‘No tinc por’: carta de amor conjunta de artistas a Barcelona tras el atentado

Barceloneses, de nacimiento y de adopción, de la escena cultural de la ciudad reflexionan tras los atentados acontecidos en la Rambla y Cambrils.

"Te quiero" y otros mensajes se pueden leer estos días junto a los distintos altares en las Ramblas de Barcelona.Getty (AFP/Getty Images)

«En mi última novela escribí: ‘Volveremos a cruzar las Ramblas entre tracas de rumores, estallidos de bocina y revuelo de faldas. Compro dos palas de playa en un quiosco y nos ponemos a jugar ahí mismo, entre turistas y vendedores de latas. Diana grita Out! Cuando una de las pelotas impacta en un coche de los Mossos’. Y lo escribí porque lo había vivido, un partido más importante para mí que una final en Wimbledon y que todas las nostalgias heredadas. Y si lo escribo ahora es porque es esa euforia, la que admite esa calle si buscas tu momento, la que se debe recuperar. Porque, en fin, volverem...

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«En mi última novela escribí: ‘Volveremos a cruzar las Ramblas entre tracas de rumores, estallidos de bocina y revuelo de faldas. Compro dos palas de playa en un quiosco y nos ponemos a jugar ahí mismo, entre turistas y vendedores de latas. Diana grita Out! Cuando una de las pelotas impacta en un coche de los Mossos’. Y lo escribí porque lo había vivido, un partido más importante para mí que una final en Wimbledon y que todas las nostalgias heredadas. Y si lo escribo ahora es porque es esa euforia, la que admite esa calle si buscas tu momento, la que se debe recuperar. Porque, en fin, volveremos a cruzar las Ramblas». Miqui Otero escribía esto hace unos días en Icon, elogiando a la avenida barcelonesa pocas horas después del doble atentado en Barcelona y Cambrils del pasado 17 de agosto. Tras el clamor ciudadano de «No tenim por!» (¡No tenemos miedo!) como lema espontáneo ante la barbarie, hemos consultado a barceloneses del latir de la ciudad  –de nacimiento, y de adopción– para que reflexionen sobre estas tres palabras y el legado histórico que dejarán en la crónica de la ciudad.

Andreu Buenafuente (humorista, presentador y productor)

MIEDO AL MIEDO

Lo primero: mi condolencia para todos los afectados por los terribles sucesos vividos en Barcelona. Me enteré de la noticia estando muy lejos de España. Fue como una puñalada que voló miles de kilómetros hasta clavarse en mi costado. Sentí una mezcla de rabia, impotencia y miedo. Sí, mucho miedo. Un miedo inconcreto, amenazante, negro. Estamos proclamando que no tenemos miedo pero, en realidad, es nuestra manera de esquivarlo, de plantarle cara, de enarbolar nuestra dignidad y el ejercicio de la libertad para desactivarlo. Y está bien que así sea porque es lo que tenemos que hacer. Ahí es donde deberíamos demostrar qué tipo de sociedad somos, primando una unidad innegociable. UNIDAD ANTE EL DOLOR. En situaciones así, no puedo entender la desinformación, el juicio precipitado de las redes, la politización y el periodismo basura. De todo ha habido un poco o un mucho. Demasiado. Daba asco, la verdad. No era propio de una comunidad sensible. La muerte de inocentes es algo mucho más grave que toda esa morralla mental y emocional que rodeó los hechos. No verlo es de una miopía social que no me esperaba.

Por suerte, la gente, la buena gente, la Barcelona solidaria, ha dado otra lección de humanidad. Hay miles, millones de gestos que son los que, por suerte, quedaran en el recuerdo como un suave y cálido consuelo a los trágicos acontecimientos. Por eso me siento orgulloso como barcelonés de adopción, de mi querida ciudad. Una Barcelona que ha dado la talla, como su policía, por cierto, desafiando al miedo. Al miedo a tener miedo. Barcelona ha escuchado a su corazón, a su sentido común y a la razón. Y lo ha hecho en el peor de los escenarios. Cómo no voy a querer a mi ciudad…

Tuve la necesidad de garabatear un pequeño dibujo: un corazón que sigue avanzando hacia adelante, pese a todo, con grandes zancadas. Es el corazón de su gente, mi gente, la que de verdad importa como siempre. No así el de algunos de sus supuestos interlocutores que se han emponzoñado vergonzosamente. Supongo que se trata de la inevitable condición humana donde caben todos los matices por increíble que parezca. Somos así. Somos todo: lo bueno y lo malo. Y en su extremo más lúgubre, esos críos metidos a terroristas que ni muertos llegarán nunca a saber el dolor que sembraron.
Adelante Barcelona!
Adelante la buena gente!
Atrás los oscuros que propagan el miedo. Y el miedo al miedo.

