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15 pruebas de que el toque ‘viejuno’ de la organza vuelve a funcionar en 2019

Yves Saint Laurent o Prada elevaron al tejido a los altares de las tendencias con cuarenta años de diferencia. El material reclama su espacio hoy.

De algodón, seda o poliéster pero siempre con apariencia almidonada (gracias a un acabado químico), la organza es sin duda el tejido revelación de la temporada. Ha hecho acto de presencia sobre las pasarelas en las colecciones de Ralph Lauren, Balmain o Dolce & Gabbana, pero también en las tiendas de moda rápida: solo en la página web de Zara se pueden encontrar 64 prendas en este material con irresistible toque retro. getty images
En Simone Rocha (izda.) se reinventa para transparentar prendas como la tradicional gabardina. En Fendi (dcha.), se aplica como detalles que actualizan clásicos de siempre.
Aunque la prenda estrella de la organza es indiscutiblemente la blusa. Punto extra si se remata con una lazada a la altura del cuello. Esta, con topos, puede encontrarse en Mango (39,99€).
En Dolce & Gabbana (izda.) apuestan por un modelo clásico en organza de seda negra, con volúmenes en las mangas (645€ en Net-a-porter.com). Por su parte, desde Marina Rinaldi innovan con una chaqueta bomber (445€).
La prenda ya se ha convertido en favorita del street style. Las imágenes de Lisa Banholzer, Xenia Adonts y Brittany Xavier ejemplifican cómo el modelo funciona incluso con faldas de volumen o pantalones palazzo.
Aunque la organza llegó a Europa desde la India en el siglo XVIII, el responsable de elevar el tejido a los altares de las tendencias fue Yves Saint Laurent. “En los sesenta el cuerpo femenino empieza a revelarse. En 1966 Yves lo dejó al descubierto con su primer look con transparencias [en la imagen]”, explican desde la fundación encargada de preservar su legado. Entonces veló zonas estratégicas, pero dos años más tarde creó un escandaloso vestido que mostraba completamente el pecho.
Camisa nude de & Other Stories (69€) y camisa con estampado animal de Ganni (199€).
En los ochenta la organza se alía con los volantes y los volúmenes propios de la época. Nadie se resistió: de una jovencísima Drew Barrymore (en la imagen) a las inolvidables imágenes de la época de Molly Ringwald, Liz Taylor o Lady Di.
En los noventa el tejido vivió una tercera juventud de gloria gracias a la colección primavera-verano 1997 de Prada: una oda a las transparencias y al minimalismo. La firma italiana fue precisamente de las primeras en rescatar al material el año pasado: lo hizo en su colección otoño-invierno 2018/19, probablemente el germen del furor que ahora vivimos.
Ese carácter ‘viejuno’ del tejido es el que explota la firma de María Bernard, Les Fleurs Studio (165€) en sus chaquetas y sobretodos.
Para restarle cursilería al material, en Zara lo mezclan con botas militares. Este vestido burdeos con detalles es perfecto para ello (39,95€).
Pero no todo son vestidos y blusas. En Zara la organza llega hasta los coleteros, un toque fácil y rápido (9,95€). La firma indonesia Saptodjojokartiko lo aplica a los zapatos (350€ en Moda Operandi).
Entre las propuestas otoño-invierno de Dries Van Noten (izda.) o Sies Marjan (dcha.) se encuentras algunas de las ideas más sutiles y delicadas: organzas de seda que superponen su transparencia para crear velos de color sobre trajes o vestidos.
Al tejido se le resta formalidad con cortes como el de esta camisa de Lisa Banholzer y descartándose con prendas como la malla ciclista o los accesorios inesperados.
Camisa transparente de Maje (112€).