Para Dolce & Gabbana ya es primavera

La actriz Mónica Bellucci y la modelo Bianca Balti, protagonistas del folletín a la italiana de la próxima temporada.

Si después de leer nuestra guía de tuiteros de moda os pusistéis a Stefano Gabbana, sois de los que ya están al tanto del arranque de la operación verano en casa de los Dolce & Gabbana. El dúo italiano ha sido el primero en adelantarse a la temporada que viene cogiendo los bártulos para desplazarse a Portofino. Allí han empezado a rodar su nueva campaña mientras la mayoría de las firmas baraja todavía posibilidades de localización, fotógrafos o modelos.

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Si después de leer nuestra guía de tuiteros de moda os pusistéis a Stefano Gabbana, sois de los que ya están al tanto del arranque de la operación verano en casa de los Dolce & Gabbana. El dúo italiano ha sido el primero en adelantarse a la temporada que viene cogiendo los bártulos para desplazarse a Portofino. Allí han empezado a rodar su nueva campaña mientras la mayoría de las firmas baraja todavía posibilidades de localización, fotógrafos o modelos.

Monica Bellucci y Bianca Balti son las protagonistas femeninas de un folletín en imágenes que tiene todos los ingredientes para ser la revisión de una de esas comedias italianas de mitades de los cincuenta. La inspiración de cara a la primavera-verano 2012 ha sido, para estos creadores que han dejado tras de sí una estela absolutamente estrellada, el folclore italiano en su estado más puro. Lo llevan en la sangre y forma parte de su idiosincrasia. Sin adulterio ni vicio ninguno. Nada de introducir elementos urbanos, como en su campaña de otoño-invierno, ni hortalizas de jardín ajeno: aquí todos los tomates, cebollas, calabacines, y demás productos de la tierra han sido cultivados al sol de La Campania.

Sofia Loren ponía la banda sonora al desfile que tuvo lugar en septiembre en Milán con su versión de Mambo Italiano para la película de Dino Risi "Pan, amor y..". Un título que podría completarse perfectamente con el logo de estos diseñadores que comparten con de Sica y compañía un imaginario en el que bellas mujeres como Bellucci, musa por siempre jamás de la firma, o Balti, su álter ego en versión maniquí, florecen en pleno otoño.