Prácticamente desnudas: de Rose McGowan a Florence Pugh, cómo el transgresor ‘naked dress’ viajó desde los años veinte al presente Las transparencias, tendencia arrasadora en alfombras rojas y pasarelas, tienen un significado más político que nunca. Pero nacieron hace muchas décadas. Esta es su historia Hay esta temporada en las pasarelas un quince por ciento más de lencería visible y un diez por ciento más de ropa transparente, de acuerdo con los datos de Tagwalk, un buscador especializado en moda. Aunque los datos no son especialmente impactantes, es cierto que en los últimos meses se han convertido en noticia -triste o alegremente, que cada uno juzgue- los pezones de diferentes actrices (de Florence Pugh a la Olivia Wilde) porque sin duda las prendas que dejan ver sin complejos lo que hay debajo de la tela están de moda. Sin embargo, lo juegos de transparencias no son nuevos en absoluto: aquí podemos ver a la cantante y modelo Bunty Pain, una de las coristas de Cecil B Cochran's con lo que en los años veinte se llama "vestido diáfano". Sasha (Getty Images) En un artículo publicado recientemente en el New York Times, la periodista especializada en moda Vanessa Friedmann argumentaba que si bien cuando finalizó la pandemia se entendió el regreso de la ropa que muestra el cuerpo como una forma de celebración de la vida, ahora, argumenta, "cada vez está más claro que toda esta oleada tiene que ver con el debate feminista que existe en torno a la necesidad de diversidad corporal". Sin embargo, cuando la actriz Carroll Baker apareció en 1964 en el estreno de su película The Carpetbaggers en Picadilly Circus con un vestido de noche con un espectacular top transparente diseñado por Balmain y los fans que se agolpaban para verla intentaron romper el cordón de seguridad policia no había debate posible. Hulton Deutsch (Corbis via Getty Images) Sí guardan cierta relación con el debate actual, en cambio, todas las creaciones que hicieron legendario al hispano-francés Paco Rabanne a finales de los años sesenta, cuando diseñó vestidos que no solo reflejaban los anhelos de un mundo completamente revolucionado por el advenimiento de la era espacial, que auspició delirios futuristas, sino también las ideas de una liberación sexual que pasaba por dejar ver lo que nunca antes se había mostrado. Esta creación de Rety of Paris redunda en la misma idea, aunque llevada a la parte trasera: el vestido escaparate llevaba la imaginación hasta el límite de las nalgas. Bettmann (Bettmann Archive) La provocación pop de los años sesenta se fue convirtieron poco a poco en una sofisticación no tan relacionada con la revolución sexual como con la idea de la burguesía "perversa" -recatada de cara al público, descarada en ambientes privados- que tan bien representada quedó en las películas de Buñuel y que encarnó a la perfección Catherine Deneuve. Este diseño de la británica Zandra Rhodes, transparente pero en sus formas y líneas completamente adherido a la idea de elegancia burguesa es un ejemplo de esa doble moral sexy que décadas después retomaría Tom Ford en sus primeros tiempos en Gucci. Evening Standard (Getty Images) Pero si una década fue especialmente prolífica en transparencias, esa es de los noventa, en la que los pezones cobraron un protagonismo inusitado porque los diseñadores encontraron que más allá del arte de la provocación y lo sensual de mostrar sin mostrar, estaba la potencia plástica de la aureola de los pechos femeninos. En la imagen un diseño de alta costura de Robert Merloz de 1992. Pool ARNAL/PAT (Gamma-Rapho via Getty Images) Este diseño pertenece también a una colección de alta costura de 1994 de la diseñadora japonesa Hanae Mori. Alexis DUCLOS (Gamma-Rapho via Getty Images) Este vestido es de una colección de 1995 del también japonés Issey Miyake. Alexis DUCLOS (Gamma-Rapho via Getty Images) Diseño de 1995 de Lolita Lempicka. Daniel SIMON (Gamma-Rapho via Getty Images) John Galliano fue uno de los principales promotores de las transparencias sugerentes de los años noventa, una década en la que el debate de la diversidad corporal quedaba todavía lejísimos: era el momento de las supermodelos, mujeres que como su propia denominación indica, pulverizan todos los cánones. En esta imagen podemos ver a Karen Mulder con un diseño de la colección de alta costura de primavera-verano de Dior de 1995. Pool ARNAL/PAT (Gamma-Rapho via Getty Images) Este vestido transparente de Ocimar Versolato de 1997 lleva las transparencia a la parte trasera del cuerpo. Alexis DUCLOS (Gamma-Rapho via Getty Images) Paco Rabanne que, como habíamos visto, fue pionero en el arte de crear prendas que juegan con lo que existe debajo