“Somos sexis y somos una oleada”: los modelos masculinos de talla grande claman por su sitio en la industria de la moda
La nueva colección de Savage X Fenty, la marca de ropa interior de la cantante Rihanna, ha puesto en el foco la infrarrepresentación en el sector de maniquís XXL como Steven G, cuyas imágenes se convirtieron en un fenómeno viral.
“Esto es para cada chico edificado con un poco de carne extra, para el que se desabotona el botón inferior de la camisa para intentar disimular el michelín, para el que tiene que ir de compras como un loco porque las tallas para nosotros ya se han agotado. Estamos aquí, somos sexis y somos una oleada”. Con una consigna digna de un triunfal candidato político o de un victorioso deportista de élite, Steven Green celebró el mayor éxito hasta la fecha en su carrera como modelo. Aunque pueda parecer que posar ante el objetivo de algún fotógrafo no merece palabras t...
“Esto es para cada chico edificado con un poco de carne extra, para el que se desabotona el botón inferior de la camisa para intentar disimular el michelín, para el que tiene que ir de compras como un loco porque las tallas para nosotros ya se han agotado. Estamos aquí, somos sexis y somos una oleada”. Con una consigna digna de un triunfal candidato político o de un victorioso deportista de élite, Steven Green celebró el mayor éxito hasta la fecha en su carrera como modelo. Aunque pueda parecer que posar ante el objetivo de algún fotógrafo no merece palabras tan grandilocuentes, el discurso de Instagram del maniquí estadounidense es pertinente con el hito conseguido: convertirse en la imagen de la inclusión y la diversidad masculina en uno de los desfiles más celebrados del año.
La cantante Rihanna ha vuelto a subir el listón de la industria de la moda con el espectáculo de presentación de la nueva colección de su firma de ropa interior, Savage X Fenty, retransmitido a través de Amazon Prime Video a cientos de millones de espectadores. Enmendando las estrictas leyes de belleza que acabaron destruyendo el olimpo celestial de Victoria’s Secret, la artista de Barbados ha contado con modelos de todas las tallas y colores de piel, poniendo en el foco a modelos masculinos de talla grande como Steven, históricamente postergados en este tipo de líneas. De ahí el éxito viral de las imágenes del estadounidense luciendo los boxers de Fenty en la tienda online de la marca.
Más de 300 mil ‘Me gustas’ en Twitter cosecharon los pantallazos de una tuitera que agradecía a Rihanna la inclusión de Steven G –su nombre artístico– en su catálogo de ropa interior. “Eres una inspiración. Gracias por ser un ejemplo para todos aquellos a los que nos han dicho que nuestro cuerpo era el problema”, escribió un usuario de Instagram. “Nunca en mi vida adulta he visto a un modelo masculino con un cuerpo parecido al mío. Me siento casi emocionado. Por fin puedo comprar algo que quiero y saber que fue hecho para gente como yo”, añadió el tuitero Cody Jacob con un comentario aplaudido con otros 20 mil ‘Me gustas’. Hoy la cara –y cuerpo– de Steven aparece en diferentes medios de comunicación de todo el mundo y sus seguidores en redes sociales se han multiplicado.
“Ni en un millón de años me habría considerado a mí mismo como un sex symbol, pero viendo las reacciones he podido corroborar que mi talla no era un factor”, declaró el maniquí a la web In The Know. En la entrevista ratificaba que, aunque la respuesta mediática de su trabajo para Savage X Fenty era mayoritariamente positiva, también había recibido críticas que alegaban que su aparición promocionaba un estilo de vida poco saludable. “La salud no tiene talla. Todos tenemos diferentes fisonomías y físicos”, añadió. Todos los productos de la línea lanzada por Rihanna abarcan un tallaje que va desde la S hasta la XXXL, una rareza en el sector salvo honrosas excepciones como ASOS.
Mientras que figuras como la cantante Lizzo o la modelo Ashley Graham han supuesto un paso adelante en lo que a la aceptación de mujeres con cuerpos de distintos tamaños se refiere, la industria de la moda sigue teniendo una cuenta pendiente con el sector masculino. La autora Rabia Chaudry sostiene en The Guardian que ver la imagen de Green en la tienda online le hizo darse cuenta de que no todavía vemos a los hombres XXL representados en la pasarela: “Ha habido un movimiento consciente y un esfuerzo para la inclusividad de las mujeres de talla grande, pero no ha existido un movimiento equivalente para ellos”. El interés de las agencias de representación por tener este tipo de hombres en su catálogo apenas abarca cinco años, pero sus referentes son conscientes de su responsabilidad social. “Soy modelo porque sé que lo que hago marca una diferencia. Aunque solo sea para el niño que va por su cuenta al baile de primaria del colegio. Soy modelo para el niño que llora en su almohada después de su primera fiesta de piscina”, declaró Zach Miko, que rompió el molde del sector al ser fichado por la agencia IMG en 2016.
Es en este ámbito de la discriminación por el tipo de cuerpo o peso, más conocido como bodyshaming, en el que los hombres son mirados con una lupa casi similar a la de las mujeres, más cosificadas y objetificadas a lo largo de las décadas. Estrellas de Hollywood tan deseadas como Leonardo DiCaprio, Zac Efron, Vin Diesel, David Harbour o Jason Momoa han sido víctimas de la burla mediática o de la discriminación laboral –Harbour fue descartado en X-Men por “estar demasiado gordo” para interpretar a un personaje llamado La Mole– al ser fotografiados con unos kilos de más. Otro elemento a debatir es la idoneidad o no de que los referentes de este tipo de tallaje en las campañas promocionales de algunos grandes almacenes sean deportistas como el jugador de baloncesto Felipe Reyes, que con sus más de dos metros de altura y 104 kilos no muestra un ápice de sobrepeso en su figura.
En los últimos años han prosperado en la industria de la moda modelos XXL como el propio Zach Miko o el chileno Cristian Paris que, con sus 195 centímetros de altura y sus 118 kilos de peso, ha posado para El Corte Inglés, C&A o H&M. “En España la moda masculina es más conservadora y cambiará lentamente, nos queda mucho camino por recorrer”, asegura Paris a S Moda, conocedor de los esfuerzos que se están haciendo en el sector para que el futuro sea mejor que el presente: “Estoy contento por cómo la industria de la moda está cambiando y reaccionando. Cada vez hay mayor apertura a la diversidad e inclusión de todos”.
El modelo reconoce la dificultad que tiene para poder vestirse en las tiendas de nuestro país por la escasez de oferta, apostando en su look diario por la simplicidad de una camiseta negra o blanca lisa y unos pantalones chinos. Sin embargo, admite que la creciente diversificación y personalización del mercado puede ser un factor clave a la hora de que figuras como él formen parte de las pasarelas de cualquier tipo de marca. “Cada vez nos hacemos notar más y más, cada vez hay más aceptación y eso es parte del proceso de inclusión y del cambio social que estamos viviendo. Por eso es necesaria la creación de una oferta real e inclusiva”, concluye. Con la viralidad de imágenes como la propiciada por Rihanna, el cambio se antoja inevitable. Por cierto, los boxers publicitados por Steven G ya están agotados.