Judit Mascó (Modelo y presentadora)

«No tinc por porque todos sabemos que cada estrategia terrorista tiene su trasfondo, su porqué y es brutal como premeditado. Su objetivo no es más que romper lazos y sembrar miedo. Lo que desean es destruir puentes entre comunidades y que crezca la xenofobia en Europa, así acabar con los derechos y libertades, fomentando el racismo y el odio. La violencia no se puede combatir con más violencia y mucho menos con miedo. Barcelona demuestra en la acogida, su búsqueda solidaria de alternativas a las injusticias y no piensa cambiar. ¡Y ahora menos que nunca!».

Gerard Alegre Dòria (Músico en El último vecino)

«Yo lo siento pero soy de los que sí tiene miedo. Hay gente de todo. Entiendo perfectamente el lema colectivo «No tinc por», pero a mí siempre me han dado miedo las cosas que me pueden hacer daño o acabar conmigo. Después de los ataques en Bataclan me dieron varios ataques de ansiedad yendo por Barcelona. Llevo años sufriendo ansiedad y esta guerra me los acentúa. Los terroristas, conmigo, consiguen su objetivo, me aterrorizan. Supongo que en mi caso el «No tengo miedo» consiste en no irme de la ciudad y poco a poco irlo superando.»

Alba Blasi, Aleix Clavera, Borja Rosal, Cacho Salvador y Pau Riutort (Músicos en Extraperlo)

«No tinc por porque nos negamos a vivir con miedo, pues significa atentar contra nuestras libertades, pero realmente lo decimos con la boca pequeña porque es inevitable pensar que pueda volver a suceder. También nos preocupa que se estigmatice a la comunidad musulmana y se desate una respuesta racista dentro de la ciudad que altere la convivencia, generando una alarma social sistemática. Nosotros hemos nacido y crecido en Barcelona y siempre hemos vivido en un ambiente de diversidad que también ha contribuido a nuestro desarrollo artístico. Creemos que Barcelona es capaz sin duda de recuperarse de este golpe y nosotros seguiremos aquí sin odio y analizando el conflicto con la mayor frialdad posible».

Mensajes pegados en una pared de un edificio de las Ramblas tras el atentado del pasado 17 de agosto.Getty (Getty Images)

Aina Clotet (actriz y directora)

«No tinc por» porque el miedo, si lo miras de frente se vuelve coraje. Y más que nunca necesitamos la valentía del amor, de la tolerancia, de la empatía. Aunamos esta energía para invertir todos nuestros esfuerzos en educación y cultura, la única arma que debemos tener.

Dani Vega (músico; guitarrista en Mishima y cantante/letrista en Sr. Canario)

«No tinc por porque vivo en Barcelona. Y si algo he aprendido en esta pequeña e inmensa ciudad, es que la gente dura, persiste y está.
No tinc por porque entonces no podría pensar con claridad, ni ser crítico con quienes nos han llevado hasta aquí.
No tinc por porque puedo.
No tinc por porque vivo abierto al mundo.
No tinc por porque vivo en Barcelona».

Luna Miguel (escritora)

«No tinc por…porque esta ciudad nos enseña a ser valientes. Porque en ella nació mi hijo. Y porque sé que Barcelona le enseñará también a crecer valiente».

Luis Cerveró (realizador en Estudio O, editor en Terranova)

«No tinc por del terrorismo, no. Lo que sí me da miedo es el pensamiento único y las actitudes dirigidas, como las que hay detrás del terrorismo, por supuesto, pero también las que genera un acto de este tipo. Una masa gritando algo al unísono me da miedo, por muy bonito o bienpensante que sea el mensaje. Espero de verdad que esto no cambie lo que de verdad ha caracterizado siempre a Barcelona: una mentalidad abierta, dialogante y sin miedo a escuchar opiniones discordantes. No tinc por de la diferencia».

Las Bistecs: Alba Rihe y Carla Moreno (dúo de música de electro-disgusting)

«No tenim por porque creemos en nuestra ciudad, que es un lugar solidario, plural y abierto, donde las voces que luchan por la integración ganan, donde se respira una enorme tristeza pero también apoyo y cooperación, y esperamos que siga siendo así. Nuestros pensamientos están con las víctimas de este horrible atentado, las que los han sufrido en el resto del mundo, y sobre todo, las que sufren ataques como éste cada día».

Adrián D. Bóveda –Jarri– (músico y miembro de Novedades Carminha; codirector del Festival de música Cara B)

«#Notincpor porque nosotros somos más. Somos más los que queremos vivir, cantar, bailar, reír y comernos a besos; que los violentos y desgraciados que siembran de odio y terror en las calles de nuestras ciudades: Barcelona, París, Charlottesville, Raqa…

#Notincpor y si algo tengo claro es que no voy a sacrificar ni un puto ápice de mi libertad a seguir pateándome Barcelona de Colón a Tibidabo y de Besòs a Llobregat, parando en las bodegas Marin y Casas, en el kebab de mi amigo Musta, en la frutería de Muhammad y en las 7 plazas de mi barrio».

