Usun Yoon: “Todos mis amigos están enganchados a telenovelas coreanas”
Su trayectoria vital no tiene nada de corriente, la inclasificable Usun Yoon participa ahora en la serie ‘Supernormal’.
Pese a que la charla tiene lugar a primera hora de la jornada, Usun Yoon (Busán, 45 años) ya ha tachado de su rutina las dosis diarias de deporte, yoga y meditación. “Soy muy matutina, mi cerebro no funciona bien por la tarde. Cuando se levantan los pájaros me levanto yo”, confirma. Esta alma cosmopolita y multilingüe, formada en Políticas y que iba para embajadora, se convirtió, sin embargo, en un rostro tan querido como pionero por su trabajo en las noches televisivas de El intermedio. Centrados ahora todos sus esfuerzos en su faceta interpretativa, repite en la piel de Imelda, cont...
Pese a que la charla tiene lugar a primera hora de la jornada, Usun Yoon (Busán, 45 años) ya ha tachado de su rutina las dosis diarias de deporte, yoga y meditación. “Soy muy matutina, mi cerebro no funciona bien por la tarde. Cuando se levantan los pájaros me levanto yo”, confirma. Esta alma cosmopolita y multilingüe, formada en Políticas y que iba para embajadora, se convirtió, sin embargo, en un rostro tan querido como pionero por su trabajo en las noches televisivas de El intermedio. Centrados ahora todos sus esfuerzos en su faceta interpretativa, repite en la piel de Imelda, contrapunto cómico y pragmática empleada del hogar en la nueva tanda de episodios de la serie de Movistar+ Supernormal.
K-pop, K-beauty, Parásitos, El juego del calamar… ¿Cómo explica el furor global por la cultura coreana? Es un ciclo histórico que está en el punto álgido. Después de la guerra el país empieza a crecer y se convierte en uno de los más desarrollados. En España también noto este interés… Todos mis amigos están enganchados a las telenovelas coreanas.
Dijo que veía normal estar encasillada en personajes orientales. ¿Lo sigue pensando? Sí, pero soy positiva al ver a las nuevas generaciones. Hay personajes que no tienen edad o nacionalidad y, aunque todavía no está muy abierto, algunos directores que quieren romper con esto. Va a cambiar todo y espero que en el buen sentido.
¿Está más cansada del racismo de nuestra industria o de que le pregunten sobre ello? Depende de dónde queramos poner el foco. Por ejemplo, ahora están cambiando los cánones y los protagonistas ya no son jóvenes, sino que muchos tienen 40 o 50 años. El interés está ahí. A veces hay que esperar a que acabe una tendencia para que empiece otra… ¡Igual la próxima es la de todos los extranjeros! (ríe).
¿Algún aspecto de la vida en España le recuerda a Corea? La morcilla de arroz. En Corea tenemos lo mismo, la hacemos al vapor. Como la de Burgos, pero con verduras. Y las montañas de los Picos de Europa me recuerdan a la ciudad en la que nací.
¿Confirma el cliché que dice que el coreano anhela siempre la perfección absoluta? Es cierto. Los coreanos son ambiciosos: sueñan con llegar más alto, superarse y no acomodarse en una aburrida rutina. Pero es un motor vital que también puede acabar consumiéndote. Esa esperanza tiene cosas buenas y malas, hay que buscar el equilibrio.
En sus redes se denomina #BricoUsun. ¿Es muy manitas? El bricolaje es muy sano a nivel mental. Me relaja porque no pienso en otra cosa, me concentro. En mi última chapuza he puesto revestimientos en la bañera porque tenía humedades.