Un cuadro, un icono del diseño o una pantalla de ‘stories’ gigante: las teles que definirán el futuro las puedes comprar ya
La pantalla frente a la que nos sentamos cada día también nos representa. Por eso Samsung personaliza su propuesta con una serie de modelos que conjugan un insólito diseño con una tecnología que mira al futuro.
Se lo preguntaba Joey Tribbiani (Matt LeBlanc) en Friends: «Si no tienes tele en casa, ¿hacia dónde miran todos tus muebles?». La televisión no solo supuso una revolución cultural, cuando se coló en los hogares a principios de los sesenta trastocó para siempre el espacio doméstico. Surgieron preguntas sobre dónde colocarla, cómo reorganizar el interior… y soluciones de lo más creativas: armarios que la escondían estratégicamente o mesitas con ruedas para llevarla a cualquier rincón de casa. Ver la televisión era una experiencia compartida y, como consecuencia, se convirtió en el elemento estrella de nuestra casa.
Aunque aquellos tiempos parezcan lejanos y nuestras formas de consumo hayan cambiado, las pantallas siguen teniendo un espacio primordial en nuestra cotidianidad. «Los usuarios cada vez son más exigentes en cuanto a su televisor, no solo demandan una experiencia de visionado totalmente diferencial sino que, además, desean que los equipos puedan integrarse completamente en sus estilos de vida», comenta el Director de Marketing de Samsung Electronics, Nacho Monge. Bajo esta premisa, Samsung ha lanzado una gama de televisores Lifestyle que aúnan tecnología y diseño, esbozando los parámetros que deberán cumplir las teles en un futuro. Las suyas, por supuesto, ya están disponibles.
La televisión de la generación ‘TikTok’
En los años treinta, cuando se empezaron a levantar los grandes edificios, los fotógrafos giraban su cámara para capturar lo cerca que estaban de tocar el cielo. La ciudad empezó a registrarse de abajo hacia arriba y, de algún modo, ahora estamos viviendo una revolución similar. Interactuamos con el mundo a través de la pantalla de nuestros smartphones –Según IAB, un 92,3% de los usuarios ven la TV mientras utilizan el móvil, principalmente los jóvenes, para chatear o ver sus redes sociales– y todo lo que contemplamos está en vertical. Un formato que se pierde entre bandas negras cuando intentamos proyectarlo en el televisor. Del mismo modo que ocurrió con el cine –las teles se extendieron hacia el horizonte para meter Hollywood en nuestra casa–, la nueva creación de Samsung, The Sero, se adapta a estas nuevas perspectivas. De hecho, en coreano, sero significa vertical.
Esta revolucionaria televisión nos permite consumir contenido –¿existe acaso una expresión que defina mejor este siglo?– en ambos formatos: su increíble pantalla giratoria de 43 pulgadas modifica su orientación acorde al contenido que tengamos en el smartphone, y lo hace de forma automática sobre su propio eje. The Sero nos permite trasladar ese universo digital que tanto nos engancha –ya sea TikTok o Instagram–, y proyectarlo en la pantalla para una experiencia a lo grande, más interactiva y social. Ambos dispositivos se conectan de forma muy simple: el televisor reconoce el móvil, se sincronizan, y con un solo toque lo estaremos proyectando. La pantalla detectará el formato del vídeo y se girará en consecuencia.
Aunque la versatilidad es la principal característica de The Sero, no es la única cualidad digna de mención: tiene un panel QLED 4K, capaz de reproducir más de mil millones de colores, lo que se traduce en una calidad de imagen excepcional; y utiliza Inteligencia Artificial para reconocer el sonido de la sala y ajustar automáticamente el volumen y la claridad de los diálogos. Además, incluye una plataforma SmartTV con los mejores contenidos y los asistentes virtuales Bixby o Alexa, integrados en el propio TV, con los que podemos interactuar mediante voz sin necesidad de utilizar otros dispositivos. Ninguna tele nos hará más compañía como esta de Samsung.
