lo que te mantiene vivo.
¿Qué opinas cuando Inditex se inspira o copia a diseñadores jóvenes cómo tú? ¿Qué pensarías si ves en sus perchas una prenda similar a uno de tus diseños?
No me molestaría para nada y, de hecho, ya ha ocurrido. Para mí significa que estás haciendo las cosas bien. Que gustas, que te están mirando. Además, todo el mundo se inspira en todo el mundo desde tiempos inmemoriales y, como decía Coco Chanel, imitar es la mejor forma de alabar. Hay que ser más abiertos en ese sentido porque tampoco tengo claro que Inditex nos quite terreno. Quien quiera comprar en una marca de autor no dejará de hacerlo porque Inditex saque un modelo parecido.
Estamos en la era de las colaboraciones y tú has hecho varias incluso con empresas de iluminación y mobiliario. ¿Por qué crees que funcionan tan bien?
Para mí son el presente y el futuro. Son nuevas formas de crecer y de dar valor a los productos. Ya sabes lo que dicen, si quieres llegar rápido, ve solo; si quieres llegar lejos, ve acompañado. No estamos solos en el universo y todo lo que hagamos en conjunto, aporta. Las colaboraciones son con lo que más disfruto, donde logro mayor novedad y con lo que llego a un público más amplio.
Tras varias temporadas en la 080 Barcelona, ¿por qué has decidido volver a Madrid?
Es importante mover las energías. La semana de la moda de Madrid ha hecho una apuesta muy firme por el formato presencial en el cual nosotros creemos. Creo que tenemos que ir activándonos poco a poco porque la situación sanitaria va para largo. En una época como la que estamos viviendo creo es importante probar cosas nuevas y sacar músculo. Las crisis también sirven para eso y, aunque no podamos cambiar lo que está pasando, sí podemos cambiar nuestra actitud. Nosotros estamos trabajando dieciséis horas al día en un año complicado, así que somos unos privilegiados y vamos a por todas con buena energía.
Apuestas por el desfile presencial. ¿Qué te parecen las semanas de la moda digitales?
Son nuevas maneras de comunicar, suman y han llegado para quedarse, pero creo que como un complemento. Nosotros, de hecho, vamos a hacer una apuesta por lo presencial y también por lo digital como un extra. Lo virtual nos da más herramientas para que cada uno trabaje como mejor se identifique, pero creo que es difícil que un desfile online tenga la misma magia que uno presencial. Gracias a la tecnología implementada por Blue Bite, las prendas de nuestra colección llevarán un sistema NFC, que es como un chip que actúa como si fuera su pasaporte. Así se podrá conocer toda la trazabilidad del producto: quién lo ha hecho, con qué materiales o cuál es su impacto medioambiental. Cuando esta prenda llegue al mercado de segunda mano se podrá saber toda esa información, así que sin duda lo digital ayuda a evolucionar.
Ahora que se habla tanto de comprar menos, pero mejor, ¿cuántas prendas crees que necesitamos realmente?
Depende de la persona y también del espacio que tenga en casa. Pero creo que es importante ir creando, con los años, un armario con alma que te identifique. Que cuando alguien te pregunte por una chaqueta le puedas decir que la heredaste de tu madre, que la compraste en un viaje a Nueva York o que te la hiciste tú mismo. No lo aplico solo a la moda, sino a las cosas que tenemos en casa: todo ocupa espacio y el espacio es muy necesario, por lo que creo que aquello que guardamos debe aportarnos algo y darnos buena energía.
Filosofía Marie Kondo.
(Risas). Lo de Marie Kondo es para mí un poco excesivo, pero sí creo en quedarte solo con aquello que te aporte. Y lo aplico a la vida, en general.
¿Y a quién te gustaría provocar ‘buena energía’ con tus prendas?
Antes quizá te podría haber dicho el nombre de algún famoso, ahora quiero que lleve mi ropa la gente que de verdad quiera llevarla y hacerla suya. Aunque estoy abierto a vestir a cualquiera que quiera vestir de Pablo Erroz, sobre todo, si esa persona tiene un discurso propio o comparte mis valores.
Es más difícil vestir a alguien con quien no comulgas.
No te creas. A veces también está bien salir de tu zona de confort y te cambia el chip cuando ves a alguien con tu ropa que no te hubieras imaginado. Estoy abierto, es bueno escuchar e intercambiar energías.