Maribel López, nueva codirectora de ARCO: “El arte puede cambiar el mundo”
Es la nueva codirectora de ARCO y directora en solitario a partir de 2020. Quiere hacer crecer la ilusión por la creación artística.
La 39 ...
La 39 edición de ARCO (del 27 de febrero al 3 de marzo) presentará a los artistas más extensamente en la feria, en las secciones comisariadas del país invitado (Perú), y en sus Opening y Diálogos. Lo afirma Maribel López, codirectora de la feria de arte junto a Carlos Urroz, y directora de la muestra a partir de 2020. «Las galerías harán un notable esfuerzo, con obras importantes y pocos artistas en sus stands y en los proyectos especiales. Es lo más respetuoso y mejora los resultados», afirma. Nos cita en la sala Alcalá 31, donde se expone Pabellón de género, de Alicia Framis, artista a la que admira.
¿Cómo recibió su nombramiento?
Con mezcla de ilusión y responsabilidad. Es un reto pero no es solo mío, el equipo de ARCO es un motor y un soporte esencial en esta nueva fase.
¿Y el relevo va con normalidad?
Carlos [Urroz] es absolutamente fantástico. Somos muy diferentes, pero compartimos un nivel de responsabilidad muy alto. El relevo responde a nuestra dinámica habitual: fluida, energética y pensando en el otro.
¿Se plantea ya la nueva etapa en solitario?
Mi objetivo es conseguir hacer crecer la ilusión por la creación artística en la sociedad. ARCO es un altavoz esencial y una oportunidad para impulsarlo. Las reflexiones del arte pueden ayudar, en tiempos complejos, a tener una visión más abierta del mundo, a transformarnos e intentar entender más al otro.
El arte contemporáneo tiene el estigma de ser elitista…
Es complejo. ¿Eso lo hace elitista? Puede. Debemos romper esa imagen ofreciendo infinitas herramientas para que cada persona se interese, explicándolo una y otra vez. También al receptor le hace falta interés y ganas de abrirse a otras ideas para pensar cosas nuevas.
¿Qué le atrajo del mundo del arte?
Mi entorno familiar no podía estar más alejado. Decidí estudiar Historia del Arte porque intuí que era un lugar donde se lanzaban preguntas. Y como cualquier joven, quería intentar entender.
Ahora existen más mujeres en puestos de responsabilidad en museos, etc., también más exposiciones, y se reivindica más la igualdad de derechos y oportunidades.
Quizá las desigualdades no sean tan agudas en este sector como en otros contextos. Las hay, es algo estructural. La mayoría de estudiantes de arte e historia son mujeres. Lo lógico sería que la mayoría de artistas y puestos de responsabilidad lo fueran, pero no. Sin embargo, las cosas están cambiando y el camino es más favorable para que puedan dedicarse a lo que deseen, sin límites.
¿Cómo ve el panorama de galerías españolas respecto a las internacionales?
Rico, variado y bastante sofisticado. Incluso las más importantes no manejan los niveles de negocio de otros países, pero su trabajo es excepcional. Solemos pensar que lo que hacemos no tiene valor. No es así. Aquí no existe la tradición de respaldo y comprensión del arte contemporáneo de otras latitudes. Es lógico viendo nuestra historia. Pero me niego a pensar que la calidad no es comparable.
¿Y el coleccionismo español?
Es entusiasta. No está equilibrado con el volumen de la creación, ni puede absorberla, pero la apoya y se implica. Además se necesita que las instituciones puedan recogerla. Una mejor ley de mecenazgo impulsaría la compra. No es solo que el arte cueste menos, si no que se entienda su rol para proteger nuestro legado presente y proyectarlo al futuro. La creación cultural es esencial para que las futuras generaciones comprendan mejor de dónde vienen. Debe estar al alcance de todos, en los museos.
¿Fue útil su trayectoria previa en galerías?
Sin duda, me permite explicar que están tan cerca de los artistas, como del mercado. Hacen esto por amor. Obviamente es un negocio, pero de los más extraños: basado en creer en el poder que tiene el arte para cambiar el mundo. Aunque desde fuera brillan las cifras y récords, eso tiene muy poco que ver con lo que hacen por sus artistas.
Las galerías viven una gran evolución digital para mostrar y comercializar a los artistas.
Las herramientas digitales son soportes necesarios, generan deseo, son altavoces para las galerías, como para cualquier negocio. Pero no confundamos contenido y continente. El momento entre coleccionistas y galeristas, frente a la obra, es insustituible. Un intercambio de ideas esencial.