Mango “cumple el sueño” de abrir una gran tienda en la Quinta Avenida
Según destacó su CEO Toni Ruiz, en Nueva York, la tienda-emblema “marca un hito” en el plan de crecimiento de la compañía barcelonesa en Estados Unidos. A la celebración posterior, acudieron personalidades como Katie Holmes.
Llevar el Mediterráneo a la Quinta Avenida de Nueva York. Ese es el objetivo que Mango se ha planteado con la apertura de su nueva tienda en el número 711 de la emblemática calle neoyorquina. “La Quinta Avenida es el sueño de cualquier retailer”, señala Daniel López, director de Expansión de Mango, durante la presentación en Nueva York de la tienda-emblema que marca “un hito” en el plan de crecimiento de la compañía barcelonesa en Estados Unidos, según destaca su CEO, Toni Ruiz. “Creemos en las tiendas, es un punto privilegiado de encuentro con el cliente”, subraya Ruiz. Por eso prevén abrir 4...
Llevar el Mediterráneo a la Quinta Avenida de Nueva York. Ese es el objetivo que Mango se ha planteado con la apertura de su nueva tienda en el número 711 de la emblemática calle neoyorquina. “La Quinta Avenida es el sueño de cualquier retailer”, señala Daniel López, director de Expansión de Mango, durante la presentación en Nueva York de la tienda-emblema que marca “un hito” en el plan de crecimiento de la compañía barcelonesa en Estados Unidos, según destaca su CEO, Toni Ruiz. “Creemos en las tiendas, es un punto privilegiado de encuentro con el cliente”, subraya Ruiz. Por eso prevén abrir 40 locales para finales de 2024 en EE UU (en estados como Florida, Georgia, Arizona, Texas o California), un mercado que la empresa quiere situar entre sus cinco principales en ese tiempo, lo que supone una facturación “por encima de los 100 millones”, precisa Ruiz, que calculan lograr “próximamente”.
Para ello, el buque insignia de la Quinta Avenida, que se suma a su otra gran tienda neoyorquina del SoHo (inaugurada en 2007 y renovada en 2017), es un paso imprescindible. Su objetivo, recalca López, es “consolidar el conocimiento de marca en este mercado”, y la compañía quiere lograrlo “creando una experiencia única y extraordinaria para los clientes”, apunta César de Vicente, director de Retail. El local de tres plantas y 2.100 metros cuadrados ubicado en el histórico edificio Grande Dame de la Quinta Avenida destila Mediterráneo. De Vicente explica que lo han diseñado los arquitectos de la firma y que se han reciclado el 70% de los materiales en la obra. La madera del suelo se ha reutilizado, el terrazo, los ladrillos de toba y la cerámica están presentes. Se han tirado muros para crear ventanas, los arcos marcan las transiciones de los espacios, y el aroma del establecimiento evoca higos frescos. Una instalación creada con esparto traído de Alicante enlaza los escaparates, la obra se llama ‘Ola Mediterránea’. Todas las sensaciones cuentan.
Al entrar en este local, madera y color blanco, prima la claridad. Y al fondo de la planta a pie de calle, una pantalla de microled recrea el mar Mediterráneo con visuales que irán cambiando para mostrar tanto colecciones de la firma como obras de arte digitales, indica De Vicente. Porque la unión con el arte ha sido un punto de partida para crear esta nueva tienda insignia. Durante 11 días, podrán verse allí obras originales de Joan Miró, Antoni Tàpies y Miquel Barceló, junto a unos NFT (token no fungible, por sus siglas en inglés) que las reinterpretan. Estas obras digitales también se exponen en el Metaverso de la plataforma Decentreland.
“Hemos querido crear un museo físico, un museo digital y un museo virtual, todo a la vez”, explica De Vicente, que ve importante estar presente en el inicio de esta nueva etapa de la virtualidad en la moda. Pero siempre sin olvidar el factor humano. “Lo más importante es el equipo de 50 personas que va a estar en esta tienda”, indica. La tecnología ayudará a acelerar procesos, con servicios como Click and Collect y el personal asesorará al cliente apoyándose en los datos recabados digitalmente sobre sus gustos y ofrecerá servicios de personalización a través de la sección de Tailoring, un taller que se encuentra en la última planta y donde el cliente puede pedir que se le coja un bajo, se le borden unas iniciales o se le ajuste una chaqueta. “La tecnología no es un fin, es un medio”, repite De Vicente. El medio que permite definir nuevas formas de relacionarse con los consumidores, que poco a poco la empresa irá explorando con esta nueva expansión.