Modelos sin crisis de los treinta

Una treintañera desbanca a la jovencísima Hailee Steinfeld en Miu Miu: Guinevere no está sola

Getty Images

Si 2010 fue el año -sobre las pasarelas, en editoriales o como imagen de firma- de "cuarentonas" como Kristen McMenamy (47) o Stella Tennant (41) -lo de Kate Moss (42) es caso aparte aunque 2011 ha sido el año en que ha vuelto a desfilar-  esta temporada emergen con fuerza entre esas modelos de nueva hornada de cuyo nombre no nos acordamos, y cuya edad en muchos casos apenas alcanza los 18, un grupo de maniquíes de identidad bien marcada y más de treinta años.

Tras la fría acogida de Hailee Steinfe...

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Si 2010 fue el año -sobre las pasarelas, en editoriales o como imagen de firma- de "cuarentonas" como Kristen McMenamy (47) o Stella Tennant (41) -lo de Kate Moss (42) es caso aparte aunque 2011 ha sido el año en que ha vuelto a desfilar-  esta temporada emergen con fuerza entre esas modelos de nueva hornada de cuyo nombre no nos acordamos, y cuya edad en muchos casos apenas alcanza los 18, un grupo de maniquíes de identidad bien marcada y más de treinta años.

Tras la fría acogida de Hailee Steinfeld como imagen para su campaña de otoño-invierno, Miuccia Prada ha decidido sustituirla por Guinevere Van Seenus (34) de cara al Crucero 2012. La modelo americana empezó su andadura en esta industria a los 19 y en pocos meses ya era imagen de Jil Sander y Chanel además de niña bonita de Steven Meisel; ha sobrevivido a la rotundidad de las supermodelos, el triunfo de las muñequitas que vinieron del este o la era de la androgínia y desde entonces ha vivido vinculada a esta industria sin apenas notar en su currículo la crisis de los 30. 

Saskia de Brauw (30) ha sido la última de su quinta en dar el campanazo. Es una de las modelos que más desfiles han copado en las pasarelas de primavera-verano 2012 y a ello le suma ser imagen de Zara para este invierno. Su caso es bien distinto al de aquellas que están de vuelta al circuito o nunca se han bajado de esta noria y refleja que todavía hay sitio en la moda para aquellas que dejan atrás los dos patitos y no beben de haber sido grande glorias en los noventa: su carrera de modelo a los veinte fue tan corta que apenas le dio tiempo a hacerse un book, y tras más un decenio retirada, vive ahora su momento.

Ellas son solamente dos ejemplos de una generación de modelos que triunfa en revistas, carteles publicitarios y circuitos internacionales a pesar de haber superado una barrera, para la mayoría de sus coetáneas infranqueable, que podía haberlas jubilado.

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