Sam Levinson: “Rodé ‘Euphoria’ porque soy padre. Quería ser capaz de comunicarme con mi hijo”
Hablamos con el director de la polémica serie de HBO sobre cómo se inspiró en su propia vida y sus problemas con las adicciones para retratar a los adolescentes de hoy. Afirma que feminismo, lucha LGTBI y movimiento ‘body positive’ son temas centrales en la sociedad.
Sam Levinson, el director de Euphoria, la serie revelación del pasado verano en HBO, es pura aristocracia de Hollywood. Su padre es Barry Levinson, director de Rain Man (película con la que ganó el Oscar), Buenos días, Vietnam o Bugsy. Y su madre, Dianna Rhodes, es pintora. “Ella es una expresionista abstracta, ...
Sam Levinson, el director de Euphoria, la serie revelación del pasado verano en HBO, es pura aristocracia de Hollywood. Su padre es Barry Levinson, director de Rain Man (película con la que ganó el Oscar), Buenos días, Vietnam o Bugsy. Y su madre, Dianna Rhodes, es pintora. “Ella es una expresionista abstracta, fui realmente afortunado por tener unos padres que apoyaban la expresión artística y se preocupaban de la creatividad. Cuando dije que quería ser escritor y cineasta me apoyaron, no les pareció algo disparatado. Además, de joven fue fundamental para mí el poder hablar con ellos sobre cine y pintura”, subraya el director. En 2011 debutó en la dirección con Another Happy Day, en 2018 le llegó el reconocimiento por la feminista, combativa y actual Nación salvaje y ahora, con 34 años, ha escrito, dirigido y producido una de las series del año, con Zendaya como protagonista.
Euphoria está inspirada en una serie israelí de 2012, ambientada en los años noventa. En su versión, Levinson traslada la acción al Estados Unidos actual y muestra sin pudor a adolescentes que se drogan y mantienen relaciones sexuales, algo que levantó la polémica en su estreno y llevó a The Guardian decir que “ha desencadenado el pánico masivo” y preguntarse si “es el programa para adolescentes más impactante de la historia”. Para Levinson esta es una historia personal: Rue (el personaje de Zendaya) es adicta a las drogas, algo con lo que el director lidió en su juventud, aunque ahora lleva “14 años limpio”, según cuenta con orgullo.
¿Qué series y películas veía de joven y le inspiraron para crear Euphoria?
La primera serie con la que recuerdo haber conectado emocionalmente de verdad fue Es mi vida, de Winnie Holzman. Siempre ha tenido un lugar especial en mi corazón, por lo auténtica que era y lo cercanos que me resultaban los personajes. En un nivel visual me marcó Corazonada, de Francis Ford Coppola. Para mí ha sido una gran inspiración en lo referente al uso del color, los elementos teatrales… Y obras como Time Stands Still, que es una película húngara de Péter Gothár, o Magnolia, de PaulThomas Anderson, son otras de las referencias que tenía en mi cabeza cuando empecé a pensar en Euphoria.
Destaca la importancia de la parte visual en la serie. A su fuerza contribuyen el maquillaje, el vestuario o la fotografía, que recuerda a una ensoñación.
Sí, creo que el objetivo era crear no solo una réplica de la realidad, sino lo que estos personajes deseaban que la realidad fuera. Quise retratar un realismo emocional. Hemos cuidado mucho la iluminación, el diseño de set, el maquillaje, que no es accesorio, sino una forma de expresión de lo que sienten los personajes… La ropa, el maquillaje y la música son una extensión de su mundo emocional.
La banda sonora también es clave, y uno de los episodios empieza con una canción de la cantante española Rosalía, ¿por qué la incluyó?
Porque amo la música de Rosalía y la escucho constantemente. Es una artista valiente y atrevida, y desde que empecé a escuchar su música supe que la quería en la serie. Creo que el momento en el que la empleé [cuando Rue se masturba en su cama] fue el adecuado para incluirla. En general la música juega un gran papel en la serie, porque cuando eres joven todo resulta difícil, no sabes cómo expresar tu individualidad o articular cómo te sientes. A esa edad yo utilizaba la música como una vía para expresar lo que sentía en mi interior. Porque no sabía cómo expresarlo en palabras. Y esto es en cierto modo de lo que va la serie, de esa falta de habilidad para comunicarte y expresarte. Además, a un nivel cinematográfico la banda sonora fue una forma de romper barreras y los aspectos más convencionales de la televisión.
Amo la música de Rosalía y la escucho constantemente. Es una artista valiente y atrevida, y desde que empecé a escuchar su música supe que la quería en la serie
¿Es muy diferente hacer una película y una serie? Este ha sido su debut como director en televisión y antes había rodado dos largometrajes.
