Muere Arthur Ryan, fundador de Primark y padre de la moda rápida (con permiso de Amancio Ortega)

Su vida estuvo marcada por la trágica muerte de su hijo y su miedo a que el IRA le secuestrara.

Arthur Ryan, primero desde la izquierda, en la apertura de un Primark en Alemania.Getty (AFP/Getty Images)

El fundador de Primark, Arthur Ryan,  ha fallecido esta mañana a los 83 años, según ha anunciado la cadena de moda.

El conocido como padre de la moda low cost en Europa nació en 1935 y su biografía responde al perfil del típico self-made man que consiguió convertir su ambición en un imperio desde una posición muy humilde. Su padre era un empleado de una aseguradora y su madre un ama de casa, lo que significa que no había tradición emprendedora en su hogar natal. Ryan estudió en Dublín para más adelante emigrar a Londres. Allí tuvo su primer contacto co...

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El fundador de Primark, Arthur Ryan,  ha fallecido esta mañana a los 83 años, según ha anunciado la cadena de moda.

El conocido como padre de la moda low cost en Europa nació en 1935 y su biografía responde al perfil del típico self-made man que consiguió convertir su ambición en un imperio desde una posición muy humilde. Su padre era un empleado de una aseguradora y su madre un ama de casa, lo que significa que no había tradición emprendedora en su hogar natal. Ryan estudió en Dublín para más adelante emigrar a Londres. Allí tuvo su primer contacto con el mundo de la moda: empezó a trabajar en los prestigiosos grandes almacenes Swan & Edgar de Picadilly Circus como vendedor de corbatas. Después pasó al mayorista de moda Carr & McDonald, donde aprendió claves de distribución, tan importantes para triunfar en el sector del fast fashion.

En 1962, ya de vuelta en Dublín, fue donde de verdad sembró el germen de Primark: allí abrió un Penneys, la versión británica de J.C. Penney, las tiendas de ropa económica más famosas de Estados Unidos. En 1974 decidió crear su propia versión de esta tienda y llevársela a desde Irlanda a Inglaterra, pero para hacerlo tuvo que cambiarle el nombre para evitar problemas legales.

Cincuenta años más tarde, Primark tiene más de 350 tiendas en más de 11 países. El director ejecutivo de Primark, Paul Marchant, le ha calificado de «auténtico pionero del mundo de la moda, un visionario y un líder». Arthur Ryan estuvo al frente de la compañía durante cuatro décadas y, hace diez años, dejó el control diario de la empresa pero se mantuvo ligado como presidente. Las similitudes con el otro gran pope del fast-fashion, Amancio Ortega, son obvias: como Ortega, era un hombre muy privado, que, a pesar de poder haber elegido cualquier destino paradisiaco del mundo para residir, nunca quiso abandonar Dublín, donde vivía en una vivienda con enormes medidas de seguridad. Como el fundador de Zara, Ryan nunca dio entrevistas y era difícil verle en público. Como el creador del imperio Inditex, se casó dos veces. Con su primera mujer, que siempre mantuvo un perfil muy bajo, tuvo cuatro hijos. Su segundo enlace fue mucho más mediático que el primero, pues se unió en matrimonio con Alma Carroll, una cantante muy popular en Irlanda. Con ella tuvo una hija que, como Marta Ortega, es muy conocida en su país de origen.

La brillante trayectoria de Ryan se ensombreció de forma pública y notoria dos veces en su vida. La primera durante los años álgidos del conflicto independentista irlandés, cuando uno de sus principales miedos era que le secuestrase el IRA; la segunda, cuando el que estaba llamado a ser el heredero de su imperio, su hijo mayor, Barry Bryan, se ahogó intentando salvar a su propio vástago en una playa de Cork. En este episodio perecieron también el nieto de Ryan y la novia de este.

Inicialmente, la idea Arthur Ryan fue que Primark fuera una tienda de saldos pero poco a poco, gracias a la incoporación de equipos de diseño que eran capaces de capturar las tendencias de las grandes pasarelas, la marca se convirtió en un placer culpable de celebrities que pasó por sus años más lucidos en la década de los dosmil.

A pesar de críticas sobre los bajos salarios de sus empleados o el impacto medioambiental causado por la moda de consumo rápido, Primark nunca ha dejado de ser un referente de la moda rápida en el Norte de Europa. Incluso en España, donde el dominio de Amancio Ortega es incontestable, ha conseguido ser una especie de marca de culto de bajo (bajísimo) coste.