El icono de diseño
Los hermanos Bouroullec tienen un lema: «Siéntete libre para componer». Y ese alarde de libertad se materializa normalmente en piezas que ofrecen el mismo desahogo: iconos de diseño, funcionales y modernos, que se integran perfectamente en cualquier espacio. No hacen mucho ruido, pero siempre llaman la atención. ¿Un ejemplo visual? Ellos son los creadores de The Serif, el primer televisor de diseño que lanzó Samsung en 2016, cuyo innovador aspecto ganó el Premio de Diseño del Foro Interacional (iF). Porque esta televisión se aleja de todas las convencionales y no necesita apoyarse en ninguna pared porque es bonita desde cualquier ángulo.
Se trata de una amplia pantalla (disponible en tamaño de 43 o 49 pulgadas), cuyo diseño se unifica entorno a la letra ‘I’. «La forma de The Serif expresa un hermoso lenguaje que encaja de manera natural en cualquier lugar», explican los diseñadores, razón por la que incluyeron un soporte de patas metálicas, similar al de una pizarra, que nos traslada de algún modo a aquellos cines al aire libre. Porque esa comunión entre tecnología y naturaleza está muy presente en este modelo incluso cuando está apagada: incorpora unos fondos inspirados en el campo, que transforma la fría pantalla negra en una sucesión de imágenes poéticas. «Una manera de silenciar el televisor y hacerlo desaparecer». La marca lo ha relanzado ahora con nuevos colores, Blanco Nieve y Azul Cielo.
En cuanto a su imagen, no hay que olvidar que en el fondo es un televisor, la tecnología Samsung Quantum dot es capaz de reproducir más de mil millones de colores con cualquier nivel de brillo. Gracias a su imagen adaptable, percibe los cambios de iluminación en el entorno que la rodea, de modo que ajusta el contraste y el brillo de la imagen para una visualización perfecta.
La tele que se merece un museo
Hubo un tiempo en el que se puso de moda el rechazo a la televisión. No tanto a la tele como objeto sino a su contenido. Uno no se gana el título de «caja tonta» así a la ligera… La pobreza de la parrilla no encajaba con las ínfulas de intelectualidad y no tener televisión en casa parecía sinónimo de un rico universo interior, cultivado a base de libros, arte o música. Fingido en la mayoría de casos. Sin embargo, la televisión tiene una capacidad inherente de trasladarnos a otros mundos. Todo depende del uso que le demos. Samsung The Frame nació como la puerta VIP a una galería de arte. Un maravilloso diseño para colgar en la pared y que pareciera un cuadro. Basta con poner el ‘modo arte’ y el televisor proyecta cuando está apagado nuestro cuadro favorito.
El apartado ‘Tienda de Arte’ estimula los sentidos de cualquier coleccionista en ciernes. Se trata de un acceso directo a las mejores instituciones artísticas, con el que podemos adquirir todas esas pinturas o fotografías que nos gustaría tener en nuestra casa. Este año la marca ha ampliado la oferta, con un gran número de catálogos de los museos y galerías más importantes del mundo, desde el Museo Nacional del Prado al Museo Estatal Hermitage de Rusia. Este televisor además incorpora funciones de Inteligencia Artificial para sugerirnos esas obras que más se adecúan a nuestros gustos.
La marca además ha lanzado nuevos modelos de 32 y 75 pulgadas que, junto a sus múltiples opciones de personalización y marcos magnéticos en cuatro colores (blanco, negro, beige y wengué), aumenta más si cabe las posibilidades de integrarse en cualquier rincón de nuestra casa.
Porque está claro que un televisor no es un simple electrodoméstico, sino un reflejo más de nuestra personalidad. Samsung ha creado un configurador para ayudarnos a elegir el que más se adapta a nuestro estilo y decoración.