Siempre ha existido este debate sobre televisión versus cine, sobre cómo es y qué transmite una serie o una película. Pero en el fondo todo tiene que ver con contar historias y cómo eliges rodarlo y el cuidado que pones al hacerlo. De la televisión yo amo que te permite vivir con tus personajes por un periodo mayor de tiempo y que las cosas pueden mantener un final abierto. Antes me gustaban las películas, pero creo que los tiempos están cambiando en muchos sentidos y la televisión se está convirtiendo en un medio más poderoso, emocionante y cinematográfico.
Dedicándose a la industria audiovisual, ¿ser hijo de Barry Levinson ha sido bueno para su carrera o ha supuesto un problema por las expectativas?
Hay menos presión y a la vez más presión, intento no pensar mucho en esto desde la perspectiva de lo que supuso en mis inicios, porque siento que esos sentimientos fueron los que me hicieron aferrarme a mi trabajo, me llevaron a donde he llegado.
La serie habla sobre la comunicación, y la incomunicación, entre padres e hijos, ¿por qué quiso hacer de ello un tema central?
Sí, según ha avanzado la serie me he dado cuenta de que uno de los asuntos inherentes a la narrativa es retratar las vidas de esos padres que están intentando desesperadamente conectar con sus hijos pero no saben necesariamente cómo conseguirlo. Se trata de algo que requiere un nivel de empatía desde ambas partes, de los hijos hacia sus padres y de los padres hacia sus hijos. Pienso que he podido rodar esto ahora porque soy padre. Tengo un hijo pequeño y me enfrento a ansiedades y preocupaciones al verlo, a causa de los problemas con la adicción y la ansiedad que yo tuve cuando era más joven. Quería ser capaz de comunicarme con mi hijo, de hablar con él, por eso empecé a explorar las dinámicas entre padres e hijos y cómo superar esa brecha comunicativa, algo que considero realmente importante para mí en mi propia vida.
Como padre, ¿no cree que la serie puede meter miedo a otros padres sobre lo que hacen sus hijos? Ha sido polémica por eso.
Quizás, pero al mismo tiempo no creo que los adolescentes de hoy estén viviendo en un universo muy diferente al que vivimos nosotros, los que ahora somos padres. Estamos todos juntos en esto, y creo que los padres mentorían si no reconocieran que ellos también hicieron algunas de las cosas que estos jóvenes hacen hoy en la serie. Al mismo tiempo, no creo que Euphoria refleje cómo es hoy la gente joven en general. Se trata de personajes muy concretos, hablan de cosas concretas con las que yo lidié de joven, cuando era adicto, de cómo me tuve que pelear con la ansiedad, la depresión…
Porque es una historia autobiográfica, usted ha aportado sus propias experiencias.
Trata sobre lo que yo sentía y buscaba cuando era un adicto. Mi evolución en esa época, la gente que conocí y que me importó. Ya llevo limpio 14 años, pero quería explorar estos temas de forma auténtica y sin reprimir nada de lo que sentí entonces. Quería mostrar el alivio que las drogas le pueden proporcionar a una persona que se enfrenta a problemas de ansiedad y depresión, pero al mismo tiempo reflejar la devastación que pueden provocar en uno mismo y en tu familia. Creo que los padres se identificarán con ello y empatizarán con los personajes, no creo que sea una serie realmente para adolescentes per sé, sino para gente algo mayor, al menos de 18 años, que podrán verse a sí mismos en estos personajes. O eso espero.
Ya llevo limpio 14 años, pero quería explorar estos temas de forma auténtica y sin reprimir nada de lo que sentí. Mostrar el alivio que las drogas le pueden proporcionar y al mismo tiempo reflejar la devastación que pueden provocar en uno mismo y en tu familia
Tanto en Euphoria como en su película Nación salvaje incluye protagonistas trans. ¿Es una forma de romper los tabús, de hablar de diversidad?
Para mí no es una postura política, sino humana. Trata sobre la identidad y encontrar quién eres. Y yo pienso que en ambas historias yo escribí, en Euphoria en particular, un montón de mis experiencias personales en el carácter de Jules [interpretado por Hunter Schafer].
Temas como el feminismo, la lucha LGTBI o el movimiento body positive también son centrales para usted. ¿La irrupción del MeToo ha cambiado la industria del cine?
Creo que el movimiento MeToo ha hecho aumentar nuestra conciencia sobre cómo deberíamos comportarnos y cómo deberían desarrollarse nuestra forma de actuar en el futuro. Pero en realidad exploro estas ideas, el feminismo, la lucha LGTBI o el movimiento body positive, porque son las conversaciones que estamos teniendo hoy, en general. Y es importante que eso se vea reflejado en el mundo de la televisión, porque es un espejo de las discusiones que estamos teniendo sobre cómo estamos cambiando como sociedad y como cultura.