¡Qué viva el shopping de antaño!
El centro comercial y de ocio Islazul ha lanzado su campaña “Back to the happy shopping” (o lo que es lo mismo, “volver a las compras felices”). La idea, casi revolucionaria en los tiempos que vivimos, es volver a los precios de 2006.
Ya lo decía Karina en el que fue un éxito musical internacional: “cualquier tiempo pasado nos parece mejor”. Y al pegadizo estribillo de aquella canción se ha aferrado el centro comercial y de ocio Islazul para lanzar su campaña “Back to the happy shopping” (o lo que es lo mismo, “volver a las compras felices”). La idea, casi revolucionaria en los tiempos que vivimos, es volver a los precios de 2006, antes de que la crisis hiciera tambalearse el comercio e imponer una mente ahorradora entre el público español.
Durante tres meses, cada miércoles se convertirá en un día con carta blanc...
Ya lo decía Karina en el que fue un éxito musical internacional: “cualquier tiempo pasado nos parece mejor”. Y al pegadizo estribillo de aquella canción se ha aferrado el centro comercial y de ocio Islazul para lanzar su campaña “Back to the happy shopping” (o lo que es lo mismo, “volver a las compras felices”). La idea, casi revolucionaria en los tiempos que vivimos, es volver a los precios de 2006, antes de que la crisis hiciera tambalearse el comercio e imponer una mente ahorradora entre el público español.
Durante tres meses, cada miércoles se convertirá en un día con carta blanca. Tiendas de moda, decoración, ocio, hogar, peluquería, perfumería y hasta seis gasolineras próximas al centro comercial (en total, más de 70 establecimientos) ofrecerán descuentos con el objetivo de invitar a la gente a gastar… y volver a sonreír. No se nos ocurre mejor terapia.
Y para dar el pistoletazo de salida, decidieron rememorar uno de los momentos más felices del cine español: el estreno de la película El laberinto del fauno, para el que contaron con Ariadna Gil y Maribel Verdú en carne y hueso.
Con su optimismo contagioso (y esa sonrisa que nadie puede borrarle), Maribel resumió el espíritu de esta iniciativa usando como ejemplo un cuento que escribió Rosa Montero en El País.
Un mercader árabe entró en una ciudad un día de mercado y le dio a un mendigo dos monedas de cobre. Al irse, horas más tarde, se lo volvió a cruzar, y le preguntó que había hecho con el dinero. Y el hombre contestó: “Con una moneda compré un pan, para tener con qué vivir, y con la otra una rosa, para tener por qué vivir.”
¿Qué le dirías a la gente para animarla a consumir?
“Los precios hablan por sí solos, y creo que ofrecer estos descuentos es la mejor forma de convencerles. No se trata de consumismo, sino de fomentar el comercio. Un país avanza si sigue viviendo, consumiendo y comprando. Si no, se estanca”, explica Maribel
“Y la moda no es solo comercio, también forma parte de la cultura de un país”, afirma Ariadne.
Rara vez se considera volver al pasado una forma de avanzar… Y, sin embargo, es lo que promueve esta iniciativa. Si pudieras volver al pasado, ¿cambiarías algo de los que has hecho?
“Es algo que no planteo, porque tampoco puedo cambiarlo”, nos cuenta Ariadne. Y Maribel asiente, “cuando he tomado decisiones, aunque me haya equivocado, creo que han sido decisiones bien tomadas. Pero es cierto que, si me arrepiento de algo, es de cosas que no he hecho, como algún proyecto que en su momento rechacé y que hoy me replantearía”.
¿Tu mejor recuerdo?
“No es muy lejano, la verdad. Fue el 12 de marzo de este mismo año: mis amigos, incluida Ari, me hicieron una fiesta sorpresa. Estaban todos: Ari, Gracia, Jorgito, María Barranco, Resines… ¡Toda la panda! Nunca me habían hecho una, y esta fue la primero, pero lo mejor es que ni lo sospechaba”.
¿Y tu primera compra?
“No se olvidará jamás lo que compré con las 30.000 pesetas que gané en mi primer trabajo, que además era como modelo. Tenía 13 años, fui a El Corte Inglés y me hice con una plumas reversible, por un lado gris y por el otro rosa y gris. Por eso, cuando hice la campaña de Navidad con El Corte Inglés este año, tuvo un significado especial”, cuenta Maribel.
En el caso de Ariadna, fueron unos zapatos italianos. “Estaba de viaje conmis compañeros de clase, y me enamoré de ellos… Fue un flechazo”.
Y ahora, ¿qué comprarías?
“Ahora mismo, no tengo ningún capricho”, nos cuenta Maribe. Afortunada ella. Igual que Ariadna. “No me gusta mucho ir de compras… Pero cuando viaje si me despierta el deseo consumista”.
Quién sabe, con los precios que propone Islazul, tal vez cambien las tornas.