Lucía Baskaran (escritora)

«No tinc por porque la respuesta ciudadana ha sido admirable. Siento que vivo en una ciudad con una gran conciencia política y eso me llena de esperanza».

Una pareja besándose en Las Ramblas, en 2008.Cordon Press (ZUMAPRESS.com / Cordon Press)

Gerard Estadella (fotógrafo y DJ)

«No tinc por! No tengo miedo porque es lo que quieren conseguir y no ganarán. Solo tuve un pequeño atisbo de miedo en un momento. Pero no era miedo al terror; era miedo a que mi ciudad, mi barrio, las Ramblas (que cruzo cada día para ir a cualquier sitio) se cubrieran con un tinte de tristeza, de dolor y de pesar. Ese miedo me duró sólo unos minutos. Entonces me di cuenta que todas las grandes ciudades que admiro y me fascinan tienen sus cicatrices: NY, Paris, Madrid, Londres. Y ahora Barcelona. Esas cicatrices que, como en las personas, estarán siempre allí y no son algo de lo que avergonzarse o temer: sólo son muestra de superación, de resistencia, ¡de fuerza! De que, aunque hayas pasado por algo traumático, has logrado superarlo. Barcelona y todos los que allí vivimos mostraremos esa cicatriz con orgullo. Con la cabeza bien alta y diciendo: sobrevivimos».

Noemí Rebull (ilustradora conocida como La Mandanga)

«No tinc por porque Barcelona me ha convertido en quién soy ahora. Hace 10 años, la ciudad me acogía sin hacerme preguntas. Aquí he sido más libre, amiga, amante, valiente y creativa que nunca. Barcelona es un hogar, pero inmenso. Como esa sensación que tenía de pequeña cuando abría el armario de mi abuela. Entre olor de naftalina, siempre aparecía alguna reliquia nueva sorprendente. Barcelona es precisamente eso, sentirte como en casa, a salvo, pero sabiendo que hay mucho más.

Hace unos días, a pocos metros de casa, se sembraba el horror y se rompía una parte de mí. Después de horas de miedo, esa sensación de hogar volvía a aparecer. Una ciudad generosa abría las puertas de sus casas, taxis y comercios y abarrotaba de gente sus bancos de sangre.

No tinc por, aunque ahora me pregunto más que nunca: ¿cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Quién está realmente detrás de esta barbarie? Y esto, amigas, sí que da miedo».

Anastasia Bengoechea (artista conocida como Monstruo Espagueti)

«No tengo miedo porque si así fuera ellos habrían ganado. Nos quieren asustados, nos quieren tristes y precisamente por eso vamos a celebrar la vida más que nunca. Como idealista incurable creo que la misión del artista dependiendo de su disciplina es ayudar a crear un mundo más bello, más ético, más divertido, más consciente y en definitiva, mejor. Las Ramblas están a tres minutos de mi casa y he pasado varios días de bloqueo, donde era incapaz de reaccionar, pero ahora me siento con más ganas que nunca de luchar en primera línea a golpe de pincel y como siempre, de humor».

Alba Yruela (fotógrafa)

«No tinc por porque en un mundo tan frágil nos tenemos que apoyar unos a otros y no caer en la tentación del odio, que es demasiado cercano al miedo».

Patricia Aibar (artista conocida como Marie Tooth)

«Esta fotografía de la tierra fue tomada por la sonda espacial Voyager 1 desde una distancia de 6.000 millones de kilómetros. Casualmente, la foto fue tomada el 14 de febrero de 1990. El día mundial del amor. Cuatro años más tarde, Carl Sagan, escribió una reflexión sobre esa mota de polvo en la franja marrón que cito aquí:

‘Eso es aquí. Eso es nuestra casa. Eso somos nosotros. Todas las personas que has amado, conocido, de las que alguna vez oíste hablar, todos los seres humanos que han existido, han vivido en él. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de ideologías, doctrinas económicas y religiones seguras de sí mismas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, cada niño esperanzado, cada inventor y explorador, cada profesor de moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie ha vivido ahí —en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol.

La Tierra es un escenario muy pequeño en la vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades cometidas por los habitantes de una esquina de este píxel sobre los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina. Cuán frecuentes sus malentendidos, cuán ávidos están de matarse los unos a los otros, cómo de fervientes son sus odios. Nuestras posturas, nuestra importancia imaginaria, la ilusión de que ocupamos una posición privilegiada en el Universo… Todo eso es desafiado por este punto de luz pálida. Nuestro planeta es un solitario grano en la gran y envolvente penumbra cósmica. En nuestra oscuridad —en toda esta vastedad—, no hay ni un indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos’

No, no tinc por. Tinc amor. Porque el amor es mi Dios, mi bandera y mi idioma. Un Dios que es igual en todas partes del mundo».

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