de la tela, también en los años noventa hizo una apuesta decidida por las transparencias pero esta vez sin aspiraciones futuristas, solo sensuales. julio donoso (Sygma via Getty Images) Este diseño, de 1998, es de Yves Saint Laurent. RABIH MOGHRABI (AFP via Getty Images) Las 'celebrities' de los años 90 recogieron la tendencia de las transparencias para llevárselo hacia su terreno y convertir esta osadía en una especie de declaración de intenciones protofeminista ("Este es mi cuerpo y hago con él lo que quiero") pero siempre sin perder el sentido del espectáculo. En esta imagen vemos a la actriz Rose McGowan llegando en 1998 a los MTV Video Awards, acompañada de su pareja de entonces, el cantante Marilyn Manson. Mac Gowan sería años después una de las grandes instigadoras del movimiento #MeToo. Frank Trapper (Corbis via Getty Images) En 1994 Madonna se presentó de esta guisa en el cumpleaños de Wesley Snipes. La actriz, que a esas alturas ya habían escandalizado a la Iglesia con 'Like a prayer' y al mundo entero con su Blonde Ambition Tour y su atrevido libro 'Sex' no pretendía escandalizar a nadie: simplemente le apetecía mucho mostrar su maravillosamente tonificado trasero. Lawrence Schwartzwald (Lawrence Schwartzwald) En 2014 Rihanna trajo de vuelta al siglo XXI y en plena forma el naked dress con este espectacular vestido íntegramente hecho de cristales Swarovski. La "provocación", que ella defendió con muy buen criterio como expresión artística tuvo lugar en la entrega anual de premios de la CFDA (Council of Fashion Designers of America) que se celebró en el Lincoln Center de New York. Rose McGowan retomaría las transparencias veinte años después, en 2019, al presentarse así en los Q Awards, los premios de la revista masculina británica Q. Dave J Hogan (Dave J Hogan/Getty Images) Ha sido este año cuando la aporteosis de las transparencias ha tomado las alfombras rojas. En mayo de este año veíamos en el festival de Cannes a la acompañante de Jordan Barrett con este vestido que cumplía solo y exclusivamente la función de que nadie pudiera decir que su portadora iba desnuda. Edward Berthelot (GC Images) Aunque lo fuera. Edward Berthelot (GC Images) A las afueras de los desfiles de las principales semanas de la moda del mundo hemos visto que la tendencia es una auténtica fiebre. En esta imagen la influencer Alicia Coscarelli en los desfiles de la Semana de la Moda de Copenhague, en agosto. Edward Berthelot (Getty Images) La influencer Belen Hostalet acudió a la Semana de la Moda de Milán con este conjunto de Prada, que redunda en la idea de transparencia como forma de rebelión. Edward Berthelot (Getty Images) Aunque quienes de verdad han puesto al mundo sobre aviso de la moda de mostrar el cuerpo bajo la superficie velada de los tejidos han sido la actriz Florence Pugh y la directora Olivia Wilde. La primera generó una auténtica conmoción cuando apareció en el desfile de la Valentino de la colección crucero en Roma el pasado verano con un vestido rosa fucsia que dejaba ver sus pezones. Daniele Venturelli (WireImage) “Gracias de nuevo a mi equipo, mi precioso equipo, por hacer realidad mis sueños rosas de princesa”, escribía entonces en su cuenta de Instagram que tiene 7,6 millones de personas. El sueño de princesa derivó en pesadilla con miles de esos usuarios de redes se permitieron opinar sobre sus pechos en sentido negativo. Después de esa oleada de odio escribió un manifiesto en el que decía: “Ha sido interesante atestiguar lo fácil que es para los hombres destruir el cuerpo de una mujer, en público, con orgullo, para que todos lo vean". Jacopo Raule (Getty Images) Por supuesto, la actriz, cuya militancia feminista es bien conocida en Hollywood no se quedó conforme con la reacción a su anterior elección y en su siguiente presencia pública relacionada con Valentino, en la Semana de la Moda de París de este septiembre, apareció de nuevo con espectaculares transparencias que dejaban ver su pezones. Otra vez subió sus fotos a Instagram aunque esta vez el mensaje era corto, pero muy contundente: "Respect the button". Pierre Suu (GC Images) La semana pasada fue el turno de Olivia Wilde, directora de la última película protagonizada por Pugh (Don't worry darling) quien decidió sugerir su cuerpo y sus pezones bajo las transparencias de una creción de Alexander Vauthier en la alfombra roja de la gala del Museo del Cine de Los Angeles. Como dice Vanessa Friedmann en su pieza para el New York Times: "Cinco años después del #MeToo y en el año de la anulación de Roe v Wade, la desnudez del cuerpo femenino tiene un significado mucho más político e importante que nunca". Steve Granitz (FilmMagic)